Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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lunes, 20 de septiembre de 2010
PRESENCIAS
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
1 comentario:
El fragmento es un detalle más de la hermosa y particular experiencia espiritual vivida por Merton, transmitida con su “toque” poético y profundamente humano.
Creo que todos, en el libro de nuestras vidas, contamos con páginas especiales, escritas en el abrazo de presencias. Es en el amor en donde nos habitan presencias que superan distancias y separación; es por amor que construimos puentes entre corazones, que anulan ausencias. O casi… al menos las mitigan.
Y en cada capítulo de ese libro está la Presencia, unas veces intuida, otras anhelada, en ocasiones vivida, y siempre buscada. Sentir la Presencia en los demás, en nuestro corazón, en pequeñas historias y en la historia grande. Presencia fuertemente sentida en la esperanza y en el amor. Diferentes lugares y distintas situaciones que nos manifiestan destellos que hablan de una luz mayor, leves sonidos que auguran una sinfonía espléndida… signos de la Presencia. Semillas vivas que nos inspiran, motivan e interpelan a cada uno, de manera singular. “He aquí que yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo” (Mt. 28, 16). No se fue.
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