Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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sábado, 27 de septiembre de 2008
Dios: el centro del propio ser.
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
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7 comentarios:
"uno de las enseñanzas más importantes que Merton le trasmitió, y que no hubiese podido aprender en la mística clásica fue ésta: "Dios quería que yo fuera tal como era y no otro"."
Gracias Manuel por recordarme esto. Dios me quiere como soy y, si está dentro de mi, "es mas íntimo que lo más intimo mío", como dice Agustín de Hipona, no puede rechazarme. Esta comprensión me costó aceptarla durante mucho tiempo. Hoy es una realidad que vivo de forma gozosa sintiéndome hijo amado del Padre, como Henri Nouwen fue capaz de descubrir también.
Muchas gracias por el post.
Paz y Bien
Es que tenemos que ser nosotros mismos, yo de otra manera no lo entiendo.
Desgraciadamente muchas veces tenemos que vivir en la superficie porque esta sociedad o nuestro entorno nos lo exige.
Pero dentro de la medida en que podamos no debemos traicinar esas partes de nosotros que son innatas, intimas y auténticas...son las que nos conectan con nuestra esencia...con Dios.
Lo que no llego a entender muy bien es lo de que la meditación era un invento jesuítico. Yo creo que no lo inventarón ellos...me pierdo un poco en esa alegación...
Me lo explicas???
Un abrazo en este mi sábado lluvioso
MJ
Manuel, vengo siguiendo estas ultimas entradas, silenciosamente.
Ya me había quedado resonando dentro hace unos días, cuando leía lo de Ernesto Cardenal, aquello que había llegado a "aprender" en sus charlas con Merton: la vida espiritual es la vida que toca vivir, no es algo separado. Y esto que hoy volvés a compartir en el final del fragmento, "Dios quería que yo fuera tal como era y no otro".
En tiempo de búsquedas lindas, me ayuda a tener una mirada algo distinta de las cosas: la verdad de uno mismo está bien dentro, y solo si uno se anima a conectarse plenamente con lo más íntimo de uno, y a creer verdaderamente que Dios nos ama con todo lo que somos, así, gratuitamente, es que podremos acercarnos a vivir una vida plena y auténtica.
Vivo en el lado humano y sagrado de la vida, dice el canto que hace unos días dejaba en mi blog. Y es esto mismo. Lo sagardo y lo humano totalmente integrados en la vida de cada uno. Imposible separarlos.
A veces cuesta aceptar esto como una verdad; y en sí, es muchisimo más fuerte y profunda que una búsqueda de lo espiritual "recortado" de lo cotidiano, de lo meramente humano, de lo propio.
Me extendí hoy, quizás no se entienda mucho. Lo que cuenta y te agradezco, es que en estos días me hiciste pensar, y rezar algunas cosas, desde un lugar nuevo.
Así que GRACIAS.
Un abrazo.
Me satisface sentirles en sintonía y saber que reciben el mensaje, porque creo ahí está lo esencial de una sana vida espiritual, más allá de concepciones rigidas o estereotipadas.
La espiritualidad jesuita, válida por supuesto, generalizó una forma de oración mental que no es propiamente la meditación de los monjes cristianos, es más racional, y aquí Merton apostaba por una vuelta a un estilo más libre, más espontaneo.
También en esta línea va la propuesta de santidad que quiero trabajar en relación con Merton: lo que he llamado "santidad imperfecta".
P. Manuel,gracias
el estilo más espontáneo y libre de la oración que propone TM, en el silencio y la soledad-solidaria, esto está abriendo horizontes nuevos para mi propia vida.
Un abrazo fraterno,
Inés
Hola Manuel..
Cuanta paz y cuanta enseñanza se encuentra en este lugar....
Claro que Dios quiere que seamos tal como somos....
Yo no podría ser de otra manera...
en mi casa y fuera de ella...
Es maravilloso tener a Dios en nuestro corazón...
Estar con Dios y en Dios a lo largo del día, era, en realidad, tan sencillo como para un pez moverse en el agua.
Gracias Manuel por compartir todo tus escritos.. y recordárnos tantas cosas..
Podré tomar algún párrafo de tu lugar y publicarlo en mi blog...?
Por mi poquísimo tiempo ..no paso muy seguido...pero..seguiré pasando...
Un saludo cordial
Silvia
Queridos amigos y amigas, lo que publico en el blog no es mío, y siempre es una bendición que se multiplique porque busca ayudar al crecimiento de la vida interior.
Hoy comencé mis clases en la universidad, ya les contaré.
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