Qué es la gracia y de qué manera nos transforma, sólo lo podemos reconocer cuando hemos caído y, sin fuerzas, constatamos que jamás podremos cambiar y mejorar, que por nuestros medios no podremos orientar nuestra vida hacia Dios. Experimentar la impotencia es la condición para nuestra transformación más radical; se da cuando extendemos las manos vacías a Dios y sólo Él las puede llenar. No nos transforma nuestra acción, sino que Dios nos transforma cuando nuestra acción ha llegado a cierto límite.
Experimentar y sufrir tiene más efecto que desear. La experiencia nos transforma. En cada sufrimiento que se presenta, hay una posibilidad de transformación. Naturalmente, el sufrimiento no transforma inmediatamente Puede resultar amargo y encerrarnos en la soledad. Pero, si en el sufrimiento consideramos que Dios nos anima y lo soportamos en su presencia, entonces, nos puede transformar completamente y con nuevas cualidades.
(Continuará….)
No hay comentarios:
Publicar un comentario