John Bain habla constantemente de la “experiencia cristiana”, “experiencia de la fe”, “experiencia del Espíritu, “experiencia de oración”. No basta saber y conocer. Más aun, estorban para la oración, las muchas palabras, los conceptos, los discursos, que son productos del hombre y se interponen al contacto directo con el ser de Dios. Con demostraciones no se llega a Dios Más bien con el corazón. Pero sin fomentar ningún tipo de sentimentalismo. Se trata de hacer confluir en una experiencia unitaria la mente y el corazón, integrando en una vivencia única todo lo que constituye nuestro ser, en un encuentro gozoso con el ser de Dios que se nos manifiesta en Cristo gracias a la acción del Espíritu que mora dentro de nosotros.
Sin esta experiencia profunda, el ser cristiano se nos evapora de entre las manos. No es tal. Ya lo decía Rahner: “El cristiano del futuro será un místico, o no será”. No será cristiano.
1 comentario:
A través de este blog estoy conociendo nuevos autores de espiritualidad, y lo veo como una verdadera gracia de Dios este abrirme a nuevas voces y experiencias. Estos pequeños textos me ayudan a redescubir cada día la oración y acrecentar la visión que tengo de lo divino, de Dios. Gracias, padre Manuel.
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