No debemos malinterpretar el nacimiento de Dios como si pudiéramos disponer de Dios. C.S. Jung dice que la persona debe saber que es solamente el establo en el que nace Dios. No somos un palacio que alberga a Dios. No merecemos que Dios esté en nosotros. Tampoco lo mereceremos ni aun con ascetismo ni oración ni con meditación.
Somos apenas el establo. Y en este establo, hay estiércol y suciedad. No es necesario ocultar lo impuro que hay en nosotros. Dios nos dignifica habitando en nosotros a pesar de todo. Pero necesitamos de la celebración de la Navidad para poder creer. Pues por nosotros mismos, no podemos creer. En nosotros, vemos muchas veces sólo lo oscuro, lo enmarañado, los límites y las flaquezas. Nos percibimos muchas veces muy lejos de Dios. Tenemos que tener ante nuestros ojos el recuerdo de que Dios ha nacido en el pesebre, en el establo, rodeado de bueyes y burros, y que justamente los pastores, las zonas menos agradables de nuestra alma, deben venir para adorar a este niño, mientras que nuestra razón, por ser la zona más noble, se retira disculpándose: “No hay lugar en la posada”. Y necesitamos villancicos y velas para creer que el nacimiento de Dios puede lograr en nosotros un nuevo sonido con nuevas cuerdas.
Anselm Grün.
2 comentarios:
solo una apreciacion sobre el tema,
es verdad, comparto el hecho de ser un establo, lleno de debilidad y mas aun de indignidad, pero es Dios quien quiso habitarlo, quien quizo hacerse carne para hacernos parte de la herencia celestial...
yo no soy digna, ninguno de los seres humanos lo son, aun asi Dios quiso... ¿Quienes somos para negarnos a eso? debemos adorar su Misericordia preciosa e infinita, nosotros no tenemos nada propio, porque somos Creaturas, no Creadores, es Dios el que embellese nuestras almas con su presencia, nosotros, tan solo tenemos que dejarlo....ademas una aclaracion, teologicamente el ser esta formado por alma y cuerpo... lo mas perfecto por su semejanza con Dios, es el alma, que a la vez tiene tres, por decirlo de alguna manera, niveles; estos son: la razon, la voluntad y por ultimo los instintos.... con la razon, conosco a Dios, con la voluntad lo amo y a mis instintos los inclino hacia El...
bueno, bye....
Gracias, Gaby, tu eco ha llegado después de mucho tiempo puesta la entrada, pero vale igual, y casi ya estamos de nuevo en navidad. Algun comentario: esa teología que apuntas no es necesariamente la única, pues biblicamente hablando el ser humano no es cuerpo y alma, sini más bien es cuerpo, espíritu y alma, que son inseparables y forman una unidad. Cuando hablamos de un ser humano, creatura de Dios, no podemos separarlo, ni decir esta parte es buena y aquella mala. La imagen del "establo", tomada por Grün de la tradición católica, de los Padres, refiere a nuestra condición creatural, a nuestra nada, peero a la vez apuntaa nuestra grandeza, que está en ser "hijos" en el HIJO.
Ojalá que sigas pasando por acá, y desde ahora Feliz Navidad.
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