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martes, 25 de diciembre de 2012

A TODOS LOS AMIGOS Y LAS AMIGAS DEL BLOG, GRACIAS POR LA CERCANÍA Y EL APOYO.
MIS MEJORES DESEOS EN ESTAS FIESTAS.
!FELIZ NAVIDAD, Y UN 2013 LLENO DE BENDICIONES!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, Manuel. Feliz Navidad también para ti, con esta belleza escrita por el franciscano de alma y corazón (lo realmente importante) y valiente José Arregi:
En la Nochebuena de 1223, Francisco de Asís, el Poverello, con su corazón lleno de ternura, con su espíritu lleno de imaginación, organizó un encantador Belén viviente en Greccio, en el valle de Rieti (Italia). Belén. O Betlehem, que significa “la casa del pan” o “la casa de Lehem”, el dios del pan, pues el color y el sabor del pan son sacramento de Dios. Belén: allí veneran los judíos la tumba de Raquel, esposa de Jacob o Israel, querida matriarca judía que sigue llorando a sus hijos desterrados y a todos los hijos de todas las madres masacrados por todos los reyes Herodes. Allí nació el rey David, tan idealizado en la Biblia, pero tan poco ideal en la realidad.
En tiempo de San Francisco, la cristiandad organizaba cruzadas para conquistar aquella “tierra santa”. Morían y mataban para poder peregrinar a Belén y celebrar allí la Navidad. Francisco, el hermano de todos, cristianos o musulmanes, el hermano de todas las criaturas, animadas o inanimadas, pensó que no merecía la pena morir ni matar por ir a Belén. “Todos los lugares son Belén”, se dijo, y quiso representarlo de modo viviente en el lugar más pobre y escarpado, en una cueva de Greccio.
Se reunieron muchos hermanos y pobres campesinos de la región. “Se prepara el pesebre, se trae el heno y se colocan el buey y el asno”, cuenta una biografía de su tiempo, y prosigue: “Allí la simplicidad recibe honor, la pobreza es ensalzada, se valora la humildad y Greccio se convierte en una nueva Belén. La noche resplandece como el día, noche placentera para los hombres y los animales”. Francisco leyó el evangelio y predicó. Y cuando decía “niño de Bethleem” o “Jesús”, se pasaba la lengua por los labios como si los tuviera untados o ungidos de miel. ¡Bendito hermano Francisco!
¿Qué es Belén para nosotros hoy? Es mucho más que un lugar geográfico, por precioso que sea. El significado hace a los lugares y a todas las cosas, aunque, por otra parte, el misterio de las cosas es infinitamente mayor que el significado que les damos. ¿Qué es Belén? Es el nombre poético del misterio más bello y real, el nombre de todos los lugares donde es engendrada y cuidada la vida, donde se cuece y se comparte el pan. Por eso decimos que Jesús nació en Belén, aunque, histórica y físicamente, Jesús nació en Nazaret, en un pobre chamizo adosado al hueco de una roca, como eran entonces las casas de Nazaret. Cuando los evangelios de Mateo y de Lucas dicen que nació en Belén, quieren decir que él es el descendiente esperado del rey David, aquel que debía curar a los heridos y dar pan a los hambrientos, al contrario de lo que hicieron David y todos los reyes.

Anónimo dijo...

Sigue...:

Belén es el misterio de la vida, tan frágil y divina. Jesús, María, José: un padre, una madre, un hijo. Eso es todo, eso lo es todo: el misterio del cosmos, de la Tierra y de la vida, del hombre y de la mujer, con sus alegrías y sus penas, sus amores y divorcios, sus esperanzas y miedos. Padre, madre, hijo/a. O dos padres, o dos madres, o un padre separado, o una madre separada. En la forma que sea. Allí donde nace, crece, sufre y goza la vida, allí es Belén. Y no te rompas la cabeza con que Jesús fuera hijo de “madre virgen”, pues “virgen” no tiene nada que ver con que haya o no haya relaciones sexuales. Ser “virgen” significa en la Biblia ser libre y disponible a la vez. Por su libertad y bondad de corazón engendraron José y María a Jesús (y a cuatro hijos y al menos dos hijas más, según el evangelio de Marcos).
Belén es la encarnación de Dios. Pero cuando digo “Dios”, no digo un Ser Supremo extraterrestre que se habría encarnado solo una vez en la historia del cosmos, solo en un lugar del universo, solo en un niño de esta nuestra pobre y admirable especie humana Homo Sapiens Demens. Cuando digo Dios, digo Bondad Dichosa, digo Fondo Bueno de la Realidad, digo Relación Amorosa y fecunda. Jesús lo encarnó.
Amiga, amigo: no sé si has puesto un Belén en tu casa. No importa. Tu casa es Belén, cuanto más pobre más verdadero. Y en tu pobre carne, sufriente y dichosa, tú también puedes encarnar a Dios.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.