SANTIDAD
“Semillas de contemplación”:
En la primera versión del libro el primer capítulo se titula: “Todo lo que es, es santo”. Dice Merton
que los santos no pueden ignorar las
cosas creadas; no es cierto que no
comprendan o no entiendan el mundo y su
gente, las cosas que suceden. No se puede amar a Dios y odiar el mundo que
salió de sus manos. Los santos son personas sensibles a las alegrías y al dolor
de sus hermanos. La santidad está
vinculada a la identidad de la persona;
los seres creados dan gloria a Dios al ser aquello para lo que Él los
creó. No hay dos seres creados que sean exactamente iguales, la individualidad
no es imperfección, al contrario; la
perfección está en relación con la propia identidad individual. La santidad
no requiere huir de otros hombres; la soledad se busca no para huir de ellos,
sino para encontrarlos y amarlos más en
Dios. El pecado tiene que ver con el
falso yo: “Cada uno de nosotros lleva
la sombra de una persona ilusoria: un falso yo”; el hombre que yo quiero
ser, pero que Dios no conoce. “El secreto
de mi identidad está oculto en el amor y misericordia de Dios… Nunca podré hallarme a mí mismo si
me aíslo del resto de la humanidad como si fuera un ser de otra clase”.
Dice Merton que en la humildad se halla la máxima libertad, que a menudo es el orgullo propio el que hace
al hombre obrar, con la intensión de construirse un halo para sí, no para dar
gloria a Dios. La santidad no es la vana competencia de unos con otros por
los puestos en el reino. Los santos no son siempre perfectos y tienen defectos contra los que luchar:
algunos santos se han llevado mal con otros santos, muchos santos han sido
molestos y exasperantes. Dios permite
muchas veces que aun alcanzando un alto grado de santidad los hombres conserven
limitaciones, defectos, miopías y excentricidades. La prisa estropea a los santos, buscan el
éxito rápido, y se equivocan, confunden su prisa con integridad. Pero, “Uno de los primeros signos del santo es el
hecho de que los otros no saben que pensar de él”.
Ser parte de todo...
¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
1 comentario:
Estas palabras de Merton me ayudan a ver la "santidad" desde una perspectiva mucho más amplia y profunda...el adoctrinamiento recibido durante años de "deformación" religiosa nos aleja tanto de lo real que a veces cuesta recuperar una visión que se creía perdida y rechazada. Gracias.
Un abrazo.
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