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miércoles, 26 de diciembre de 2007

Salvados por la confianza.( Thomas Merton)


“Cristo, luz del mundo, ha nacido hoy, y puesto que ha nacido para nosotros, ha nacido en nosotros como luz y por tanto, los que creemos hemos nacido hoy a una nueva luz. Eso es decir que nuestras almas han nacido a nueva vida y nueva gracia al recibirle a Él, que es la verdad. Pues Cristo, invisible en su naturaleza, se ha hecho visible en nuestra naturaleza. ¿Qué otra cosa puede significar esto, sino que primero se hizo visible en Su Iglesia? Quiere ser visible en nosotros, vivir en nosotros, y salvarnos mediante Su acción secreta en nuestros corazones y en los corazones de nuestros hermanos. Así, hemos de recibir la luz de nuestro Salvador recién nacido, por la fe, para manifestarlo por nuestro testimonio en alabanza común y por las obras de nuestra caridad mutua”.

(La palabra LUZ está siempre vinculada con Cristo; tanto en la Escritura, en los textos de nuestro Breviario, en las oraciones litúrgicas, etc, siempre aparece Cristo vinculado a la luz. Él es luz para nosotros, luz para el mundo. Me gusta usar esa imagen en mis meditaciones, me gusta imaginarme lleno de esa luz
El texto de Merton habla también de “su acción secreta en nuestros corazones”. Es el obrar de Dios imperceptible para nosotros, pero siempre actuante, pues Dios nunca deja de trabajar en nosotros).

“Nacemos hoy en Cristo a ese abrazo y a esa paz. ¿Puede sorprendernos que sintamos en nuestros corazones la exultación de la luz divina que afluye a nuestro espíritu desde la presencia del Salvador recién nacido y nos transforma de gloria a gloria en Su imagen?”

“En todas sus oraciones, la Iglesia nos sumerge en la Luz de Dios que brilla en la oscuridad del mundo, para que seamos iluminados y transformados por la presencia del Salvador recién nacido, y así nazca y viva verdaderamente en nosotros haciendo que todos nuestros pensamientos y acciones brillen en Él mismo”.

“No tengan miedo de Él. Dios se ha vaciado de Sí mismo y ha venido a nosotros como niño, para que los que no hemos sido salvados por el temor, sino sólo destruidos por él, recobremos ahora ánimo y nos salvemos por la confianza”.
(Todos los textos son de "Tiempos de Celebración", Thomas Merton)

1 comentario:

mj dijo...

Al comenzar un día, uno se tendría que preguntar cual es la luz del hoy, para que la ilusión siempre esté presente. El sentido de las cosas no sólo se encuentra sino que se hace.
Jose

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.