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martes, 27 de enero de 2009

El cáliz de la vida.


"Cuando la madre de Santiago y Juan le pide a Jesús que les reserve a sus hijos un lugar especial en su Reino, aquel responde dirigiéndose a ellos: "¿Podeis beber el cáliz que yo he de beber?" (Mateo 20, 22). "¿Podemos nosotros beber el caliz?", esta es la pregunta más desafiante y radical que podemos hacernos a nosotros mismos. El cáliz es el cáliz de la vida, colmado de tristezas y alegrías. ¿Podemos nosotros sostener el cáliz en nuestras manosy reivindicarlo como nuestro? ¿Podemos levantar nuestro cáliz para brindar por la bienaventuranza de otros, y apurarlo hasta la última gota, como cálises que nos traen la salvación?

Mantener estas preguntas vivas en nosotros es el ejercicio espiritual más exigente que podamos practicar".


"Todos debemos sostener el cáliz de nuestras vidas. Cuando nos hacemos mayores y nos volvemos más plenamente conscientes de las muchas tristezas de la vida (los fracasos personales, los conflictos familiares, las desiluciones en el trabajo y en la vida social y las muchas inquietudes que nos rodean en el ámbito nacional e internacional), todo lo que llevamos dentro y nos rodea conspira para que ignoremos, evitemos, suprimamos o simplemente neguemos esas tristes inquietudes. Nos decimos y oímos que los demás nos dicen: "Mira el lado alegre de la vida y haz lo que puedas para que todo salga bien". Pero si queremos beber el cáliz de nuestra vida, necesitamos sostener en nuestras manos, aceptar plenamente lo que estamos viviendo, en la confianza de que no es evitando sino abrazando los padecimientos cómo encontraremos la auténtica alegría que andamos buscando en medio de nuestras tristezas".


Henri Nouwen. ("Pan para el viaje")

5 comentarios:

Carmen dijo...

Hola Padre Manuel, precisamente si logramos beber hasta la última gota... Si por ventura Dios nos concede una larga vida, llega un momento en el que comenzamos a dar gracias por todo lo que hemos aprendido, por todas las experiencias vividas. Si vamos de la mano de la fe, con Dios y la Virgen, como dicen en mi pueblo, ese cáliz de la vida no se derramará. Y si ocurre que se derrama no será inútilmente...

Bendiciones,

Anónimo dijo...

También una corta vida es parte del caliz que hemos de beber, o una pérdida de algien que aun tenía vida por delante y nos dejó. El caliz, hasta el fondo, es muy difícil de beber.

Anónimo dijo...

La negación de cualquier fracaso es un error. Enmascarar cualquier tipo de sentimiento, relación o situación es el auténtico fracaso.
Sólo debemos "beber" lo que no depende de nosotros que cambie, lo que está fuerta de nuestra voluntad y posibilidad.
Lo contrario creo que no sería ni cristiano.

Analía dijo...

Gracias Manuel.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho esta imagen de Nouwen, y me ha hecho pensar también en lo que supone imaginar nuestra vida como una copa que debemos beber hasta el fondo. Puede parecer difícil, pero es cierto que sólo cuando abrazamos nuestra vida sin temor somos capaces de superar obstáculos y alcanzar un estado de libertad y plenitud.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.