Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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martes, 28 de febrero de 2023
THOMAS MERTON HABLA DEL TIEMPO Y LA LITURGIA
THOMAS MERTON Y MARÍA (2)
"En las páginas finales de su diario premonástico escribe haber dedicado el Adviento de 1941 a la Santísima Virgen para pedirlre que le ayudara a entrar en Gethsemani, y los diarios monásticos de la década siguiente están llenos de oraciones y reflexiones que expresan la intensidad sostenida de su devoción a María.
Por ejemplo, en la festividad de la Visitación de 1947 comenta que María le visita, aportando a su vida salud y luz. Tras ser ordenado diácono en 1949, escribe que "María a tomado posesión de mi corazón... Ella me fue dada con el libro de los evangelios, que, como ella, da al mundo a Cristo. Me pregunto qué he hecho toda mi vida sin descansar en su corazón, que es el Corazón de toda sencillez". Aunque la intensidad y la frecuencia de las referencias a María en su diario decrecen con los años, siguen presentes y mantienen su relevancia.
En diciembre de 1959, en medio de sus recurrentes crisis de vocación, escribe: "Esperanza en Nuestra Señora. Hoy en misa he pensado:Si tengo a María, lo demás no importa. Pero sí importa, porque este deseo de soledades parte de mi amor a ella, de su voluntad para mí".
A principios de 1965, año en que pasará a vivir de modo permanente en la ermita llamada Our Lady of Carmel (Nuestra Señora del Carmelo), escribe sobre la presencia importante pero inaprensible de María en la ermita, añadiendo: "La necesito y ahí está. Quizás debería pensar en ello de forma más explícita y más a menudo". Un año después, al día siguiente de la fiesta de la Presentación, escribe acerca de rezar a María tras la misa, de reconocer la "enorme importancia" que ella tiene en su vida y de volver a consagrarse a ella: "Tengo gran necesidad de pertenecer a ella", escribe, declaración que es un eco de declaraciones muy anteriores, si bien ahora se centra en el misterio de lo que significa realmente esta autoentrega.
En medio de su intensa relación con la enfermera, incluso agradece a María "la pura gratuidad de este amor. Casi un año después, en la vigilia de Pentecostés de 1967, habla de este "sentimiento de la cercanía y misericordia de María" en el contexto de las noticias de apariciones (de la Virgen) en Garabandal (España), que considera "verdaderas en su mayor parte" y llamadas que se le hacen para un arrepentimiento más profundo".
Tomado de: Diccionario de Thomas Merton
lunes, 20 de febrero de 2023
TRANSFIGURACIÓN: SOMOS UN MISTERIO DE LUZ
viernes, 17 de febrero de 2023
CUANDO LA MODERNIDAD LLEGA AL MONASTERIO...
LITÚRGIA Y CONTEMPLACIÓN
viernes, 10 de febrero de 2023
SAN JUAN DE LA CRUZ EN THOMAS MERTON
"Leo en las Cautelas de san Juan de la Cruz sus observaciones sobre la obediencia, y no deseo otra cosa que seguirlas y dejar que Dios me guíe por mediación de aquel a quien Él elija" (22 de agosto de 1948).
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
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