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miércoles, 16 de abril de 2025

PUNTOS FUNDAMENTALES DE LA ESPIRITUALIDAD DE THOMAS MERTON

La espiritualidad de Thomas Merton
es rica y multifacética, marcada por su búsqueda de la verdad, la paz interior y la comunión con Dios. Aquí tienes una visión general:

1. Contemplación y Silencio
Merton, como monje trapense, abrazó la vida contemplativa y el silencio como caminos hacia la unión con Dios. En su obra Semillas de Contemplación, enfatiza que la contemplación no es solo un acto de reflexión, sino una experiencia profunda de la presencia divina. Para Merton, el silencio no era vacío, sino un espacio lleno de significado donde el alma podía escuchar a Dios.

2. Diálogo Interreligioso
Merton fue pionero en el diálogo entre religiones. Se interesó profundamente por el budismo zen, el hinduismo y otras tradiciones espirituales, buscando puntos de encuentro entre ellas y el cristianismo. Su apertura hacia otras religiones no comprometió su fe cristiana, sino que la enriqueció, mostrando cómo la espiritualidad puede tender puentes entre culturas y creencias.

3. Paz y Justicia
Merton también fue un defensor de la paz y los derechos civiles. En sus escritos, como Fe y Violencia, reflexionó sobre la responsabilidad de los cristianos en la construcción de un mundo más justo. Su espiritualidad no se limitó a la vida monástica, sino que se extendió al compromiso con los problemas sociales de su tiempo.

4. Conversión y Autenticidad
La vida de Merton fue un viaje de conversión constante. Desde su juventud marcada por el materialismo y la búsqueda de placeres mundanos, hasta su ingreso en el monasterio de Gethsemani, su espiritualidad evolucionó hacia una autenticidad radical. En su autobiografía La Montaña de los Siete Círculos, narra cómo encontró sentido y propósito en la entrega total a Dios.

5. Comunión con la Creación
Merton tenía una profunda conexión con la naturaleza, viéndola como una manifestación de la gloria de Dios. En sus escritos, a menudo reflexiona sobre cómo la contemplación de la creación puede llevarnos a una mayor comprensión de lo divino.


¿QUÉ PASA CON LA CONVERSIÓN DE LOS BUENOS?

"El genio religioso de la Reforma protestante, según lo veo yo, reside en su lucha con el problema de la justificación en toda su hondura. La gran cuestión cristiana es la conversión del hombre y su restauración a la gracia de Dios en Cristo. Y esa cuestión, en su forma más sencilla, es la de la conversión a Cristo de los malos y de los pecadores. Pero el protestantismo volvió a plantear esa cuestión en su forma más radical: ¿y qué pasa con la conversión, mucho más difícil y problemática, de los piadosos y los buenos? Es relativamente fácil convertir al pecador, pero los buenos muchas veces son del todo inconvertibles, sencillamente porque no ven ninguna necesidad de conversión".

Thomas Merton, Conjeturas...

JUEVES SANTO: ¿DEJAR LA ORDEN?

"El Jueves Santo por la tarde, después de la misa y comunión vespertinas, estaba yo en el jardín del noviciado mirando los cielos grises y los cerros, cuando llegó detrás de mí el postulante colombiano y me dijo en español que sin duda la vista ofrecía inspiración poética, a lo cual asentí de buena gana. Hablamos un poco de climas, terremotos y demás, y de los «terribles despeñaderos» junto a ciertas carreteras de Colombia. (He oído hablar de ellos, por ejemplo, en Caldas. Se asoma uno al cañón y ve los restos de coches y camiones a un par de centenares de metros abajo). 

Luego, un momento después, dijo: «¿Por qué no se va de aquí, padre Merton, a Sudamérica, para empezar una orden monástica completamente nueva, que atraiga más a los hombres de los tiempos modernos?». No le pude decir cuánto me gustaría probarlo, ni qué imposible sería hacer tal intento sin dejar la Orden, y qué imposible me sería intentar dejar la Orden".

Thomas Merton
Conjeturas de un espectador culpable

sábado, 12 de abril de 2025

THOMAS MERTON: DEVOCIÓN A MARÍA

Thomas Merton tenía una profunda devoción hacia la Virgen María, a quien consideraba una figura central en la espiritualidad cristiana. En sus escritos, Merton expresó admiración por María como modelo de humildad, obediencia y fe. Aunque no dedicó extensos tratados exclusivamente a ella, su enfoque sobre María reflejaba su visión de la vida contemplativa y su conexión con la gracia divina.

Merton también veía a María como una madre espiritual para todos los creyentes, destacando su papel en la historia de la salvación y su intercesión constante. Su reflexión sobre María estaba impregnada de un sentido de reverencia y gratitud, reconociendo su importancia en la vida cristiana y en la búsqueda de una relación más profunda con Dios.

La visión de Thomas Merton sobre la Virgen María encaja perfectamente en su espiritualidad contemplativa y su enfoque en la humildad, la gracia y el misterio divino. Para Merton, María era un modelo de aceptación perfecta de la voluntad de Dios, que resonaba profundamente con su propia vida de entrega y búsqueda de unión con lo divino.

En su espiritualidad, Merton enfatizaba la importancia de la interioridad y la contemplación, y veía en María un ejemplo supremo de alguien que vivió en total apertura a la gracia. María no solo era la madre de Cristo en el plano humano, sino también la expresión de una relación íntima y transformadora con Dios. Merton conectaba su papel con el silencio contemplativo, mostrando cómo María estaba completamente alineada con la acción de Dios en su vida, algo que él mismo buscaba en la oración y la meditación.

Además, la intercesión de María era para Merton un reflejo de su amor universal, que atraviesa tiempo y espacio. Para los contemplativos como Merton, ella representaba una guía en la búsqueda de la verdad, el amor y la paz. En su escritura, aunque no habló extensivamente sobre ella, su reverencia por María era constante y profundamente arraigada.

 

viernes, 11 de abril de 2025

LLAMADOS AL DESPERTAR

Algunas máximas espirituales de Pablo de Ors (Biografía de la luz). 

Todos estamos llamados al despertar/El evangelio es la historia de nuestra propia vida: una guía para aprender a ser quienes somos y para tener el coraje de vivir de otra manera/Jesús no fue sólo un profeta, sino un extraordinario poeta que captó como pocos las aspiraciones y oscuridades del corazón humano y que supo expresarlas con admirable belleza”.

“También nosotros seamos o no conscientes, caminamos hacia nuestro Gólgota particular. Siempre nos dirigimos hacia la entrega de lo que somos. Siempre estamos subiendo, de un modo o de otro, a Jerusalén. Estamos optando permanentemente entre avanzar o retroceder, entre vivir caminando hacia la muerte o morir agarrándonos a la vida… Seguir a Jesús supone siempre caminar hacia un calvario”.

No aceptamos nuestra condición de peregrinos. No queremos padecer, morir ni resucitar, lo que significa que no queremos lo que esta vida implica… Desprenderse, entregarse, morir: ese es el plan…no es la lógica del mundo”. Es el camino del discípulo de Cristo.

“Llegar a uno mismo no es más que morir a quienes fuimos. Pocos han presentado la muerte como una fiesta… ¡Alégrate, caminante espiritual, pues vas a morir para nacer a tu verdadero yo!”.

Un templo es un lugar para educarse en el misterio. Por eso se entra en él con respetuoso silencio. Por eso se hacen allí reverencias, genuflexiones y postraciones… Para mostrar con el cuerpo que no pretendemos comprender ni dominar la realidad, sino respetarla”.

“La ley fundamental de todo camino espiritual es la aceptación de que la realidad no está ahí en primera instancia para ser comprendida y manipulada, sino para ser reconocida y agradecida”.

“El templo es el edificio en el que entramos para ser conscientes de que somos templo. El templo es un lugar sagrado porque nos recuerda, debería hacerlo, que somos sagrados. El templo es un cuerpo de piedra que apunta al cuerpo de carne y hueso que es cada ser humano. Si entras en el templo, es para entrar en tu cuerpo, no para quedarte en lo externo”.

El templo es también nuestra conciencia”.

miércoles, 5 de marzo de 2025

COMIENZA EL AYUNO CUARESMAL

“Aun los momentos mas oscuros de la liturgia están llenos de gozo, y el Miércoles de Ceniza, el comienzo del ayuno cuaresmal, es un día de felicidad, una fiesta cristiana. No puede ser de otro modo, ya que forma parte del gran ciclo pascual.

El Misterio Pascual es, sobre todo, el misterio de la vida, en que la Iglesia, celebrando la muerte y resurrección de Cristo, entra en el Reino de la Vida que ha establecido de una vez para todas con Su victoria definitiva sobre el pecado y la muerte. Hemos de recordar el significado original de la Cuaresma, como el ver sacrum, la sagrada primavera de la Iglesia en que los catecúmenos se preparaban para su bautismo, y los penitentes públicos se disponían con sus penitencias para ser devueltos a la vida sacramental en comunión con el resto de la Iglesia. La Cuaresma, pues, no es tanto una época de castigo cuanto de curación. Hay alegría en el saludable ayuno y en la abstinencia del cristiano que come y bebe menos, para que su ánimo este más claro y receptivo para asimilar el sagrado alimento de la palabra de Dios, que la Iglesia entera anuncia y medita en la liturgia de cada día a lo largo de Cuaresma. Toda la vida y la enseñanza de Cristo pasan ante nosotros, y la Cuaresma es una época de especial reflexión y oración, un retiro de cuarenta días en que cada cristiano, en la medida de que sea capaz, trata de seguir a Cristo al desierto mediante la oración y el ayuno”.

(Tomas Merton, Tiempos de Celebración)

viernes, 17 de enero de 2025

VIVIR Y SER LIBRES CON DIOS


“El mensaje de la libertad parte del mismo Jesús. Jesús libera al ser humano para ser lo que es: para ser hijo o hija de Dios. Pero si somos hijos e hijas de Dios, los demás no pueden esclavizarnos, no podemos otorgarle poder sobre nosotros a ningún ser humano. Si le pertenezco a Dios y no al mundo, eso me libera del poder del mundo, del poder de sus expectativas, de sus exigencias. Si pertenezco a Dios y no le pertenezco a ningún ser humano, eso me libera también en mis relaciones con otros seres humanos”.


“No debemos dejarnos determinar por leyes, sino sólo por el Espíritu de Cristo, el cual también siempre es el Espíritu del amor. No debemos dejarnos atribular por los propios cargos de conciencia, pues a menudo provienen de una educación medrosa y estrecha. El cristiano es libre. El mundo ya no tiene poder sobre él. No debe preguntarse constantemente si será sancionado cuando hace algo que está en contra de las normas de sus padres o de sus normas interiores. Sin embargo, no debe hacer de su libertad una ideología. La verdadera libertad consiste en que puedo distanciarme también de ella”.


“En mi relación personal con Dios soy totalmente libre. Allí nadie tiene nada que decir. Y al mismo tiempo experimento, en esa relación personal con Dios, la verdadera libertad. Puedo transitar mi propio camino interno en una comunidad que no tiene ninguna comprensión por mí, que con todas sus fuerzas desea acorralarme. Algunas personas se resignan o se amargan ante situaciones de incomprensión, se aíslan, y esto no hace bien a la vida espiritual. La espiritualidad siempre es un camino hacia la libertad; por eso debo medir cuánta libertad externa puedo lograr: dónde vale la pena comprometerme con lograr una comunidad más amplia y libre, y donde sólo queda el camino a una libertad interior, no importa cuánto luche”.


“Si sólo nos sentimos vitales cuando otra persona está cerca, eso atenta en contra de nuestra dignidad”.

“La libertad no se deja conquistar con una simple decisión. Se encuentra más bien al final de un largo proceso”.

“La libertad para el evangelio de Juan es esencialmente amor”.

“Queremos ser como Dios y vigilamos temerosamente aferrándonos a nuestra grandeza. Pero quien experimenta a Dios en sí mismo no necesita atarse a sí mismo. Es libre de bajar la cabeza. Pues sabe que Dios está en él, también en la bajeza. Quien se aferra empedernidamente a sí mismo, no se encuentra en sí y no ha experimentado realmente a Dios”.

“Porque Dios vive en nosotros, porque nos acepta y nos ama infinitamente, no debemos temer si alguien tiene un concepto negativo de nosotros. Necesitamos dedicar tiempo para meditar intensamente la realidad del amor de Dios que vive en nosotros, hasta que la realidad de Dios sea más fuerte que los pensamientos que tenemos sobre nosotros mismos y sobre los demás, hasta que el Espíritu de Dios nos penetre más que el espíritu del miedo y de la preocupación”.

“Para Pablo, Cristo es quien me libera de presiones internas y externas. Y estamos hoy tan dominados por tales presiones como en los tiempos de Pablo. Por un lado nos domina la presión de tener que mostrarle algo a Dios, de tener que hacer algo ante sus ojos. Esta presión está profundamente arraigada en nuestro corazón. Consciente o inconscientemente, de algún modo creemos, que debemos ganarnos nuestro derecho de existir, que debemos hacer algo tanto ante Dios para poder existir ante Él, como ante otros seres humanos para que nos quieran. Puede ser que la presión del perfeccionismo nos lleve a evitar todo error. Percibo, en la dirección espiritual, la tiranía que puede ejercer semejante perfeccionismo. Las personas se ven obligadas a sobre exigirse constantemente, porque temen cometer errores. Y cuando cometen un error, ya no valen nada, toda su estructura de vida se derrumba. Intentan controlar todo el tiempo su comportamiento, sus emociones y sus palabras, pero cuanto más lo intentan, más escapa la vida de sus manos. Tienen la idea fija de evitar todo error, y entonces caen de fracaso en fracaso. Por mucho que se esfuercen, no podrán escaparse de la presión. El intento de tener toda mi vida bajo control sólo puede conducirnos a la frustración, al desespero y al fracaso”.


“Cuando le presento a Dios mis manos vacías, me siento totalmente libre, libre de toda ambición de querer mejorarme, libre de todos los reproches que me hago a mí mismo, libre de toda presión a la que yo mismo me someto. En ese momento, percibo algo de la libertad de quienes se llaman a sí mismos hijos e hijas de Dios; de la libertad que supone poder estar como hijos en la casa de Dios, que me acepta tal y como soy. Siento que a pesar de todos los errores y todas las debilidades, en el fondo, todo es bueno, porque estoy en las buenas manos de Dios que dan la forma a la imagen de Dios en mí, tanto por la lucha y la derrota como por los logros y los fracasos”.

“La libertad no es un trabajo que yo puedo realizar, sino la expresión de lo que yo vivo, tal como puedo y según mis limitaciones y, al mismo tiempo, según mis capacidades y mis fuerzas”.

“La verdadera libertad consiste en amar desinteresadamente. Pero muchas veces, en nombre del amor, se somete la libertad y se ejerce poder. Si, por ejemplo, un sacerdote en una reunión parroquial alega ante cualquier conflicto que debemos amarnos unos a otros, ésta es una forma sutil de ejercer poder. No permite que aflore el conflicto, reprime toda oposición. Les trasmite un sentimiento de culpa a quienes quieren discutir entre sí con total sinceridad. A veces se confunde el amor con unidad forzada, pero si el amor no está marcado por la libertad no es el amor del que Jesús nos habló y que nos predicó con su ejemplo. El amor que Cristo nos predica no es el amor de esclavos, sino el de hermanos y hermanas libres, es el amor que nace de la libertad y hacia ella nos lleva”.

“La libertad es una premisa esencial para el trato entre las personas. Si permitimos que otros tengan poder sobre nosotros y dependemos de ellos, no somos libres. La libertad tampoco significa que nos distanciemos totalmente de los demás. El arte consistiría, más bien, en que podamos entregarnos al conflicto y sentirnos, al mismo tiempo, libres de él. Permitimos el conflicto. Estamos por encima del conflicto. Esta es la verdadera libertad”.

“La dependencia perjudica nuestra dignidad... Sólo la libertad interior responde a nuestra dignidad... Sólo quien es libre puede comprometerse”.

Anselm Grün
(Ideas tomadas de "Con el corazón y todos los sentidos")

miércoles, 8 de enero de 2025

UN DIOS QUE NECESITA NUESTRA AYUDA


Estoy leyendo MAESTROS DE LA FELICIDAD, de Rafael Narbona; lo recomiendo, aunque pienso que sus opiniones sobre la Iglesia no son siempre justas, incluso manifiestan cierta ignorancia. Pero su libro es excelente, disfruto mucho con la filosofía y su obra es amena, inteligente, abre puertas. Pues, de ese libro, les comparto un fragmento, que me resultó motivador; es de un diálogo entre el autor y un sacerdote amigo: 

"Nunca olvidaré al niño que murió en mis brazos. Le habían pegado un machetazo en la cabeza. Yo le acariciaba, intentando tranquilizarlo mientras un médico lo curaba, pero fue inútil. Al cabo de media hora, dejó de respirar. Los dos nos echamos a llorar y yo sentí deseos de maldecir a Dios. Esa noche no dormí, pero comprendí que Etty Hillesum tenía razón cuando en vísperas de ser deportada a Auschwitz escribió que Dios necesita nuestra ayuda. 

—¿Qué quieres decir? —pregunté.

 —Que Dios no lo puede todo, que no es omnipotente. Nuestra imagen de Dios se corresponde con la de un déspota oriental, pero no es un rey, sino un padre y los padres no pueden resolver todos los problemas. Es lo primero que aprendemos al madurar. Sin embargo, la humanidad se resiste a madurar. Su visión de Dios es infantil e irracional. Dios no es el mago de Oz. Dios es muy humano. Fíjate en Jesús: llora, se irrita, tiembla de miedo, pierde la esperanza en la cruz. Esas reacciones nos dicen claramente que Dios es frágil, que su poder no está por encima de la naturaleza y la historia.

 —Un Dios así no sirve de mucho. 

—No es cierto. Piensa en su poder de inspiración. Proporcionó la fuerza necesaria a Martin Luther King, Óscar Romero y Simone Weil para luchar contra las injusticias de su tiempo. ¿Te parece poco? Los buenos padres nos dejan su ejemplo. Nos sirven de modelo y guía. Pedirles más es un gesto de ingratitud".

No tienes que estar de acuerdo con lo que expresa el autor, pero seguramente hace pensar su reflexión, e invita a buscar a Dios.

miércoles, 1 de enero de 2025

MARÍA: LA VIDA NO PUEDE EQUIVOCARSE

"En la tradición cristiana, María es la mujer del “sí”. Quizás, en una lectura mítica –unida a intereses espurios que nada tienen que con el evangelio ni con la espiritualidad–, tal actitud se presentó como “sumisión” pasiva que anulaba a la persona. Sin embargo, no es nada de eso: se trata, por el contrario, de una actitud sabia que sabe alinearse con el momento presente, porque reconoce su verdadera identidad en la Vida única que todo lo rige. Es a esa Sabiduría mayor a la que la persona dice “sí”. Y no es anulación, porque esa sabiduría –y no el yo o ego– constituye, en lo profundo, nuestra verdadera identidad. Es ella la que dice: que todo sea; amo lo que es. Y es entonces, solo entonces, cuando, paradójicamente, la Vida se manifiesta a través de nosotros de un modo adecuado: todo fluye.

 Ahora bien, para vivir tal actitud sabia y humilde, se requiere silencio interior: silencio de la mente y de todos los movimientos mentales y emocionales. Se requiere aprender a “guardar las cosas en el corazón”, dejar reposar todo, en actitud de paciencia. Todo lo que sucede tiene que suceder: la Vida no puede equivocarse. Lo que ocurre es que nuestra mente no alcanza a entenderlo y automáticamente genera resistencias. Por eso necesitamos aprender a calmar o aquietar la mente: para no vivirnos en el oleaje, sino en el fondo del océano, donde todo es quietud".

Enrique Martínez Lozano
Otro modo de leer el Evangelio

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.