Estar en Cristo es sentirse amado por Él incondicionalmente, lo cual redime de muchas heridas interiores. Significa ver caer, uno a uno, los muros que la sociedad levanta contra los diferentes.
Estar en Cristo es descubrir que nacen alas, que tenemos un poder interior, y que el orden real del universo no es aquel que piensa la mayoría, sino otro, que Jesús llamó Reino de Dios.
Estar en Cristo es ir llenándose de paz, de una paz nueva, que ningún acontecimiento exterior, o interior, puede arrebatarnos.
Estoy en Cristo, estoy cerca, estoy en paz.
(18 de febrero de 2000)
2 comentarios:
Nada más sencillo y a la vez tan tremendo. Nada más insondable que mirarle y así dejar que El nos modele.
Gracias por tus palabras en mi blog. Tu opinión cuenta mucho para mí. Ayer te eche de menos por este espacio tuyo y de tantos...
Un abrazo
Jose
Gracias Manuel, por esta reflexión de "ESTAR EN CRISTO" me ha hecho releer un libro que me ayudó mucho en su momento y al que vuelvo de vez en cuando, se llama "MORAR EN DIOS" de Jean Lafrance.
¡Oh Jesús, enséñame no sólo a vivir contigo, sino a morar en ti!
Morar, permanecer, vivir en Jesucristo. Jesús es alguien que ama, que permanece, y que quiere que se permanezca en él
"permaneced en mi"
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