Tú curarás mi alma cuando quieras hacerlo, porque he confiado en Ti.
No quiero volver a herirme con los pensamientos y las preguntas que me han rodeado como espinas: es una penitencia que Tú no me pides.
Tú has creado mi alma para Tu paz y Tu silencio, pero ella está herida por el ruido de mi actividad y mis deseos. Mi mente está crucificada todo el día por su avidez de experiencia, de ideas, de satisfacción. Y no poseo mi casa en silencio.
Pero yo fui creado para Tu paz, y Tú no vas a desdeñar mi anhelo de alcanzar la santidad de Tu profundo silencio. Señor mío, no me dejarás eternamente en esta congoja porque he confiado en Ti, y esperaré, en paz y sin quejarme más, Tu buena disposición. Y lo haré en honor de Tu gloria.
Estoy contento de que estas páginas me muestren tal y como soy: inquieto, lleno del murmullo de mis defectos y pasiones, y con las enormes heridas abiertas que dejaron mis pecados.
Lleno de mi propio vacío. Y, con todo, pese a que mi casa está en ruinas, ¡Tú vives en ella!”.
4 de mayo de1947. Día de retiro.
Thomas Merton.
3 comentarios:
Hola P.Manuel, muy oportuno este texto para estos días de Cuaresma. Tomo nota para volver a leerlas en esos momentos oscuros por los que a veces paso...
Un saludo
Jose
Hola, Padre:
Excelente meditacion para este tiempo de Cauresma. Mensaje preciso a tener presente : la jornada de vaciarse de si, y llenarse de El. Que dificil suele ser! Cuantas fuerzas internas y externas conspiran para mantener el ruido atronador que confunde y deshumaniza.
Un fuerte abrazo en Cristo Jesus,
Felix
Hola P.Manuel, para gran sorpresa mia, uno de estos días me otorgarón el premio “ICUE”
premia la creatividad y el diseño.
Yo te lo he querido otorgar a tí, tanto al blog de Thomas Merton, como al blog de Teresa.
Solo tienes que pasar por mi blog levantarlo y pegarlo en ellos.
Un saludo
Jose
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