Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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miércoles, 17 de diciembre de 2008
Un poco de verdad a la sombra de un mundo violento.
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
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3 comentarios:
Cuánta sed hay en el mundo de una simple muestra de cariño. Necesitamos el amor. Queremos un abrazo, una caricia, una sonrisa, una broma, una conversación profunda, saborear un paseo en silencio y disfrutar un parloteo intrascendente. Sentirnos vivos por ser amados y amantes.
Como decía Miguel Hernández, son muchos los mundos que podemos abrir y cerrar con los ojos y los brazos. Y como decía Thomas Merton, en la raíz de toda guerra, interna y externa, está el miedo. El miedo a que no sigan venciendo nuestras conveniencias y beneficios materiales. Para seguir cómodamente instalados en ellos somos capaces de disfrazar la verdad, ocultarnos hasta nosotros mismos, y utilizar todo, incluida la violencia. La gran ironía y paradoja es que así, los únicos derrotados somos nosotros mismos, porque convertimos en desgracia cada uno de nuestros días.
Comparto este poema de Olaizola:
NOCHE DE PAZ
Canto paz por quienes enmudecen
porque sienten su ausencia y su tardanza,
los que sufren, perdida la paciencia,
quienes callan, cautiva la esperanza.
Pido paz, que muchos no la alcanzan
si falta de sus mesas el sustento,
si olvidaron sus cuerpos los abrazos,
si pueblan sus hogares los silencios.
Digo paz, y anunciarla ya es canto
de niño, Verbo, carne y Dios eterno,
que incendia con ternuras lo apagado,
que da lumbre y abrigo a tanto invierno.
Hablo paz, villancico y misterio,
que convierte una noche en Noche Santa.
Rezo paz, miro al mundo y prometo
cantar la paz para quien no la canta
(JM R. Olaizola)
Uno de los aspectos más admirables de Thomas Merton es su apertura, desde su experiencia monástica, a las necesidades del mundo. Su sensibilidad, además, a cuanto de buen hay en él. Se siente solidario con todos, y enseguida hace patente esa cercanía de un modo u otro. Sabe que han de juntarse los buenos para empujar el carro: el de la paz frente a la guerra, el del amor frente a la violencia, el de la solidaridad frente a injusticia.
Qué actual el pensamiento de Thomas Merton en nuestro mundo, cada día más violento.
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