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miércoles, 30 de enero de 2008

Cuando la vida nos habla.


El himno del Sol

"El Sol nos habla, con lenguajes de luz. Al ojo en sí, a las embajadas del corazón en la piel, a los fotoreceptores del alma. Una fiesta de destellos. Una caravana que comienza en el infinito y acaba en el horizonte donde se incuban las visiones. Es un arcoiris universal que habitualmente no nos detenemos a acunar, ni dejamos que sus ondas germinen éxtasis en el jardín de los misterios. Aureola invisible. Espejo inductor de reflejos que tintinean amaneceres. Marea espacial que nos envuelve por completo cuando bajamos los párpados para dormir y suponemos que el Sol se ha ido a visitar a los seres atareados del otro hemisferio. Dentro de la noche persiste su luminosidad. Disfrazada de oscuridad.

La vida tambíen nos habla, con dialectos de fuego. Todo es energía hasta en la más remota de nuestras células. Y alguna vez, cuando esta galaxia se esfume en una ceremonia ígnea, persistirán risas de niños y suspiros de amantes: el tiempo no borra los incendios de la inocencia, los graba indelebles en el universo. Lo que llamamos muerte es el espacio del salto de una forma a otra, de un color a otro, porque más allá de los violetas y los rojos están los blancos ígneos (que atisbamos en el seno de la llama de una vela) y los negros áureos (cuando al cerrar los ojos la retina se anima a recomponer los esferogramas del cosmos). Vivir es permitir que la eternidad baile en la sangre.Lo humano es una provincia de la existencia total. Los monumentos que alzamos, volverán a ser polvo. Todo se integra, se desintegra y se reintegra. Llamamos materia a la fotografía de una partícula de realidad que en el pabellón de la mente logra constituir un significado, pero que en el aliento de Dios no resulta nada más que un sabor fugaz. Sólo tenemos el instante. Pero al respirar no advertimos que el aire es luz trasformada en gas. Sabemos que todo cuerpo tiene irremediablemente un final y creemos que disimulándolo evitaremos el desenlace. En verdad, quien se dispone a dejar que el Sol brille en sus fibras, hace que a la vez su ser se sumerja en el Sol, simple portal de otros nódulos solares.No temas al silencio, que no es vacío sino dimensión sin fronteras. No te escapes de la soledad, que no es desamparo sino desnudez de artificios. Quien se permite callar de verdad y detiene la gritería de la nada, descubre que en silencio titila la música de las esferas, como una sinfonía de rayos y frecuencias. Polaridad de encuentros. Cristal de emociones. Quien se aparta momentáneamente de la manada, advierte que cada cual es el filamento de un reflector supremo, cuya longitud de onda se llama alabanza. Cátodo espiritual, ánodo angelical. La Santa Sabiduría. Por eso son tan cruciales los desiertos verdaderos. Porque albergan la llave de la revelación. Las raíces del Sol".


Miguel Grinberg.

1 comentario:

mj dijo...

"El Sol nos habla, con lenguajes de Luz" "No temas al silencio, que no es vacío sino dimensión sin fronteras."
Tremendamente precioso este texto y los de los últimos días.
Con tu blog no voy a necesitar comprarme más libros, jaja...
Un saludo
Jose

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.