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martes, 6 de enero de 2009

Psicología y Espiritualidad 3.

Luego, en otro libro de esta misma colección (Sal Terrae, Breve), Anselm Grün desarrolla más ampliamente uno de los aspectos anteriores: La fe como nueva perspectiva. Aquí señala la fe como una manera diferente, “nueva” de ver la realidad, diversa al modo en que estamos habituados a hacerlo; de esta visión diferente de las cosas, brota una nueva conducta y un sentimiento vital.
Tres momentos tiene el desarrollo del libro:
1- Creer-Ver con empatía- Reinterpretar.
2- Amar-Aceptar con gusto-Transformar.
3- Alabar-Elogiar-Renombrar.
Para Grün la esencia de la fe consiste en una buena visión de la realidad: veo bien el mundo y lo reinterpreto enfocándolo hacia el ser bueno. Si considero que una cosa es buena y amable, entonces la acojo con gusto y la hago parte de mí, es decir “le doy un nuevo nombre”.
El amor deriva de la fe. Hay un vínculo entre creer, amar y alabar, que es para Grün la estructura fundamental del mensaje cristiano. La fe nos introduce en una nueva vida, una nueva forma de ver la realidad; el amor es la nueva conducta, y la alabanza, la expresión de un nuevo sentimiento existencial.
1- El creer supone reinterpretar la realidad, y hacerlo desde la bondad de Dios, creador y redentor. La Sagrada Escritura es en concreto un modelo de reinterpretación de la realidad. Este modelo de comprensión es un modelo de luz. Dios vio que era bueno, y envió a su Hijo para darnos vida. Creer significa asumir la mirada de Jesús sobe el mundo y sobre el prójimo. Como decía arriba: mirar con empatía, con bondad, con perdón. La fe reinterpreta todo, ve lo bueno que hay en el otro.
2- Cuando vemos algo con ojos nuevos, también lo abordamos de modo diferente. El modelo de interpretación de la fe lleva al modelo de comportamiento del amor. Si veo algo como bueno, lo acepto con gusto, lo cuido. La fe ve; el amor actúa. El amor no sólo trata bien, sino que hace bueno. Despierta a la vida lo bueno que la fe ha descubierto al reinterpretar la realidad. El amor transforma la realidad, así como la fe la reinterpreta.
3- La alabanza es la forma más auténtica de la existencia humana. Donde hay vida, hay alabanza.; la alabanza es esencial al ser humano. Ella cambia el nombre de las cosas. En la Escritura nombrar las cosas es de algún modo participar de su creación, recrear; cuando el amor nos hace alabar, estamos recreando la realidad, y al mismo tiempo haciendo crecer la fe y el amor Es una dinámica de crecimiento, de potenciación de lo mejor de nuestro ser.
Aquí hemos visto como hay un acercamiento a lo que significa la fe, entendida desde una dimensión particular, y como, utilizando categorías y conceptos de la psicología, podemos ayudar a comprender y vivir de otra manera lo que quizá era simplemente un sentimiento superficial o una costumbre exterior... (Continuará)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cualquier realidad sin amor es una realidad muerta. Los días y las horas vacíos de pasión y amor, son naufragios en el espacio y en el tiempo. Existimos, pero no somos, porque tenemos desnuda el alma, rota la ilusión y cerrada la puerta de la esperanza.

Anónimo dijo...

Leyendo esta entrada puedo ver cuánto aporta realmente la psicología a la mejor comprensión del mensaje cristiano y a su correcta "encarnación", pues es muy importante la persona que recibe el mensaje, su dimensión humana, su naturaleza. También para una vivencia sana de la fe, sin extremismos ni fundamentalismos.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.