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jueves, 17 de noviembre de 2016

MERTON CONTRA EL RACISMO.

Un tema de encendida actualidad. Con el paso de los años hay circunstancias externas que han cambiado, el concepto de racismo se ha ampliado, el mal del racismo, cada vez más globalizado, incluye a inmigrantes y existe un racismo solapado en sociedades que alardean de no ser racistas. Sobre el racismo, hoy, todavía, Merton tiene algo que decirnos.


"Como estudiante en Columbia, Merton había vivido durante años justo en el límite con Harlem sin llegar a ver de verdad qué es lo que había allí y sin entender qué significaba un gueto. Ahora, que pasaba cada semana en Friendship House, en 135 St. con Lenox Avenue, sabía ya lo que significaba el pecado mortal del racismo. A causa del color de su piel, a millones de personas se les consideraba menos que humanos e, incluso, se les arrastraba a verse a sí mismos de ese modo. Vio Harlem "como un juicio divino contra la ciudad de Nueva York"...
La sensibilidad de Merton hacia el ultraje que estos guetos representaban nunca se enfrió: 

"Aquí, en este barrio enorme, oscuro, humeante, centenares de miles de negros se apiñan como ganado, muchos de ellos sin nada que comer y sin nada que hacer. Todos los sentidos, imaginación, sensibilidades, emociones, pesares, deseos, esperanzas e ideas de una raza de sentimientos vívidos y reacciones emocionales profundas están comprimidos, aherrojados con un cinturón de hierro al fracaso: el perjuicio que les ahoga con sus cuatro muros insuperables. En este enorme caldero, dones naturales inestimables, sabiduría, amor, música, ciencia, poesía, son aplastadas y dejadas hervir en las heces de una naturaleza corrompida elementalmente y miles y más miles de almas se destruyen con el vicio, la miseria y la degradación, olvidadas, borradas, desaparecidas del registro de los vivos, deshumanizadas." (T.M. La montaña de los siete círculos.)

JIM FORREST. Vivir con sabiduría.

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Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.