"Cuando un hombre llega al camino que lleva al CAMINO y cuando decide consagrar su existencia a servir a la VIDA, puede ocurrir que ésta le sirva de maestro en su vida interior.
En toda circunstancia -en la forma de moverse, de tratar lo cotidiano, de hacer frente a los cambios y a los golpes de la suerte, de reaccionar ante los altibajos de la existencia, de resistir, o sucumbir, a las tentaciones del mundo- y en todas las cosas, una vez que ha llegado a estar atento, oirá la voz del maestro. Esa voz, alta o silenciosa,es imposible no reconocerla. Esta voz le indica los progresos o los bloqueos, le dice si en un momento preciso, está a punto de desviarse del camino traicionándose a sí mismo. El deber de prepararse para la gran transparencia está continuamente presente en el espíritu del hombre que ha despertado, y la voz de la conciencia, mediante la cual se manifiesta el maestro, no deja nunca de hablar. Si realmente nos hemos hecho alumnos, toda situación cotidiana es un test. Y aquí sólo hablamos de ese estado de discípulo.
Al afrontar la vida, que llamamos externa, y el destino, estamos siempre tentados de perder de vista la significación central de nuestra existencia. Mil ocasiones -tentaciones o peligros del mundo- hacen que olvidemos la trascendencia en favor de los fines, buenos o malos, queridos por el yo. En vez de preocuparnos por el sufrimiento, nacido de nuestro Ser esencial, nuestros intereses giran la mayoría de las veces en torno a la inquietud producida por nuestra posición en el mundo.
Pero esta lucha contra los sufrimientos naturales es justamente un elemento capital en el Camino. El servicio a la VIDA no nos permite apoyarnos en la experiencia que nos haya aportado el contacto liberador del SER sobrenatural, para despreciar el mundo e instalarnos en la otra orilla. Al contrario, estamos ahí para crear el espacio del mundo sobrenatural en el universo profano.El hombre que, por su contacto con el SER y por su vínculo de reflexión interior con él, ha podido adquirir una forma, debe incesantemente replanteársela al surgir siempre nuevas dificultades en el mundo. Debe también aprender a discernir su sombra. Su coraje o por el contrario, su miedo, interno y externo,ante el sufrimiento, le revelarán si va bien por el camino y si se encuentra bajo la dirección -desprovista de indulgencia- del maestro".
Karlfried Graf Dürckheim
El maestro interior
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