Como motivación a la lectura les comparto algunos pasajes de este libro:
“Para la mayoría de las personas, la comprensión de la Biblia es, y debería ser, una lucha: no simplemente para encontrar sentidos que pueden comprobarse en libros de consulta, sino sobre todo para aceptar personalmente el fuerte escándalo y la contradicción en la misma Biblia. Nuestro objetivo no debería ser simplemente eliminar esas contradicciones, sino más bien utilizarlas como vías de acceso al paradójico y extraño mundo de significados y experiencias que, aunque no formen ya parte de nuestro horizonte actual, a menudo siguen siendo extremada y misteriosamente relevantes para nosotros”.
“La Biblia es el libro de todos y cada uno, y el no creyente puede demostrar que es capaz, como cualquier otro, de encontrar en ella aspectos nuevos que el creyente haría muy bien en tomar en serio”.
“Toda lectura seria de la Biblia entraña implicación personal en la misma, y no un simple asentimiento intelectual a determinadas proposiciones abstractas. Y la implicación resulta peligrosa, porque le expone a uno a conclusiones imprevistas. Todos sabemos instintivamente lo peligroso que resulta dejarse implicar en la Biblia. El libro nos juzga, o parece que nos juzga, en términos que, a primera vista al menos, podrían parecen inaceptables para nosotros”.
“”Dejarse implicar en la Biblia no significa simple y llanamente aceptar lo que en ella se dice sin el mínimo gesto de dificultad. Al mismo tiempo significa estar dispuesto a discutir y a defenderse, con la condición de que, si se demuestra que realmente estamos equivocados, terminemos admitiéndolo. La Biblia prefiere un desacuerdo sincero antes que una sumisión fingida”.
1 comentario:
Muy a propósito para estos días en que se ha dado a conocer el documento de trabajo del próximo sínodo sobre la Palabra, la Escritura, en la Iglesia. Buscaré este libro de Merton para leerlo, y aprovecharme de su enseñanza.
Gracias, padre Manuel.
Publicar un comentario