Seguidores

miércoles, 15 de abril de 2009

Contacto Genuino.


El 15 de marzo de 1968, Thomas Merton escribió una carta a Czeslaw Milosz, uno de los más importantes escritores y poetas polacos del siglo XX, y en ella le decía:


"No puede usted decir nada sobre la Iglesia que pueda perturbarme. Si permanezco en la Iglesia es a partir de un amor desilucionado, y del darme cuenta de que no podría ser feliz afuera, aunque no tengo garantías de ser feliz adentro tampoco. En efecto, "mi felicidad"no depende de alguna institución o cualquier establecimiento. En cuanto a usted, usted forma parte de mi "Iglesia"de amigos que de muchas maneras es más importante para mí que la institución".


Un tiempo antes le había dicho también: "La Iglesia es, afortunadamente, un misterio que está fuera del alcance de la burocracia, aunque a veces nos tiente el poner eso en duda"


A otro poeta, Clayton Eshleman, le dice en 1966:

"En cuanto a las diferencias entre nosotros, tú eres quien parece preocupado por ellas. Tal vez ayudaría distinguir entre las diferencias del grupo con el cual estoy asociado y mis diferencias. Ellas no son las mismas. No debo ser identificado simplemente con un equipo y me molesta cuando lo haces. Entonces me pongo a la defensiva por ello, y eso hace que la diferencia luzca mayor de lo que es. Pero por supuesto diferimos y no veo que haya nada errado o sorprendente en ello. Difiero de un gran número de personas, y de hecho hay muy pocos con quienes coincido en un total de áreas diferentes al mismo tiempo".


Al primero de los interlocutores citados, Milosz, Merton le dice cuál es la clave para dialogar:


"La amistad es el asunto primero y más importante, y el cemento verdadero de la Iglesia construida por Cristo. Soy lo suficientemente solitario como para valorizar mucho todo contacto genuino...".

3 comentarios:

Don Cogito dijo...

Milosz es autor fundamental todavía a descubrir, en buena parte, por el publico en castellano. Hace untiempo en mi/tu blog traduje alguna de esas cartas que escribió a Merton La puedes leer aquí:
http://papelesdedoncogito.blogspot.com/2008/03/y-una-carta-de-czeslaw-milosz-thomas.html

Mil gracias otra vez por este blog tan estupendo

Joaquín

PD: en ese libro, la pena es que no aparecen las contestaciones de los intelocutores de Merton....

Manuel dijo...

Gracias, Joaquín; sí, he leído las cartas en tu blog. Tienes razón, con las cartas de los interlocutores la lectura habría sido más rica. Feliz Pascua.

Anónimo dijo...

De eso trata este blog justamente, de genuinos contactos espirituales, tan necesarios en un mundo plural como el nuestro, y que en ciertos contextos se echa mucho de menos. Gracias a Manuel por ofrecer este oasis para la meditación y la reflexión, para que los que anhelamos un mismo destino nos sostengamos mutuamente con la oración. Feliz Pascua.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.