Las manos de María.
Entrelazadas y quietas en el silencio de la tarde,
Como dos pájaros que cantan en las ramas de un árbol,
Como el batir de alas de los ángeles.
Recogiendo siluetas, juntando ramilletes de dolor
Y transformándolos en risas y en milagros.
Enamorando a Dios y conquistándolo para nosotros.
Abiertas a la lluvia, al niño y a la aurora, consolando
Y sanando. Calentándonos el alma en el invierno,
Provocando en nosotros la gracia de ser hijos.
Nostalgia de absoluto, reflejo trinitario,
Ternura maternal, fidelidad y fuerza:
Las pequeñas y frágiles manos de María.
Manuel Enrique Valls, ocd.
16 de julio de 2003.
1 comentario:
Es un hermoso poema, salido de una experiencia mariana muy personal, y libre de ciertos clichés que acostumbramos a ver.
Ese motivo de las "manos de María, es de Merton?
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