Soy además una persona LLAMADA por Dios; llamada desde la eternidad y para la eternidad. Es evidente que a ese llamamiento respondo mal y que a ese amor que Él me da soy muy a menudo infiel. Por eso soy también una persona PERDONADA por Dios. NO debemos vivir con sentimientos de culpa, pues vivimos bajo el signo del perdón, bajo el signo de la Gracia.
Soy una persona ENRIQUECIDA por Dios: por todo lo que la naturaleza me ha dado, por la Gracia de Dios que me acompaña siempre, por los dones y la fuerza del Espíritu, que habita en mí. Puedo decir aquello de San Juan de la Cruz: “Todo es mío, porque Cristo es mío y todo para mí”.
Soy una persona ENVIADA por Dios a vivir en la luz de su Gracia, a anunciar su Reino, a dar el fruto de su Espíritu; enviada a la región de la paz, de la alegría y del amor.
Soy, definitivamente, una persona BENDECIDA por Dios.
Puedes leer: Romanos 8, 31-39
2 comentarios:
Sencillamente, precioso Padre, esto que has escrito hoy, me ha llegado muy adentro. Hoy..., y a esta hora que vuelvo a casa con un corazón casi nuevo y con el propósito de no dejarlo envejecer por la costumbre...,ni por la rutina. Por que hoy he sentido en varias ocasiones los mensajes que la brisa deja en nuestros corazones...
Jose
Querido Manuel:
Esto, así,con otras palabras pero con el mismo sentir, es lo que rezo por estos días, lo que me envuelve por estos días, haciendome sentir en medio de Dios áún en mi smomentos de olvido, de pecado, de falta de "mérito". Por estos dias ponía en mi blog que nuestra mayor esperanza es su promesa "YO estaré con ustedes SIEMPRE hasta el fin del mundo". Este SIEMPRE,es genial, es un Dios que nos conoce, ama, llama, perdona, enriquece, envía,bendice...SIEMPRE...SIEMPRE...SIEMPRE...(incluso cuando alguno no se lo pidiera, no lo pensara o no lo quisiera). Qué lindo comenzar mi mañana con esta certeza de Amor. Que tengas un buen día!
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