14 de febrero: Es el día del Amor, signo muy especial para comenzar este cuaderno, y que necesariamente recogerá las vivencias de Cuaresma y Semana Santa de este año. Justamente el mensaje del papa está centrado también en el amor, por lo que lo recibo como una invitación del mismo Dios para vivir este tiempo en la misma clave. Como acontecimientos destacables de las últimas jornadas han estado la visita a la Feria del Libro y la celebración de los 80 años de una hermana de mi abuela, excelente y sufrida mujer, que ha servido a toda la familia, incansablemente.
15 de febrero: Es muy importante que me trate a mí mismo con el amor y el respeto que merece un querido hijo de Dios. También que recuerde que el amor de Dios transformó mi vida y ha sanado mis heridas interiores de una manera muy especial. Sé que Dios me ama tal como soy, por lo tanto, mientras trabajo espiritualmente por ser mejor, conservo la paz y no soy devastado por las críticas. Puedo reconocer cuando me equivoco, pero celebro mi apasionamiento por las cosas que valoro con todo mi ser.
Anoche en la parroquia celebramos la Eucaristía con motivo del día del amor: tuvimos bendición de matrimonios, y cantos al final. Fue un encuentro hermoso, donde todos parecían sentirse a gusto, y yo también lo estuve. Contento además por haber conversado con Alex en la mañana.
16 de febrero: En la tarde de ayer volví con Ray a visitar la Feria del libro, y encontré algunas cosas interesantes, que me garantizas unas cuantas horas de buena lectura. Para esta mañana tengo el encuentro de espiritualidad en la parroquia, donde quiero terminar de comentar los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos. El tema ha encontrado receptividad, y he podido conseguir incluso que algunos miembros de AA participen en los encuentros. Para mañana, los jóvenes quieren que les hable sobre la castidad y el celibato; imagino algunas de las preguntas que me harán, pues son muy audaces y desinhibidos a la hora de cuestionar algunas cosas, aunque también son sensibles a valores espirituales que intuyen y buscan conocer.
17 de febrero: Mi gata se ha paseado por encima de mi mesa de trabajo, y ha dejado las huellas de sus patas sobre este cuaderno. El tiempo ha cambiado desde ayer en la tarde: llueve y hace fresco, y anuncian frío para los próximos días. Estuve leyendo algunos libros comprados en la feria, y además compartí con Ariel y unos amigos suyos de Matanzas que se quedaron en la parroquia este fin de semana.
Voy preparándome anímicamente para el comienzo de la Cuaresma: releo los textos habituales, y especialmente recurro a Merton, que tanta luz me dio en el último Adviento. Citándolo, debo tratar de “ser capaz de encontrar realidad donde esta no es visible con los ojos de la carne” (Diarios I, 194). Quiero decir, recrear desde Dios toda mi vida, encontrando luz en la oscuridad, alegre y esperanzado siempre, a pesar de todo y de mí mismo.
18 de febrero: Cumpleaños de mi amiga Bárbara. En el evangelio Jesús nos invita a amar a nuestros enemigos, presentando la llamada “regla de oro de la moral”. Animado por Ángel, otro amigo que vive ahora en España, acabo de crear un blog personal para hablar de Thomas Merton.
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