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jueves, 24 de enero de 2008

La mirada "católica" de Thomas Merton.2


"Creo que no debemos sentirnos muy seguros de haber hallado a Cristo en nosotros mismos hasta que no lo hallemos además en el sector de la humanidad más remoto del nuestro. A Cristo no se lo encuentra en altisonantes y pomposas declaraciones sino en el diálogo humilde y fraterno. Se encuentra menos en una verdad impuesta que en una verdad compartida".
Thomas Merton. Carta a Pablo Antonio Cuadra sobre los gigantes, 1962. Mutantia (zona de lucidez implacable), Ediciones del Psiconauta, Buenos Aires, 1981.

"El azar de la busca espiritual es, precisamente, que la determinación de su autenticidad no puede ser dejada a nuestro propio juicio aislado y subjetivo. el hecho de que yo la acepte no prueba nada, como tampoco lo haría el que la rechazara. No nos limitemos a crear nuestras propias vidas en nuestros propios términos. Cualquier intento de hacerlo así es una afirmación de nuestro yo individual como algo definitivo y supremo".
Thomas Merton, Reflexiones sobre Oriente. La filosofía oriental a la luz del misticismo occidental. Cap. El hinduísmo (traducción de Joaquín Adsuar Ortega). Ed.Oniro, Barcelona, 1997.

"Vivimos en un tiempo de malos sueños, en el que el científico y el ingeniero tienen el poder de darle forma externa a los fantasmas del inconsciente del hombre. Los relumbrantes proyectiles que cantan en la atmósfera, listos para pulverizar las ciudades del mundo, son sueños de gigantes sin centro. Sus circunvoluciones matemáticas son hieráticos ritos de chamanes sin credo. No es prohibido desear que sus sueños hubieran sido menos sórdidos".
Thomas Merton. Carta a Pablo Antonio Cuadra sobre los gigantes, 1962. Mutantia (zona de lucidez implacable). Ediciones del Psiconauta, Buenos Aires, 1981.

"Los mayores actos de inhumanidad han sido perpetrados precisamente en nombre de la ‘humanidad’, la ‘civilización’, el ‘progreso’, la ‘libertad’, ‘mi patria’ y, desde luego, ‘Dios’. Esto nos recuerda que en el cultivo de una conciencia espiritual interna existe un peligro de autoengaño y narcisismo, una rigurosa evasión de la verdad fomentada por uno mismo. En otras palabras: la tentación para las gentes de mente religiosa y espiritual es cultivar un sentido interno de lo correcto o de la paz, y hacer de esta sensación subjetiva la prueba o test final de todo. Mientras este sentimiento de lo justo siga con ellos, serán capaces de hacer cualquier cosa. Pero esta sensación interna (como han demostrado Auschwitz y el caso de Eichmann) puede coexistir con lo más definitivo de la corrupción humana. El azar de la busca espiritual es, precisamente, que la determinación de su autenticidad no puede ser dejada a nuestro propio juicio aislado y subjetivo. El hecho de que yo la acepte no prueba nada, como tampoco lo haría el que la rechazara. No nos limitemos a crear nuestras propias vidas en nuestros propios términos. Cualquier intento de hacerlo así es una afirmación de nuestro yo individual como algo definitivo y supremo".

Thomas Merton, Reflexiones sobre Oriente. La filosofía oriental a la luz del misticismo occidental. Cap. El hinduísmo (traducción de Joaquín Adsuar Ortega). Ed.Oniro, Barcelona, 1997.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mientras leía estos textos de Merton me preguntaba por qué el título de estas entradas hablaba de mirada "católica". Estuve pensando un buen rato, y entonces comprendí: católico significa universal. Merton llegó a comprender la verdadera dimensión de esa palabra, y estos textos lo confirman. Gracias, padre manuel.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.