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sábado, 8 de mayo de 2010

Pierre Teilhard de Chardin

Una amiga me ha pedido información sobre Teilhard de Chardin, y he tomado la siguiente información de una web, "Biografías y vidas". Estoy preparando algunos textos para compartirles.

(Orcines, 1881 - Nueva York, 1955) Sabio y filósofo francés. Descendiente de una vieja familia aristocrática establecida de antiguo en Auvernia, pasó su infancia en el campo, en la propiedad de sus padres. Terminados sus estudios secundarios en el colegio de jesuitas de Mongré, cerca de Lyon, entró en el noviciado de la Compañía de Jesús en Aix-en-Provence. La promulgación de las leyes de Combes sobre las congregaciones religiosas le obligó a continuar sus estudios en Inglaterra; estudió Teología en Jersey y fue ordenado sacerdote en Hastings, en 1905.
Paralelamente a la vocación religiosa, la vocación científica de Teilhard de Chardin se había despertado desde la adolescencia. Durante una estancia en Egipto (1905-1908), pudo entregarse a sus primeros estudios de Geología sobre las formaciones numulíticas de Mokattan. Su interés esencial se dirigía, sin embargo, a la Paleontología; de vuelta a Inglaterra participó en las excavaciones emprendidas en el Sussex, que debían dar por resultado en 1912 el descubrimiento del "Foanthropus Dawsoni" de Piltdown (desgraciadamente parece que en esa ocasión los sabios fueron víctimas de una superchería).
Llegado a París en 1912, Teilhard de Chardin fue agregado al laboratorio de Paleontología del Museo, bajo la dirección de Marcellin Boule; sus trabajos hasta la primera guerra mundial se consagraron principalmente a los mamíferos del terciario medio e inferior de Europa. Movilizado en 1914 como cabo-camillero en un regimiento norteafricano, se condujo heroicamente (Medalla militar, Legión de Honor). Incluso en las trincheras de Champagne continuaba sus búsquedas, y sus hallazgos sobre la microfauna de Cernay le dieron el tema para su tesis en la Sorbona.
Titular de la cátedra de Geología del Instituto católico desde 1919, se doctora en Ciencias en 1922. Un año después parte para China, donde residirá casi sin interrupción durante más de veinte años. Tras una pequeña excursión (1923-26) por la Mongolia oriental (Ordos y el desierto de Gobi), Teilhard de Chardin es nombrado en 1929 consejero del Servicio geográfico nacional de China.
En 1930 participa en la expedición del Museo de Nueva York al Asia central, y tendrá parte importante en el descubrimiento del "Sinanthropus". Desde abril de 1931 a febrero de 1932 acompaña la gran misión transasiática Haardt-Citroën (el famoso "Crucero amarillo"). Director de las excavaciones de Chukutien, cerca de Pekín, en 1932, parte en 1935 hacia la India septentrional y central con la Yale Cambridge Expedition, y en 1936, 1937 y 1938 realiza incursiones en Java (investigaciones en los depósitos originarios del "Pithecanthropus"). Teilhard pasará todo el período de la segunda Guerra Mundial en Pekín y no regresará a Francia hasta 1945
En 1947 es nombrado director de investigaciones en la Recherche Nationale Scientiphique y, en 1950, elegido miembro de la Academia de Ciencias. Establecido en los Estados Unidos a partir de 1951, en calidad de agregado a la Wenner-Gren Foundation, todavía realizó dos expediciones en África del Sur (1951-1953); contaba más de setenta años.
A lo largo de su vida había publicado numerosos estudios técnicos en revistas especializadas; era un gran cristiano y muy pronto sintió la preocupación de integrar sus descubrimientos dentro de una perspectiva general del "problema humano", conciliada a la vez con el dogma católico y con las exigencias de la ciencia moderna. Consignó sus meditaciones en gran número de escritos que seguían inéditos en el momento de su muerte.
En 1955 empezó la publicación de las Obras completas, bajo el patronazgo de varias personalidades científicas y filosóficas. Los volúmenes aparecidos hasta 1957 -El fenómeno humano (1955), El grupo zoológico humano (1956), La aparición del hombre (1956), La visión del pasado (1957), El medio divino (1957)- han suscitado inquietud en el Vaticano y levantado vivas oposiciones en ciertos medios teológicos. Pero al mismo tiempo han conquistado fervorosos partidarios en amplios sectores católicos y no católicos del mundo científico. Quedan todavía por publicar numerosos volúmenes. Señalemos también la edición de sus Cartas de viaje (1956-57).
Teilhard de Chardin sostuvo un evolucionismo teleológico; a la concepción materialista del darwinismo y del positivismo, opuso una cosmología que, pese a admitir el evolucionismo, e incluso extendiéndolo a la realidad espiritual, rechazaba una interpretación puramente mecanicista y materialista del cosmos. Así expresó su fe en relación con su concepción del universo: Creo que el Universo es una Evolución. Creo que la Evolución va hacia el Espíritu. Creo que el Espíritu se realiza en algo personal. Creo que lo Personal supremo es el Cristo-Universal. La materia originaria, según él, contiene ya en sí la "conciencia" como elemento organizativo, por el que la evolución se configura como un proceso no puramente mecanicista, sino teológico.
Así, la evolución de la pre-vida (mundo inorgánico) a la vida ("biosfera") tiende a la producción del mundo del hombre y del pensamiento ("noosfera"), como su culminación. Pero el hombre no es el punto final. El universo, el hombre y su historia tienden a un "punto omega": el Cristo cósmico, punto de unión de toda la humanidad ("cristosfera"). En medio de las visiones pesimistas que se alzaron a lo largo de su siglo, la obra de Teilhard apuesta por la esperanza y la alegría de sentirse hombre.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que no dice esta biografía: uno de sus libros más conocidos, El fenómeno humano, no pudo publicarlo por prescripción de las autoridades religiosas, que vieron rasgos heterodoxos en sus reflexiones. La Compañía de Jesús le apartó a Estados Unidos, por lo que tuvo que abandonar la docencia. Tres años después de su muerte, el Santo Oficio mandó retirar las obras de Theilhard de los centros dependientes de la iglesia católica. En la actualidad todavía no es asumido por sectores tradicionales conservadores de la estructura jerárquica de la institución católica.
A la amiga le recomiendo la página de la Fundación Theilhard de Chardin (en francés).

Manuel dijo...

El comentario sí hace alusión a sus dificultades con las autoridades eclesiásticas, pero lo importante no es eso sino la recepción que nosotrs podemos hacer de su obra y sus intuiciones espirituales, de su fidelidad al camino cristiano a pesar de las incomprensiones que sufrió de parte de muchos, autoridades y no autoridades. Los profetas, los que abren nuevos caminos, siempre tendrán que superar rechazos e incomprensiones, no sólo en la Iglesia, sino en cualquier institución humana.

mj dijo...

Gracias Padre Manuel, recibo este texto con gratitud por lo que un día comentamos. Tendré la suerte de leer algunas de sus obras en este próximo verano. Pero espero impaciente los textos que iré leyendo en tu blog. Sé que aprecias con la suficiente autonomía a las distintas personas que nos han aportado nuevos horizontes para la vida interior y espiritual, como es este gran hombre.

Y al señor anónimo le doy las gracias por la sugerencia de esa página.

Un saludo

San dijo...

Teilhard es otro ser humano fascinante, profético. Lo conocía algo, pero un seminario organizado por los jesuitas en el área de Ciencia-Religión, con motivo del cincuentenario de su fallecimiento, me ofreció la oportunidad de acercarme más a su figura y pensamiento.
La Revista Pensamiento (Revista de Investigación e Información Filosófica), que publica la Univ. de Comillas, dedica un número completo a Teilhard de Chardin, en concreto el de mayo-agosto de 2005. Tiene acceso completo a través de la red.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.