Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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miércoles, 5 de diciembre de 2012
UN NUEVO HORIZONTE...
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
4 comentarios:
Causa respeto leer ahora esta carta sabiendo el tipo de muerte en principio tan sorpresiva que tuvo Thomas Merton.
Agradecido por el aporte.
Su nuevo horizonte es un lugar privilegiado, en un país pobre, y al lado de otro (Haití) más pobre aún.
Conociendo la zona en la que se ubica el centro de espiritualidad, y como vive una gran parte de la población dominicana (muchos han tenido que salir del país, otros mendigan en las zonas de turismo de lujo, la mayoría carece de viviendas con suficiente dignidad y comodidades), me parece un escándalo que una orden que se califica de "descalza" y sigue a Cristo, viva en un edificio de esas pretensiones y características idílicas.
Pero como no nos hemos caído de un guindo, sabemos el objetivo de tanta comodidad y belleza: captar a futuros integrantes para la orden del Carmelo, y obtener fondos con la gente de los grupitos que vayan a se dirigidos espiritualmente.
Negocio redondo, oiga.
Muy cierto lo que expones, Julio César. Yo no conozco RD, pero si otros países de ese entorno y del entorno africano. Y sucede así, todas las congregaciones y diócesis utilizan esas artimañas para atraer a las " vocaciones", y se benefician de chicos y chicas que responden a la "llamada", a la llamada del hambre y las comodidades. Para eso los llevan a esos lugares privilegiados, generalmente apartados, y les someten a una especie adoctrinamiento en el que les convencen de lo que le convine al obispo o al superior provincial.
Además suelen ser países en los que el clero goza de bastantes prebendas, ejercen influencia social (la población apenas tiene formación ni estudios, es muy influenciable) y el poder político le da por eso cancha y honores a las autoridades eclesiásticas.
A eso añadimos la inexistencia de clases medias. Hay pobres y muy pobres, y ricos muy ricos. A los ricos y muy ricos son también los que se trabajan en esos centros. Son fuente de dinero y favores. Son famosas y bien conocidas las donaciones de toda esa gente.
Pero soñemos con otra iglesia posible, soñemos que vendrán nuevos profetas que desmantelaran a todas estas redes de mercaderes del templo.
Confiemos en las personas que desde dentro se puedan rebelar y empezar los cambios.
Bosque, lamentablemente, tal y como está configurada la estructura institucional y el entramado de las órdenes religiosas, desde dentro no pueden hacer nada. Se lo impiden las autoridades eclesiásticas. Carecen de libertad, están atados por la obediencia y no pueden salirse ni un centímetro de lo que dicta el magisterio y las autoridades vaticanas, so pena de amonestación y castigo.
Los que lo han intentado, los que han ofrecido una visión critica y han propuesto alternativas más ajustadas al mensaje del Evangelio, han sido sancionados, penalizados con la expulsión, exilados lejos de sus puntos de origen, o apartados de la docencia: Hans Kung, J.M. Castillo, Juan Masiá, Xavier Pikaza, Eugen Drewermann, José Arregi, Jerónimo Podestá, Ariel Álvarez Valdés, Enrique Martínez Lozano, Leonardo Boff, José M. Diez Alegría, Edward Schillebeeckx, Juan J. Tamayo, Charles Curran, Lavinia Byrne, Joan Chittister, Yvonne Gebara, Teresa Berger, Jacques Dupuis, Roberto Haight, Tisa Balasuriya, y tan sólo hace unos días Roger Bourgeois (por defender el sacerdocio femenino).
He citado sólo unos pocos, los más conocidos. La lista es interminable, y en ella están los nombres de hombres y mujeres de Dios, honestos y coherentes con su conciencia y su fidelidad a Cristo.
Con respecto a la entrada de Manuel, impresiona leer los planes que Merton escribió y los que la vida escribiría para él poco tiempo después. Aunque todos, sin duda, conoceremos personalmente a alguien que le haya ocurrido algo similar. Y, como suele decirse, además siempre se van los mejores.
Esperemos que ese nuevo horizonte nos quede a nosotros todavía muy, muy lejano.
Saludos.
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