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lunes, 17 de marzo de 2008

En busca del Ser esencial.

Introducción.

Esta entrada intenta responder de alguna manera las dudas de algunos amigos y amigas del blog respecto al sentido de ciertos conceptos que aparecieron en unas entradas anteriores; es por tanto no una cita textual del autor en cuestión, sino más bien la recreación de algunas de sus ideas.

Enfrentado al mundo en que vive, el hombre descubre la necesidad de un cambio. El desasosiego interior que experimenta cuando se adapta acriticamente a su entorno, cuando vive sólo en su dimensión racional, cuando se siente cautivo y condicionado por el tiempo y el espacio, le hace comprender que está ignorando una parte esencial de sí mismo.
La llamada a la meditación corresponde entonces a una necesidad de cambio de orientación para poder superar ese triple desasosiego. Entendida así, la meditación es el camino de la libertad. Pero el hombre ha de despertar de su sueño para poder comprender la necesidad de meditar, y para ello ha de ser tocado de alguna manera, quemado tal vez sería la palabra justa, para que esa aflicción le abra a lo que llamamos Ser esencial.
Tenemos entonces que adentrarnos en este camino, y preguntarnos cada día por qué y cómo meditar; mediante un ejercicio perseverante, “necesita dominar una técnica, formando de ella una segunda naturaleza que llegue a ser algo tan instintivo como su propia respiración”.
Meditar es practicar sin descanso.

¿Qué es meditación? Para nosotros, el instrumento de apertura al ser esencial. Usamos el término meditación cuando hablamos de ejercicios de silencio y calma, cuando penetramos el sentido de un texto o una imagen sagrados, y todo eso ayuda a reavivar y regenerar la fe tradicional, pero necesitamos ir más allá.
Queremos que la meditación sea un ejercicio iniciático.
Iniciar significa abrir la puerta del misterio.
“Nosotros mismos somos ese misterio en nuestro Ser esencial, ya que es la manera en que la Vida divina vive en nosotros y en todas las cosas y que tiende a tomar forma en el mundo a través de nosotros”.
Que esté claro: el Ser esencial no es una simple idea, no es una cosa, un objeto, no es producto de una imaginación piadosa.
Es el contenido de una experiencia que tiene carácter de revelación.

El ejercicio y la vida iniciática buscan la unidad con el Ser esencial. Pero como no es algo que se pueda encontrar como si fuera un objeto, está más allá de lo alcanzable. Es algo que presentimos a través de experiencias transformadoras, y que nunca deja de ser un misterio. Una vez que se muestra, vuelve a esconderse, sobre todo cuando el hombre se empeña en definirle.

“Toda fe religiosa implica una actitud de abandono del corazón, en la cual, y porque no se intenta descifrar el misterio, este habla”.

Unirse al Ser esencial es unirse al misterio. Pero este es un camino largo, y sólo cuando el mundo en que vivimos desaparece del horizonte y nos sumerjamos en la oscuridad aparecerá la luz del gran secreto.

Meditar quiere decir transformarse.
Convertirse en un hombre nuevo, anclado conscientemente en su Ser esencial. Es dejar de vivir sólo según su naturaleza y mirando constantemente al mundo contingente, para vivir en un mundo nuevo por medio del conocimiento, la creación y el amor.
Claro está, muchos no lo entenderán. Es necesario estar en determinada etapa del camino para tomar en serio la meditación iniciática, progresar en ella y trabajar sobre uno mismo, mientras se percibe lo sobrenatural.

La meditación y la vida iniciáticas gravitan en torno a dos polos: la experiencia del Ser esencial, redentor y liberador, y la transformación, creadora de una forma individual que tiene su base en el Ser esencial. Esta forma del Ser personal es la que mantiene al hombre en contacto con su esencia para que, conforme a la imagen innata en él, la manifieste continuamente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que son muy ricas estás ideas en torno a la meditación, y especialmente para esta semana las que nos acercan al sentido del sufrimiento. GRacias, padre por compartirlas con nosotros.

mj dijo...

Vivimos siempre en la espera, en la inquietud, en la esperanza de que ocurra lo que deseamos y en la desconfianza de que ocurra lo que tememos. La mayoria de las veces pensamos que nuestros problemas se deben a las situaciones o a los demás, pero nos cuesta ver que no es verdad. Este sentimiento de frustación y de insatisfacción que sentimos, viene por nuestras propias limitaciones.
Dejar que la mente viva el presente y abandonarse es lo que más cuesta.Sobre todo la actitud de abandono del corazón,
Por eso es necesario la meditación, para llegar a esa unión con el ser esencial, de la que hablas.
Estoy deacuerdo, pero es un camino largo y nada fácil; pero es el único que hay para llegar a la liberación y al despertar de su sueño y llegar a uno mismo.
Un saludo
Jose

Anónimo dijo...

La meditación permite descubrir una nueva dimensión para vivir, la de la gratuidad y la confianza. Permite descubrir la propia verdad de nuestra ser, conectada siempre a la Verdad, a Dios, y así somos renovados en nuestra identidad eterna. Estas reflexiones resultan muy iluminadoras, porque dan una extructura a lo que vivimos cotidianamente casi sin saberlo. Buena Semana Santa para todos.
Sergio.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.