Por eso, María y José no encontraron lugar en Belén,
pero la
confianza de ellos en Dios era absoluta, y no dudaban de que las cosas
serían como tenían que ser, y que su hijo nacería en el mejor de los lugares
posibles. Dice la tradición que el nacimiento tuvo lugar en una cueva oscura,
llena de animales. Así es nuestra mente cuando nos
sentamos a meditar: una oscuridad en la que algo respira. Eres tú mismo
quien respira, el animal que hay en ti, lo más instintivo y primordial, lo que
sostiene todo lo demás.
El animal que llevamos dentro es lo primero con lo que
conviene familiarizarse para emprender el camino espiritual; nuestro anhelo
básico de calor y seguridad, nuestros instintos que a veces nos atemorizan.
Todo lo intelectual y lo emocional desaparecen en esas profundas cavernas del
ser. Los animales en la cueva fueron los primeros testigos del nacimiento de
Cristo: el cuerpo es siempre lo primero. Si no se entra por el cuerpo, no se va
a ninguna parte. Primero los animales, ya luego vendrán los pastores y
los sabios. Lo divino, aunque sorprenda, nace en nosotros junto a lo animal.
Sin entrar en la cueva y sin acompañar la respiración de los animales, no hay
nada que hacer.
Nuestro niño interior nace también de la Virgen y de San José; de una
virgen, de un vacío, y de un soñador, un anhelo que va más allá de la ley, de
lo establecido, de lo permitido. Todos tenemos dentro una criatura que quiere
nacer: un proyecto, una idea, una misión. El mensaje es: LO PURO, LO OCULTO E INVISIBLE, ES FECUNDO.
José acogió un misterio que no entendía y que aprendió a contemplar; María
ofreció su cuerpo, que empezó a cambiar.
Lo espiritual (el niño), es el fruto inesperado de un
trabajo contemplativo con el cuerpo (María) y un trabajo contemplativo con la
mente (José). María; José y el niño son, por tanto, el cuerpo, la mente y el
espíritu. La Sagrada Familia es nuestra permanente aventura interior. De
ese encuentro entre mente y cuerpo nace el espíritu, que es como un torrente de
vida impredecible. Donde no había nada, ahora hay algo pequeño, alrededor de lo
cual todo empieza a girar… pasará tiempo hasta que consiga ser el rey.
(Tomado de BIOGRAFÍA DE LA LUZ, de Pablo d´Ors, para un trabajo de grupo)
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