Si algún problema aqueja hoy al cristianismo es el de la identificación de la "cristiandad" con ciertas formas de cultura y de sociedad, ciertas estructuras políticas y sociales que durante mil quinientos años han dominado en Europa y en Occidente..(...).
Mil quinientos años de cristiandad europea, a pesar de ciertos logros definitivos, no han supuesto una gloria inequívoca para el cristianismo. Ha llegado la hora de someter a juicio a esta historia. Puedo complacerme en ello, en la creencia de que el juicio será una liberación de la fe cristiana de toda esclavitud y participación del mundo secular. Y por eso creo que ciertas formas de optimismo cristiano han de tomarse con reserva, por cuanto carecen de una genuina conciencia escatológica de la visión y se centran en la esperanza ingenua de alcanzar meros logros temporales tales como...¡¡iglesias en la luna!!...
“Al celebrar, con esta edición de los prefacios de Thomas
Merton, su vida y su testimonio, «se nos recuerda, quizás con mayor importancia
incluso, la parte que nos cabe desempeñar para asumir su legado: siendo
contemplativos en un mundo de acción, consumismo y tecnificación; como
constructores de paz en un mundo de guerra, violencia, racismo y
discriminación; y tendiendo puentes entre fes, culturas y pueblos en un mundo
de conflictos, barreras e intolerancia. Merton trae un mensaje universal de
esperanza ante las dificultades de nuestras vidas, en nuestras comunidades y en
nuestro mundo. En lugar de permanecer impasibles ante lo Indecible, nos exhorta
a todos a ser humanos en esta época, la más inhumana de todas, y a guardar la
imagen del hombre, pues es la imagen de Dios» (Lo toman de la «Presentación de la
edición española», por Paul M. Pearson, Director del Centro Thomas Merton)" 

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