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martes, 28 de diciembre de 2021

EMPRENDER UN VIAJE


"Las personas cristianas sin duda conocen el camino al Padre, pero para que ese conocimiento sea verdadero y portador de vida, cada una de ellas ha de encontrar su propio camino hasta el Camino que es Cristo. El cristianismo es mucho más que una expresión de amor fraterno envuelta en jerga religiosa. Es mucho más que filantropía salpicada de agua bendita. Es esencial que cada persona ofrezca una respuesta personal a Dios en Cristo. Hay que asumir un riesgo. Hay que emprender un viaje...".

James Finley

UNA DISTANCIA AL SERVICIO DE LA UNIÓN

"Una vez, Merton me dijo que la oración ha de hacernos más sensibles a la suerte de los otros. Dijo: «Mientras una persona sufre, tú sufres también. Si no es así, tu oración sirve de poco». Lo que dice san Pablo: «Completo en mi carne los sufrimientos de Cristo», está en plena consonancia con esas palabras de Merton. Es muy fácil malinterpretar cosas relativas al éxtasis, al yo más allá del yo, a la unión mística, o expresiones similares, como si ello entrañara una especie de distancia entre nuestro ser y los simples problemas cotidianos de los demás. En cierto modo es así. Hay una distancia que es propia de la oración. Nos retiramos y oramos en secreto. Nos quedamos solos. Salimos, y dejamos atrás incluso lo que somos tal y como normalmente lo concebimos. Pero esa distancia está al servicio de la unión. La soledad, si es genuina, nos lleva a una profunda comunión con otros en su realidad más profunda, que hunde sus raíces en Dios".

James Finley
El Palacio del Vacío de Thomas Merton
Sal Terrae

miércoles, 22 de diciembre de 2021

LA GRAN ALEGRÍA

"El hombre debe tomar su alegría tan en serio como se toma a sí mismo. Y ha de tener en sí mismo, en su corazón y en su Dios la certeza de haber sido creado para la alegría, incluso en el tiempo de la noche y de la prueba".

"La vida de Dios se realiza dentro del hombre, en lo más íntimo de su interior. El hombre llega precisamente a ser él mismo allí donde se reconoce como el lugar en el que habita el Ser más alto y luminoso... y comprenda su propia vida como un chorro que brota del misterio de Dios. Solo esta clase de hombre será capaz del gran aliento, y ni el mundo ni la vida les serán deudores de nada... Volverá a sentir el resplandor de todas las cosas y estará ante ellas con respeto y cautela... Este hombre será el hombre de la gran alegría".

"La devoción y la alegría están íntimamente relacionados... El hombre corre siempre el peligro de quedar atascado en las duras experiencias que nos proporciona el destino, porque ya no es capaz de escuchar el mensaje interior de las cosas ni la íntima canción de los misterios".

Alfred Delp

jueves, 9 de diciembre de 2021

BUSCANDO AL DIOS VIVO

"Pienso que, como la mayor parte de los convertidos, yo me enfrenté con el problema de la «religiosidad» y llegué a un acuerdo con él. Dios no era para mí una hipótesis de trabajo, para rellenar los huecos que dejaba abiertos una visión científica del mundo. Ni era un Dios entronizado en algún sitio del espacio exterior. Ni sentía yo ninguna «necesidad» particular de superficiales rutinas religiosas solo para conservarme contento. Yo diría incluso que, como a la mayoría de los hombres modernos, no me emocionaba mucho el concepto de «ir al cielo» después de chapotear por la vida presente. Al contrario, mi conversión al catolicismo empezó al darme cuenta de la presencia de Dios en esta vida actual, en el mundo y en mí mismo, y de que mi tarea de cristiano era vivir en conciencia plena y vital de esa base de mi ser y del ser del mundo. Los actos y las formas de culto le ayudan a uno a eso, y la Iglesia, con su liturgia y sus sacramentos, nos da medios esenciales de gracia. Pero Dios puede actuar sin esos medios si quiere. Cuando entré en la Iglesia, llegué buscando a Dios, al Dios vivo, y no solo «los consuelos de la religión». Y puedo decir que incluso en el monasterio he sabido poner en su sitio la «religiosidad» que a veces es más un obstáculo que una ayuda. También, por supuesto, admito que siento una profunda simpatía hacia la cultura religiosa tradicional de Occidente, de la que creo estar imbuido. Lo he dicho bastantes veces en este libro y en otros. 

Además, en esta misma tradición - en santo Tomás, san Juan de la Cruz, los Padres latinos y griegos - es donde encuentro la más fuerte garantía para ese acceso inmediato y directo a Dios en la vida diaria cristiana, que ha de considerarse no solo como una preparación moral para una existencia celestial, sino, según dice santo Tomás, como el mismo «comienzo de la vida eterna»: incoatio vitae aeternae".

Thomas Merton, Conjeturas...

viernes, 3 de diciembre de 2021

LA VOZ DEL MAESTRO EN LA VIDA (2)

 

"Si realmente está en ese camino que lleva al CAMINO, la mínima pausa o desviación avivará las advertencias del maestro. Y por supuesto, también sus palabras de aliento cuando verdaderamente estamos en la forma justa. Él nos invita a continuar cuando en el CAMINO aparece un nuevo camino y dudamos si emprenderlo o no, en ocasiones porque nos asusta el salto a lo desconocido. Y cuando nuestra forma de estar es realmente justa, nosotros lo sentimos con una paz, con un silencio vivo y luminoso, con una profunda armonía interior que está por encima de todo movimiento síquico y también del silencio  y del tumulto del mundo. Al igual que a veces en una meditación profunda, un molesto ruido externo se transforma en rumor de fondo dando paso a un maravilloso silencio interior, totalmente ajeno al ruido o a la ausencia de ruido, a un estado situado más allá del silencio y del ruido. 

 Haber despertado verdaderamente al CAMINO es signo de un alto y raro grado de evolución humana. Nuestros contemporáneos, para quienes la actitud justa se reduce a la trinidad "capacidad de andar el propio camino, eficacia y comportamiento normal", están muy lejos de este estadio. Entre ellos, los más sutiles no se sienten ya muy a gusto. Incluso más, sufren el peso que asfixia lo esencia de sí mismos. Se trata, pues, de adelantar ese despertar de la conciencia que expresa la totalidad y profundidad de lo esencial del hombre. No es suficiente el probar intelectualmente las ideas y exigencias superiores en cuanto a la total realización humana, en el sentido del homo maximus. Hay que sentir físicamente esas ideas y exigencias, ser capaces de discernir la transparencia que se busca, o su carencia, en la actitud corporal, forma de estar, respiración, en la asociación y en la alternancia de tensión y distensión. Hasta en los hechos más banales de lo cotidiano y en las más concretas situaciones profesionales, el esfuerzo iniciático debe justamente llegar a aquellos ámbitos que "al hombre espiritual" le parecen tan alejados y tan poco interesantes como posibles, por ejemplo, las labores cotidianas, y los más modestos campos del deporte y de los ejercicios corporales. 

En el hombre que ha despertado al CAMINO, cada instante lo vive bajo la mirada del maestro interior. Creer en el mirar de Dios que lo ve todo se ha convertido para él en un hecho de experiencia. "Cada situación, dice un axioma oriental, es la mejor ocasión para progresar en el CAMINO". Sin embargo, según el propio carácter, grado de evolución y biografía personal, en cada uno de nosotros hay campos que son particularmente sensibles a la voz del maestro, y otros que, por el contrario, nos hacen relativamente sordos al SER. Y todo ser humano que ha despertado al camino iniciático percibe la voz del maestro en el encuentro con su propio cuerpo, en la búsqueda del centro y en el encuentro con la muerte". 

Karlfried G. Dürckheim

"El maestro interior"

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.