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martes, 8 de abril de 2008

Merton, el clima, el paisaje y yo.


Hemos tenido mucha lluvia esta mañana; en la madrugada me despertaron las gotas de agua que entraban por la ventana abierta y el fragor de los truenos. Pero ahora, casi mediodía, ha salido el sol y el día está claro y hermoso. Así es en el Caribe. Y yo leía esta mañana a Merton, que dice en uno de sus diarios: “Me parece que el paisaje es importante para la contemplación”, y en otra parte también incluye el clima como uno de los aspectos que repercute en la vida espiritual. Nada escapa al orante, y todo se convierte en posibilidad, en ventana o puerta abierta, para asomarnos al mundo increíble que está más allá de lo obvio, de lo supuestamente real. Mi paisaje es el de una ciudad que intenta reencontrarse, que sueña con cambios que le hagan recuperar su antiguo esplendor, y al mismo tiempo es una ciudad sucia y ruinosa, una ciudad marginalizada en demasía. Desde mi ventana en el convento contemplo los tejados y azoteas, veo también el mar a lo lejos, pero intento tener una mirada larga, que más allá de lo material, pueda contemplar también a la gente que habita la ciudad, que sueña, que trabaja, que lucha por vivir. Como Merton decía: para esa gente estoy aquí, sin ellos mi consagración no tendría sentido. Eso no supone que mi vida consista en un activismo desmedido para llegar a cada uno; mi elección es otra, pero a través de ella defiendo una verdad que nos pertenece, abro senderos, protejo una luz.
El próximo domingo, Dios mediante y acabo los trámites a tiempo, estaré viajando a República Dominicana para una reunión de la Orden; estaré unos 20 días más o menos, según mis planes. Ya no me siento cómodo lejos de casa. Les mantendré al tanto, les contaré del viaje, y trataré de mantener este espacio lo más actualizado posible. Espero encontrar algún buen libro, y reencontrar amigos. Y hablar de Merton.

“Dios nos da libertad para crear nuestra propia vida de acuerdo con su voluntad, lo que equivale a decir en las circunstancias en las que Él nos ha colocado”(TM).

2 comentarios:

nieves dijo...

interesante reflexión sobre el clima, el paisaje y la contemplación......bonita apreciación sobre los contrastes de la ciudad.....gracias por tu colaboración y tus palabras sobre Merton.
Un saludo. nieves

mj dijo...

Aquí, hoy también parece que vamos a tener lluvia.
Y sí, como dice Merton Dios nos da la libertad. Es más yo creo que Él nos quiere a su lado libres. Somos nosotros que con nuestras limitaciones los que nos ponemos los grilletes...
Te deseo lo mejor en tu estancia en la República Dominicana...
Un abrazo

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.