La oración no es más que establecer contacto con Dios. Es una comunicación con Dios, y no necesita ser con palabras ni aun con la mente. Uno puede comunicarse con la mirada, o la sonrisa o los suspiros, o con actos. Fumar puede ser también una oración, o pintar un cuadro, o mirar el cielo, o beber agua. De hecho todos nuestros actos corporales son oración. Nuestro cuerpo formula una profunda acción de gracias en sus entrañas cuando sediento recibe un vaso de agua. O cuando en un día de calor nos zambullimos en un río fresco, toda nuestra piel canta un himno de acción de gracias al Creador, aunque ésta sea una oración irracional, que puede ser sin nuestro consentimiento, y aun a veces a pesar nuestro. Pero todo lo que hacemos podemos hacerlo oración El trabajo es una oración existencial. Y el Señor dijo a Angela de Foligno que Él se complacía en todos los actos de ella, lo mismo cuando comía o bebía o dormía; que se complacía en todo su ser y en el ejercicio de todas sus funciones orgánicas”.( Tomado de: “Vida en el amor”, Ernesto Cardenal)
Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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jueves, 26 de julio de 2007
Ernesto Cardenal. La oración.
La oración no es más que establecer contacto con Dios. Es una comunicación con Dios, y no necesita ser con palabras ni aun con la mente. Uno puede comunicarse con la mirada, o la sonrisa o los suspiros, o con actos. Fumar puede ser también una oración, o pintar un cuadro, o mirar el cielo, o beber agua. De hecho todos nuestros actos corporales son oración. Nuestro cuerpo formula una profunda acción de gracias en sus entrañas cuando sediento recibe un vaso de agua. O cuando en un día de calor nos zambullimos en un río fresco, toda nuestra piel canta un himno de acción de gracias al Creador, aunque ésta sea una oración irracional, que puede ser sin nuestro consentimiento, y aun a veces a pesar nuestro. Pero todo lo que hacemos podemos hacerlo oración El trabajo es una oración existencial. Y el Señor dijo a Angela de Foligno que Él se complacía en todos los actos de ella, lo mismo cuando comía o bebía o dormía; que se complacía en todo su ser y en el ejercicio de todas sus funciones orgánicas”.( Tomado de: “Vida en el amor”, Ernesto Cardenal)
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
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1 comentario:
Ernesto Cardenal, sacerdote nicaraguence fue novicio de Thomas Merton en Getsemaní, y aunque abandonó despues el monasterio por razones de salud siguió siendo muy cercano a este y mantuvo con él una asidua correspondencia. Está considerado uno de los discípulos de Merton y una místico en el más amplio sentido de la palabra.
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