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martes, 25 de febrero de 2014

TODO DEBE SER VIDA...

“La plenitud de la vida humana no puede medirse con nada que le suceda únicamente al cuerpo. La vida no es meramente un asunto de vigor físico, de salud, o de capacidad para el deleite.

¿Qué es la vida? Es mucho más que el aire que respiramos, la sangre que late en nuestras muñecas, la respuesta al estímulo físico. Por cierto que todas estas cosas son esenciales para una vida humana integral, pero por sí mismas no constituyen lo que la vida es en su plenitud. Un hombre puede tener todo esto y, sin embargo, ser un idiota. El que solamente respira, come, duerme y trabaja, ajeno a la conciencia, sin propósitos y sin ideas propias, realmente no es un hombre. La vida, en este sentido puramente físico, es meramente ausencia de muerte. Gente así no vive, vegeta.

Para que un hombre esté vivo, no debe sólo ejercitar los actos que pertenecen a la vida animal y vegetativa, no debe sólo subsistir, crecer y usar los sentidos, no debe sólo desplazarse, alimentarse y todo lo demás. Debe efectuar las actividades propias de su tipo de vida específicamente humana. O sea, debe pensar con inteligencia. Y sobre todo, debe orientar sus acciones mediante decisiones libres, tomadas a la luz de su propio pensamiento. Más todavía, estas decisiones deben propender a su crecimiento intelectual, moral y espiritual. Deben tender a hacerlo más consciente de sus potenciales para el conocimiento y el libre accionar. Deben expandir y extender su potencial para amar a los demás y dedicarse al bien común, pues en ello encuentra su propia realización.

En una palabra, para que el hombre viva, debe alcanzar una vitalidad integral, completa. Todo debe ser vida en él, en su cuerpo, sus sentidos, su mente y su voluntad”.


Thomas Merton
“El hombre nuevo”

SE ACERCA LA CUARESMA...

“La vida esta hecha del paso de los años.
Cada año es un punto de crecimiento claramente identificable en la vida, la muda de otra capa de vida. Cada año nos aporta algo único y pide algo distinto de nosotros.
Cada tipo distinto de año exige de nosotros fuerzas diferentes, nos proporciona dones distintos, nos posibilita diferentes clases de sensibilidades.
El año litúrgico es la aventura de llevar la vida cristiana a plenitud, tener el corazón alerta y el alma centrada.
El año litúrgico es el año que tiene el propósito de sintonizar la vida del cristiano con la vida de Jesús”.

Joan Chittister

sábado, 22 de febrero de 2014

LIBERTAD EVANGÉLICA

“Conozco muchas personas que en su corazón piensan hoy igual a como aparecen pensando los fariseos en los Evangelios. Viven con miedo permanente a violar algún mandamiento de Dios. Y cuando algo sale mal en sus vidas, ven allí el castigo de Dios. Tenemos muchos mandatos interiores enraizados en nuestro interior, y obramos según su dictamen. Recibimos esos mandatos en el transcurso de nuestra vida, a menudo con buenos propósitos (padres, maestros, autoridades), pero acaban convirtiéndose en normas absolutas que nos limitan y nos asustan, y además nos conducen a una seria falta de libertad interior. Jesús vino a predicar nuestra libertad del poder absoluto de las leyes. Todas las leyes están al servicio del hombre, y no al revés. Es importante por eso vivir según nuestro propio ser de hijos de Dios, llamados a la libertad. Así, buscando y viviendo lo esencial, podemos violar algún mandamiento, según aparece expresado en la famosa frase de Agustín: Ama y haz lo que quieras. El amor responde a nuestro ser y lo expresa plenamente. No necesitamos aferrarnos temerosamente a los mandamientos; necesitamos amar, como expresión de nuestra libertad interior”.

Anselm Grün

jueves, 20 de febrero de 2014

CONTEMPLACIÓN: MEMORIA Y CAMBIO

"La memoria se corrompe y se degrada por una multitud de recuerdos. Si quiero tener una verdadera memoria, tengo que olvidar primero un millar de cosas. La memoria no es plena cuando se extiende sólo en el  pasado. Una memoria que no está atenta al presente no recuerda el aquí y el ahora, no recuerda su verdadera identidad, no es memoria en modo alguno. Quien no recuerda más que hechos y acontecimientos pasados y no es consciente del presente, es víctima de la amnesia".

"Estamos tan convencidos de que los males pasados se tienen que repetir, que hacemos que se repitan. No nos atrevemos a correr el riesgo de una nueva vida en la que los males del pasado se olviden por completo; parece como si una nueva vida conllevara nuevos males, y nosotros preferimos afrontar males con los que ya estamos familiarizados. Por eso nos aferramos al mal que ya se ha hecho nuestro y lo renovamos día tras día, hasta que nos identificamos con él y pensamos que el cambio ya no es posible".

Thomas Merton
"Nuevas semillas de contemplación".

domingo, 16 de febrero de 2014

CONTEMPLACIÓN

"La contemplación activa se nutre de la meditación, de la lectura y, como veremos, de la vida sacramental y litúrgica de la Iglesia... La liturgia cristiana es contemplativa en dos niveles: en el nivel de la revelación hablada y en el nivel del misterio ritual o de la acción sagrada".

"Lamentablemente también en las comunidades cuya observancia ha sido supuestamente diseñada para favorecer la contemplación haya elementos que la frustren seriamente".

"El contemplativo es un hombre entre los hombres y no puede separarse de las obras de otros hombres. La vida contemplativa hoy en día debe ser una vida de profunda pena y contrición, más ha de tratarse de una misericordia profunda y de un arrepentimiento curativo y portador de vida".

Thomas Merton

viernes, 14 de febrero de 2014

SUEÑO DE VERANO (En el día del amor y la amistad)

A propósito del día del amor y la amistad, traemos un poema de Merton a Margie, compuesto cuando ya ha tomado la difícil decisión de continuar siendo monje y ermitaño. El 8 de Septiembre escribe: “Yo hermano Mª Louis Merton, monje profeso solemne de la Abadía de Nuestra Señora de Getsemaní, habiendo cumplido un año de prueba en la vida solitaria, por el presente escrito ratifico mi compromiso de pasar el resto de mi vida en soledad en tanto mi salud me lo permita” (Jim Forest, Vivir con Sabiduría, op.cit., p.196). 
Desde entonces, Merton y Margie sólo se volvieron a ver dos veces más en Octubre, si bien se comunicaron por teléfono ocasionalmente hasta pocos meses antes de la muerte de Merton en Bangkok. En Noviembre de ese mismo año, Merton, casi invalido y sin apenas poder moverse por sus problemas persistentes de huesos, dirige una carta a su amigo el poeta Robert Lax en un tono triste y melancólico: “I just sit here looking at the snow and wishing hard for some whisky but there is none. I live a flawed existence” (Thomas Merton to Robert Lax, Nov. 4, 1966, archivos del TMSC).


"Si tú y yo pudiésemos coincidir en lo alto
De esa nube serena
Como dos rayos
De sol o como aves
Que emigran a Sudamérica
O distraídos espíritus
Que inocentemente vuelan juntos
En el aire.
O si pudiéramos estar
Unidos como dos barcas amarradas
O como sólidas balsas errantes
Que se deslizan río abajo hacia St. Louis o Nueva Orleáns
Si fuera posible fundirnos como los dos versos
De una canción de amor
Dos acordes sonando al unísono
Un acompañamiento perfecto
Y ser dos símbolos del mismo enigma
(¡Oh, si se nos permitiera recuperar
Y contar otra vez
Nuestro sueño de verano!)
Si incluso tú y yo pudiésemos comenzar de nuevo
Como dos extraños en este campo abandonado
Donde saltan los grillos
Alrededor de mis pies como la espuma
De un verde océano...
Pero estoy sólo
Sólo deambulando de arriba abajo
Reclinado en el viento absurdo
Y gritando como un loco
“Si solamente tú y yo
Fuésemos posibles”
Pero no importa:
Esta noche es luna llena
Y (tú cimbreándose entre los edificios
Yo sobre los árboles)
La veremos salir juntos"

(En su diario de 1966, Merton había escrito: “Nunca podré ser otra cosa más que un solitario(...) Mi soledad es mi clima ordinario. Lo que se me permitió tener en tantos momentos de completa identificación y armonía con otra persona, con ella, fue simplemente extraordinario” 
(cit. por Jim Forest, Vivir con Sabiduría, op.cit., pp.193-194).

jueves, 13 de febrero de 2014

DEJAR DE SER EN DIOS

El maestro de Getsemaní nos da cuenta de la experiencia mística que le aconteció el 25 de octubre de 1947 –y que, como Pascal, conmemora de acuerdo al calendario litúrgico, que ese día celebraba las fiestas de san Bernardo Calvo, San Crispín y san Crispiniano. Merton se congratula de la felicidad sin límites que le produjo haber rendido su mismidad en Dios -de haber dejado de ser en Dios:

“…después de la comunión, durante alrededor de 30 segundos, de repente supe a qué se referían San Bernardo y San Juan de la Cruz cuando hablaban de “amor puro”.
No tiene nada que ver con la paz de Dios que uno puede sentir que lleva en su interior. Uno no descansa porque sencillamente uno ya no es. No importa cuán absorto esté uno en esa paz, todas las funciones y modalidades del ser en las que uno advierte su propia existencia son laboriosas y monótonas y arduas y recuerdan y saben a la esclavitud de Egipto comparadas con ese vacío y esa libertad a través de cuya puerta entré por aquel medio minuto, que me basta ahora para toda una vida, porque implicó una vida completamente nueva. No hay nada con lo que pueda comparar esta experiencia. Podría referirme a ella como a la Nada, pero es que el carecer de todas las cosas y de uno mismo en el aire fresco de aquella felicidad que trasciende todas las modalidades de la existencia implica una libertad infinitamente prolífica.
¿Qué puedo decir acerca de ello? No quisiera construir más murallas en torno a la experiencia no sea que me quede excluido y atrapado fuera de ella para siempre”.

Como todos los místicos, Merton nos asegura que el regreso a la mismidad cotidiana es trágico, ya que la felicidad, y la libertad, última es perder el ser en Dios. Transformar el ser en Dios. En unas palabras que nos persuaden de su agobio sincero, el contemplativo nos explica cómo fue para él volver a su limitada humanidad consciente después de haber saboreado el infinito:

Enseguida después, volví a un estado en el cual mi propia existencia, mi puro acto de ser, me pareció burdo y laborioso y miserable y ordinario y vil en comparación con la pureza de aquel amor, toda dulzura y todo reposo es intolerable comparado con esta suprema actividad que trasciende todas las formas de existencia.
…Aquello sólo duró medio minuto ¡Qué lástima tener que replegarme otra vez dentro de mí mismo! Sufrir la indignidad de pertenecer al género humano es para mí ahora, en efecto, una indignidad. Sin duda podría argumentar que es un privilegio, pero en estos momentos cualquier razonamiento lo que me produce es dolor de cabeza”.

Asedios a lo Indecible”.
Luce López-Baralt. Trotta.

lunes, 10 de febrero de 2014

HUMANISMO CRISTIANO EN THOMAS MERTON

El mundo fue creado por Dios y es bueno, y a menos que ese mundo sea nuestra madre, nosotros no podemos ser santos, porque no podemos ser santos si no empezamos siendo por encima de todo humanos”.

 Me gustaría volver sobre la extraordinaria simpatía de Thomas Merton por la familia humana, ese humanismo del que he hablado muchas veces en este blog y en otros espacios, porque es lo que siempre cautivó mi atención y lo que considero su mayor mérito. En uno de sus diarios recoge un acontecimiento espiritual que sus biógrafos han llamado” la epifanía de Louisville”, ciudad cercana al monasterio donde Merton vivía. Quiero citar textualmente: 



Ayer, en Louisville, en la esquina de las calles Cuarta y Walnut, comprendí de pronto que yo amaba a todo el mundo y que nadie me era o podía ser totalmente extraño. Fue como si despertase de un sueño: el sueño de mi distanciamiento, de la vocación “especial” a ser diferente. Realmente mi vocación no me hace diferente al resto de los hombres ni me coloca en una categoría especial si no es de manera artificial, jurídicamente. Yo sigo siendo un miembro de la raza humana, y ningún otro destino es más glorioso para el hombre, si tenemos en cuenta que la Palabra se hizo carne, convirtiéndose también en miembro de la Raza Humana. 
¡Gracias a Dios¡ ¡gracias a Dios¡ Yo soy un miembro más de la raza humana, como el resto de los seres humanos.¡Tengo la inmensa satisfacción de ser un hombre¡ ¡Como si los sinsabores de nuestra condición pudieran importar realmente cuando se ha tomado conciencia de quiénes y qué cosa somos, como si nosotros pudiéramos alguna vez empezar a comprender esto en la tierra”. (Diarios I) 

Más adelante añadirá: “El querido “género” de los pecadores unidos y abrazados dentro de un solo corazón, una sola bondad, que es el Corazón y la Bondad de Cristo”. Todo lo demás en la vida y la obra escrita de Thomas Merton llevan este fundamento, esta honda experiencia espiritual que fuera creciendo dentro de él. Tan es así que ya en las páginas de su primer diario publicado afirmará: “Yo vine al monasterio para descubrir el lugar que me corresponde en el mundo, y si no consigo dar con ese puesto mío en el mundo estaré perdiendo el tiempo aquí”. 

Este humanismo es el que comprende el ecumenismo como un camino hacia la plena comunión con todos los hombres; así, entiende que, “ser autenticamente católico implica ser capaz de sentir desde dentro los problemas y las alegrías de todo el mundo y ser todas las cosas para todos los hombres”. Su propósito, su meta, es por tanto “ver y abrazar a Dios en el mundo entero”; es decir, abarcar los extremos: 

Si soy capaz de unir en mí mismo, en mi propia vida espiritual, el pensamiento de oriente y de occidente… crearé en mí mismo una reunificación de la iglesia dividida y, de esa unidad en mi mismo, podrá derivarse la unidad externa y visible de la iglesia… hemos de dar cabida a ambos en nosotros mismos y trascenderlos a ambos en Cristo”. 

Y luego, más adelante insiste en lo mismo al afirmar: “Ser capaz –en la medida de lo posible- de extender los brazos y abarcar todos los extremos y contenerlos en uno mismo sin confusión: sin eclecticismo, sin falso misticismo, sin experimentar divisiones interiores”.


EL CAMINO HUMANO DE THOMAS MERTON

Thomas Merton es uno de los maestros espirituales católicos del pasado siglo más conocidos, leídos y publicados actualmente en el mundo. Sus libros aparecen regularmente en importantes editoriales, se realizan congresos para estudiar su obra, y las páginas Web que hablan sobre él son incontables. Por todo lo anterior hemos querido en los últimos años promover el conocimiento de la obra de Merton en las personas de nuestro entorno, y tenemos la esperanza de que a nivel de iglesia en Cuba le dediquemos en algún momento un espacio de reflexión dado el vinculo que con nuestra tierra mantuvo Merton durante muchos años, desde aquella primera visita que hizo como peregrino a la isla para visitar el Santuario de Nuestra Señora del Cobre, en la entonces más oriental de nuestras provincias.

 Merton fue, también, un promotor de la vida contemplativa, consiguiendo que los jóvenes de su tiempo acudieran en masa a los monasterios para buscar a Dios en el silencio y la soledad, gracias a su autobiografía: “La Montaña de los siete círculos”. Pero esa contemplación no suponía desprecio de lo humano, ni tampoco un desentenderse de los problemas de su mundo. Tras un primer período, en el cual Merton asumió la habitual postura radical de los conversos, Merton se convirtió en voz que, desde la fe y la consagración a Dios, clamaba proféticamente por la paz en un mundo amenazado por la guerra fría y la hecatombe nuclear. Desde esta visión escribió: “Solo lo que es auténticamente humano cuadra para ser ofrecido a Dios”, o también “No podemos ser santos si no empezamos siendo por encima de todo humanos”, porque “El nuevo fervor no estará enraizado en el ascetismo, sino en el humanismo”.

La visión contemplativa de Thomas Merton tenía como características propias el estar fundada en una amplia cultura general y un hondo conocimiento de la tradición cisterciense. Merton era un intelectual antes de su conversión, un artista, un poeta, y luego se ocupó de leer muchísimo todas las obras de autores cistercienses y cristianos en general que de alguna manera trataron acerca de la oración y la vida interior. Incluso ya desde el comienzo de su caminar en la iglesia Merton encontró diversas tradiciones que le ayudaron a discernir mejor su vocación, y dejaron una honda y valiosa huella en su espíritu. Fue en su época de estudiante universitario cuando conoció a un extraño personaje hindú llamado Bramachari al que acudió para pedirle consejo referente a lecturas espirituales y este le aconsejó que leyera las “Confesiones” de San Agustín y “La Imitación de Cristo”. Otros autores que entonces Merton leía eran Etienne Gibson y Wiliam Blake, a quien dedicó su tesis universitaria ; y luego Jacques Maritain. Todos ellos le abrieron a Merton definitivamente el camino de la fe en la Iglesia y contribuyeron a preparar su intelecto para la conversión que estaba experimentando, y que culminaría con su bautismo en la Iglesia Católica...

domingo, 9 de febrero de 2014

CONTEMPLACIÓN Y EXPERIENCIA

"El gran peligro al que se enfrenta toda persona que se toma en serio la experiencia espiritual es el del iluminismo (o entusiasmo); el problema de tomarse la propia experiencia subjetiva tan en serio que ésta llegue a ser más importante que la verdad, más todavía que Dios".

"La vida contemplativa requiere aptitudes mentales y espirituales especiales. La vida contemplativa es una vida de un conflicto interior intenso. La paz que trae consigo es una paz que sigue a la guerra, y que con frecuencia existe en medio de la guerra. La contemplación no se retira de la realidad ni se evade de ella... no es un rechazo de las cosas creadas".

Thomas Merton

viernes, 7 de febrero de 2014

LIBERTAD Y CONTEMPLACIÓN

"La mente contemplativa no es normalmente ultra conservadora, pero tampoco necesariamente radical. Trasciende ambos extremos con el fin de permanecer en contacto vivo con lo que es genuinamente verdadero de cualquier movimiento tradicional. El contemplativo no se identifica con movimientos, no porque estos le confundan sino simplemente porque no los necesita y puede avanzar más por su cuenta de lo que lo haría dentro de sus filas formalizadas y a menudo fanáticas".

"Es una verdad extraña y profunda que la gracia de la contemplación es más segura y eficaz cuando deja de acariciarse, cuando no se busca ni se desea. En cierto modo es tanto más pura cuanto menos conocida. Desde luego, para que sea contemplación debe haber alguna conciencia de ella. Si no hay conciencia alguna. no hay contemplación".

Thomas Merton, "La experiencia interna"

miércoles, 5 de febrero de 2014

VIVIR LA ALEGRÍA Y LA LIBERTAD DEL EVANGELIO...


CENTRO DE ESPIRITUALIDAD SAN JUAN DE LA CRUZ, La Vega, República Dominicana.

EJERCICIOS ESPIRITUALES ANUALES
Del 20 al 27 de julio de 2014

“VIVIR LA ALEGRÍA Y LA LIBERTAD DEL EVANGELIO”, 
Con Teresa de Jesús y el papa Francisco. 

Predicador: Fr. Manuel Valls, ocd.


"Procúrese en los principios andar con alegría y libertad” 
(Teresa de Jesús)

“Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría” 
(Francisco)

El papa Francisco, en su exhortación apostólica “Evangelii Gaudium” dijo: 

“Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso”.

Santa Teresa por su parte dice que ese encuentro personal con Jesucristo tiene lugar en el trato cotidiano de amistad con El, procurando espacios para el dialogo, ya sea en la soledad y el silencio como también en medio de la vida en comunidad. Orar no es tanto hablar nosotros a Dios, o leer, o sentir, o hacer cosas, sino que dirá Teresa:

“Para aprovechar mucho en este camino y subir a las moradas que deseamos, no está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho”.

Una semana de retiro en un lugar tranquilo, con un hermoso paisaje, propicios para el recogimiento y la oración personal; para compartir la Eucaristía, y alimentar el espíritu… Una preciosa oportunidad para RENOVAR NUESTRA AMISTAD CON JESÚS Y NUESTRO COMPROMISO ECLESIAL.


TEMAS QUE COMPARTIREMOS:

1. EL CAMINO DE AMISTAD CON JESÚS QUE PROPONE SANTA TERESA: camino de conocimiento propio, de amor fraterno, humildad y desasimiento.

2. ILUMINADO POR EL MAGISTERIO ESPIRITUAL DE LOS DOS ÚLTIMOS PAPAS, BENEDICTO XVI y FRANCISCO: El amor como punto de partida del camino y la alegría como el testimonio que hoy el mundo necesita.

3. CON EL APORTE DE ALGUNOS MAESTROS ESPIRITUALES CONTEMPORÁNEOS, que traducen en palabras más cercanas el mensaje de siempre.

Partiendo de una verdad fundamental: Somos amados, intentaremos descubrir cómo vivir como amados, y cómo convertirnos en testigos del amor.


Sugerencias: Es recomendable traer al retiro un cuaderno en blanco (para tus apuntes, notas e intuiciones espirituales), una Biblia y el Breviario.

lunes, 3 de febrero de 2014

LLAMANDO A LA PUERTA...

Dice Jesús: “Mira que estoy a la puerta y llamo;Si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él,
Y él conmigo

(Apocalipsis 3,20)

Llamar a la puerta es una metáfora adecuada para hablar de un corazón que despierta, de un corazón atento. El crecimiento espiritual exige “caer en la cuenta”, reconocer la llamada. El reconocimiento y la aceptación del yo verdadero se produce cuando lo intentamos deliberadamente y extendemos la entusiasta respuesta al proceso de transformación. Varios textos bíblicos refieren a la puerta: Jesús se describe a sí mismo como puerta en el Evangelio de Juan; en Apocalipsis es descrito esperando a la puerta, y la puerta somos nosotros, nuestro corazón. En una pintura conocida aparece Jesús llamando y esperando que le abran la puerta. Podemos usar el texto de Apocalipsis para desarrollar nuestra imagen, meditando en cada una de sus frases.

Dios es siempre el que da el primer paso, el que toma la iniciativa, el que aguarda a la puerta (poema del breviario). Dios llama de muchas maneras, por muchos caminos nos llega su voz. Estar despiertos nos permite escuchar su llamada, y abrir la puerta del corazón y de la vida al Amado.

Una cosa es estar ante la puerta y otra es llamar. Son dos momentos diferentes, relacionados entre sí. En uno puede haber miedo o incertidumbre, o espera del momento propicio. En el otro seguridad, decisión, certeza. Voluntad, propósito. Imaginémonos a Jesús ante nuestra puerta.

Cuando alguien llama lo puede hacer de diversos modos. Un solo golpe fuerte, golpes continuos, o con levedad. El modo de llamar de Cristo puede variar, pero la esencia del mensaje es la misma: “Déjame entrar en tu vida, en casa parte de ella, y te haré crecer”.

Para poder escuchar la llamada necesitamos despejar y ordenar nuestro horizonte interior, apartando los ruidos perturbadores, las tantas voces que nos distraen de lo esencial. El silencio y la soledad nos ayudan en este sentido, haciéndonos más conscientes de una Presencia interior.

¡Es tan importante para nosotros escuchar la voz interior del amor! “En el fondo de nosotros hay una voz que está constantemente invitándonos a amar y hacer lo bueno”. Es la voz de la sabiduría que nos proporciona guía y orientación, que acoge al perdido y consuela al doliente, que amonesta y alienta, que se compadece.

Esta reflexión tiene como objetivo primordial el tomar consciencia de la presencia del Amado llamando a nuestra puerta, y en cómo podemos responder, prestando atención al modo en que, Aquel que mora en nosotros, llama a nuestra puerta. ¿Cómo respondemos? ¿Cómo llamamos nosotros a la puerta de Dios? ¿Qué pasará cuando las puertas se abran?


(Notas tomadas a partir de la lectura de: "Abre la puerta", de Joyce Rupp, Sal Terrae)

domingo, 2 de febrero de 2014

CONTEMPLACIÓN

"La vida de la contemplación no es simplemente una vida de mera técnica y disciplina humana, sino que es la vida del Espíritu Santo en lo más íntimo de nuestras almas".

"Estrictamente hablando, la contemplación es una intuición inmediata y en cierto modo pasiva de la realidad más íntima, de nuestro yo espiritual y de Dios presente en nuestro interior. Pero también hay una forma activa y mediata de contemplación, en la cual esa percepción se logra en cierta medida por nuestros propios esfuerzos, aunque con la ayuda misteriosa e invisible de la Gracia".

Thomas Merton

sábado, 1 de febrero de 2014

DESPERTAR

"Todas las formas verdaderamente serias y espirituales de religión buscan, al menos implícitamente, un despertar contemplativo del individuo y del grupo. Mas aquellas formas de adoración religiosa y litúrgica que han perdido su impulso de fervor inicial tienden cada vez más a olvidar su propósito contemplativo para asignar una importancia exclusiva a los ritos y formas en sí mismos o por el efecto que se supone que puedan ejercer sobre Aquel a quien sirven de adoración".

Thomas Merton

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.