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jueves, 18 de febrero de 2010

COMIENZO DEL AYUNO CUARESMAL

“Aun los momentos mas oscuros de la liturgia estan llenos de gozo, y el Miércoles de Ceniza, el comienzo del ayuno cuaresmal, es un día de felicidad, una fiesta cristiana. No puede ser de otro modo, ya que forma parte del gran ciclo pascual.

El Misterio Pascual es, sobre todo, el misterio de la vida, en que la Iglesia, celebrando la muerte y resurrección de Cristo, entra en el Reino de la Vida que ha establecido de una vez para todas con Su victoria definitiva sobre el pecado y la muerte. Hemos de recordar el significado original de la Cuaresma, como el ver sacrum, la sagrada primavera de la Iglesia en que los catecúmenos se preparaban para su bautismo, y los penitentes públicos se disponían con sus penitencias para ser devueltos a la vida sacramental en comunión con el resto de la Iglesia. La Cuaresma, pues, no es tanto una época de castigo cuanto de curación. Hay alegría en el saludable ayuno y en la abstinencia del cristiano que come y bebe menos, para que su ánimo este más claro y receptivo para asimilar el sagrado alimento de la palabra de Dios, que la Iglesia entera anuncia y medita en la liturgia de cada día a lo largo de Cuaresma. Toda la vida y la enseñanza de Cristo pasan ante nosotros, y la Cuaresma es una época de especial reflexión y oración, un retiro de cuarenta días en que cada cristiano, en la medida de que sea capaz, trata de seguir a Cristo al desierto mediante la oración y el ayuno”.

(TM, Tiempos de Celebración, 119-120)

1 comentario:

San dijo...

Me gusta esta visión de Merton de la época cuaresmal. También me ha parecido muy bueno este artículo de la teóloga Mª Dolores Alexandre, relacionado con este tiempo litúrgico, y lo transcribo:
“Aporto una escena de la vida del profeta Jeremías que puede darnos otras ideas: estamos en 587 a.C., en una Jerusalén sitiada por Nabucodonosor y sus tropas y sus habitantes, conscientes de que les quedan tres telediarios para irse deportados a Babilonia. En medio del frenesí general por vender casas y tierras para llevarse dinero líquido al destierro, Jeremías toma la decisión de comprarle una finquita rústica a su primo Hanamel, inversión totalmente absurda porque nadie daba dos duros por la posibilidad de retornar. Quizá más de uno se burló de aquel gesto ridículo que sonaba a otra extravagancia más de aquel hombre contradictorio que siempre iba a contracorriente: estaba atento y dejarse conducir por una Palabra que le empujaba a vivir expuesto al riesgo extremo.
La compra del campo era una manera de confirmar su absoluta confianza en ese “todavía…” futuro, dejando atrás la convicción de que la angustia presente había echado la última firma sobre la realidad. Inspirados por ese gesto inútil de Jeremías, podemos dedicar la Cuaresma a alguna inversión parecida, apoyándonos en otras gentes que ya han comprado “campos de causas perdidas”: los que adoptan posturas contraculturales que carecen de plausibilidad. Los que se desvelan por personas o grupos no cualificados ni rentables, carentes de influencia y de significación social, desprovistos de posibilidades de futuro. Los empeñados en seguir usando medios sencillos, obstinados incomprensiblemente en no apoyarse en el dinero o en el poder. Los que buscan a Dios más allá del ámbito de lo sagrado, en las fronteras donde viven los que lo tienen todo en contra. Los que trabajan sin que brille el mérito propio y se entregan a fondo perdido sin esperar nada a cambio.
Apuntarnos con ellos a esta Cofradía de Inversores Insensatos y ensayar juntos esos gestos de entregarse sin calcular, de arriesgar más allá de lo útil, de aguantar la sonrisa burlona de los VIPS y de permanecer en una confianza sin evidencias. Porque es eso lo que nos ha quedado como memoria viva de la Pascua de Jesús.”

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.