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martes, 30 de abril de 2013

CONSUELOS Y EMOCIONES ESPIRITUALES.

"El peligro está en que atribuyas una errónea clase de importancia a esas manifestaciones de emoción religiosa. En realidad, no tienen ninguna y, aunque a veces son inevitables, no parece prudente desearlas. De hecho, todo el que ha recibido algún adiestramiento en la vida interior sabe que no se considera cosa de buen sentido buscar estos consuelos con demasiada, aguda intensidad. Sin embargo, muchos que parecen estar por encima del elemento sensible en religión muestran con sus devociones, su gusto por
imágenes sentimentales, música pegajosa y lecturas espirituales flojuchas, que toda su vida interior es una campaña concentrada en busca de “luces”, “consuelos” y “lágrimas de compunción”, si no de “voces interiores con la levemente disimulada esperanza”
quizá, de una visión o dos y, eventualmente, los estigmas.
Para todo el que es realmente llamado a la contemplación infusa, este gusto por “experiencias” puede ser uno de los obstáculos más peligrosos en su vida interior. Es la roca que hizo naufragar a muchos que quizá hubiesen llegado a ser contemplativos. Y es
tanto más peligroso cuanto que, aun en conventos de órdenes contemplativas, la gente no comprende siempre claramente la diferencia entre la contemplación mística en su verdadero sentido y todos esos accidentes, esas experiencias, esas manifestaciones y
curiosidades, que pueden ser o no ser sobrenaturales y que no tienen una conexión esencial con la santidad ni con el puro amor que está en el corazón de la contemplación verdadera".

Thomas MERTON

3 comentarios:

Sol dijo...

Sabia y muy saludable recomendación

anamaría hurtado dijo...

qué difícil es la verdadera humanidad, el colocarse sin deseo ni expectativa en las manos del Padre, qué difícil despojar de todo añadido a ese momento íntimo, qué difícil que quede vacío como el sepulcro el día de la resurrección.
qué difícil el silencio

Gracias

Inés García, aci dijo...

Es posible ser contemplativos/as, es un camino con el corazón puesto en las manos de Dios, y en nuestras manos, con la fe que Dios nos da, recibir su corazón, recibir al pobre, recibir la Eucaristía.
Gracias, Merton es un maestro, su experiencia anima a seguir buscando y encontrando a Dios en el día a día.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.