Seguidores

sábado, 12 de septiembre de 2009

La SANTIDAD, punto de partida.

Hoy los seres humanos nos debatimos con los problemas de siempre, ahora tecnologizados, multiplicados y globalizados; deseamos crecer, progresar, alcanzar nuevas metas, pero al mismo tiempo debemos conservar, cuidar, y desarrollar lo mejor de nosotros. Vivimos en lo que se ha dado en llamar “post-modernidad” , período amenazado por dos grandes males: el fundamentalismo y el relativismo. Los cristianos, en medio de todo esto: ¿Qué podemos y debemos hacer? No creo que valgan aquí respuestas simples, y no pretendo darlas, pero pienso, eso sí, que recuperar para nuestro tiempo el ideal cristiano de santidad, y presentar modelos actuales, creíbles y cercanos, puede ayudar a poner de nuevo los valores evangélicos como semilla y levadura para el Reino, en medio de nuestro tiempo y nuestro mundo.
La santidad ha estado presente siempre en mi camino de fe, y no he dejado de buscar cuanto me permitiera ahondar un poco más en esa llamada. El Concilio Vaticano II nos recordó a todos que el cristiano está llamado a ser santo ; mi pregunta, como converso, formado en un ambiente totalmente ajeno a la religión, fue siempre: ¿Es posible? ¿Es algo más que un bello ideal? ¿En que se distingue de las promesas de un futuro mejor y del hombre nuevo que pretende construir el “humanismo” marxista? Fui descubriendo que en la presentación de la santidad utilizamos imágenes, figuras, conceptos, que no siempre acercan el ideal al pueblo de Dios, por el contrario, hacen más distante la posibilidad, ya no de alcanzarlo, sino siquiera de aspirar a él.
Creo que es importante recuperar la palabra “santidad” en todo su peso, antropológico, teológico y espiritual, iluminando esta realidad desde una adecuada comprensión bíblica, y, aprovechando la rica tradición que en este campo tiene la Iglesia, proponer constantemente, con palabras nuevas, este ideal cristiano de pertenencia a Dios y seguimiento. La santidad ha de ser un imperativo permanente en nuestra vida; no podemos ni debemos renunciar a invitar a la santidad; esto ha de hacerse necesariamente desde el corazón mismo de la existencia humana. La santidad no puede ser presentada hoy al margen de la realidad concreta que vivimos, como algo intemporal, sino que debemos dar con la idea y encarnación de santidad que responda mejor a los deseos del que llama siempre a la santidad en un tiempo y lugar determinado.
 (Tomado del primer capítulo de la Tesina "Vida y santidad en TM")

jueves, 10 de septiembre de 2009

Una teología que acabe en desamor no puede ser cristiana.

"Lo que es nuevo en la teología moderna no es el mensaje esencial, sino nuestro modo de repensarlo, nuestro descubrimiento, en él, de perspectivas que habíamos perdido"


"Ha de haber teología, y la teología ha de ser abstracta, al menos hasta cierto punto. Lo que importa es que el propio teólogo no trate con una fría "desencarnación", un Cristo mental que ya no le sea visible cuando encuentra a su prójimo. El pecado de la mala teología ha sido ese precisamente: poner a Cristo contra el hombre, y considerar a todos los hombres de carne y hueso como "no-Cristo": dividir a los hombres arbitrariamente según su conformidad con nuestro propio Cristo limitado, mental y desencarnado, y decidir sobre esa base que la mayor parte de los hombres son "anti-Cristo". Eso deja al descubierto a nuestra teología. En tal momento, no tenemos que poner en discusión a la humanidad, sino a nuestra teología. Una teología que acaba en desamor no puede ser cristiana".


"Lo que necesitamos es una comprensión más profunda de Cristo y del misterio de su presencia en el mundo, en el hombre".


Thomas Merton
"Conjeturas de un espectador culpable", 298-300.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

GRACIAS!!!

 Luego de todo un año de trabajo finalmente ya he entregado mi tesina en la Universidad de Comillas, bajo el título de "Vida y Santidad en Thomas Merton"; espero discutirla a mediados de este mes. Es, creo, otro de los frutos que la lectura de TM me ha dejado, junto con este blog, excelentes amigos, y un largo etcétera. Seguramente algo de ella aparecerá por acá en algún momento. Gracias a todos los que han hecho posible, con su ayuda, su apoyo o su oración, que este esfuerzo esté llegando, con buen pie, a su etapa final.

martes, 8 de septiembre de 2009

Hoy, 8 de septiembre, los cubanos celebramos a María, bajo el título venerado de NUESTRA SEÑORA DE LA CARIDAD DEL COBRE. En todos los templos del país la imagen pequeña de la Virgen ocupa un lugar especial, y en su hermoso santuario (También sencillo y humilde como el menos de sus hijos) llegan los peregrinos para ofrecerle sus flores y sus ruegos. También Thomas Merton llegó a ese lugar una vez para pedir por su sacerdocio, y escribió así acerca de ello:
“Después de haber cruzado la línea divisoria, y mientras descendíamos por los verdes valles hacia el mar Caribe, divisé la amarilla basílica de Nuestra Señora del Cobre, irguiéndose por encima de los tejados de zinc del pueblo minero situado al fondo de un profundo y verde valle rodeado de riscos defendida por peñascales y empinadas pendientes cubiertas de matorrales.

¡Ahí estás, Caridad del Cobre! Es a ti a quien he venido a ver. Tú le pedirás a Cristo que haga de mí su sacerdote, y yo te daré mi corazón, Señora. Y si me alcanzas ese don del sacerdocio, yo te recordaré en mi primera Misa, de modo que ésta será en tu honor y ofrecida a través de tus manos, en agradecimiento a la Santísima Trinidad, que se ha servido de tu amor para concederme tan inmensa gracia”.
Hago mía la suplica de Merton a la Virgen:

 
“Tú le pedirás a Cristo que haga de mí su sacerdote y yo te daré mi corazón, Señora”.

 
Que María de la Caridad nos alcance el don incomparable de la fe y de la oración íntima y contemplativa, que es unión de amor con la Trinidad Santa.

Progresistas y conservadores III.

"La negativa de los progresistas extremados a prestar atención a ninguna enseñanza tradicional que les diera una base común para la discusión racional con los conservadores es también escandalosa, sin duda: sobre todo cuando va unido a un arrogante triunfalismo propio y cuando no hace más que ridiculizar a toda oposición. Eso no sólo es necio, sino que parece mostrar una seria falta de ese amor a que frecuentemente apelan para justificar su actuación. Aunque gritan continuamente sobre "apertura", uno les encuentra herméticamente cerrados a sus compañeros de catolicismo y al propio pasado de la Iglesia, y tiene alguna validez la acusación conservadora de que esos progresistas extremados a menudo están más abiertos al marxismo, al positivismo o al existencialismo que a lo que se reconoce generalmente como verdad católica.
 Se ha observado con acierto que conservadores y progresistas de la Iglesia están tan preocupados con la victoria total, los unos sobre los otros, que cada vez se cierran más unos a otros. Si así es, uno se pregunta sobre el valor y la significación de la trompeteada "apertura" a los no católicos. Un ecumenismo que no empiece con la caridad dentro de la propia Iglesia sigue siendo discutible".
Thomas Merton
 "Conjeturas de un espectador culpable", 290-291
Con esta entrada termino de compartir este pasaje de TM dedicado a comentar la situación de enfrentamiento en el postconcilio, y el juicio que le merecía. Ahora cada uno léalo y saque para sí la enseñanza que quiera; en este blog nunca se ha idealizado a Merton, ni creo tampoco manipularle al servicio de nadie; tampoco tiene pretenciones catequísticas. Me gusta Merton, y he querido compartir dede hace más de dos años mis lecturas y reflexiones sobre su obra para ayudar a que sea más conocido. LLeva, claro está, mi impronta personal, es el reflejo de mi visión y mi trayecto espiritual;  por supuesto que podrían traerse textos diferentes, comentarios distintos, pero ya ese sería otro blog, no el mío. Ojalá que esa insatisfacción sirva de estímulo para que aparezcan en la red otros espacios que den a conocer las ideas y propuestas espirituales de este maestro espiritual católico.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Progresistas y conservadores II

  Para comprender estos textos que compartimos es importante tener en cuenta el contexto en que fueron escritos, el período postconciliar, marcado por fuertes debates intraeclesiales y diversas interpretaciones de lo que el Concilio proponía; sin embargo, dado que aquellos tiempos aun nos tocan y nos alcanzan, podemos extraer interesantes conclusiones de lo que Merton escribe, desde su posición de contemplativo; no es, como sugiere algún comentario, una posición sin compromiso, sino la mirada de un maestro que se niega rotundamente a dejarse encasillar en bandos o grupos particulares, de un tipo o de otro. Por ello, en estos pasajes, reconoce los límites de ambas posturas "extremas", y es significativo que cuando habla de conservadores o progresistas añada el calificativo de "extremos", pues al comienzo reconocía como algo normal que dentro de la comunidad cristiana podían coexistir diversas posturas.
"Los progresistas extremados me parecen, en lo que puedo juzgar dentro de la extremada pobreza en mi información, apresurados, irresponsables, y, en muchos sentidos, frívolos en sus entusiasmos exagerados y confusos. También me parecen a veces fanáticamente incoherentes, pero no percibo en ellos la heladora malicia y la bajeza que se nota en algunas expresiones de los conservadores extremos.
 Lo que más me inquieta es el hecho de que los progresistas, aunque quizá mayoría, no parecen tener la dureza terca y concertada de los conservadores. Los conservadores extremados me parecen personas que se sienten tan amenazados que están dispuestos a llegar a lo que sea con tal de defender su concepto fanático de la Iglesia. Este concepto no sólo me parece estático e inerte, sino en completa continuidad con lo que es más discutible e incluso escandaloso en la historia de la Iglesia: Inquisición, persecusión, intolerancia, poder papal, influjo clerical, alianza con el poder mundano, amor a la riqueza y a la pompa, etc. Esta imagen de la Iglesia ha llegado a ser un escándalo, y esos están empeñados en conservar el escándalo a costa de un escándalo mayor.
 Para empezar, mientras que ellos son siempre los que más chillan sobre autoridad y obediencia, parecen sorprendentemente reacios a practicar la más elemental obediencia o a exhibir la más rudimentaria fe en que el Concilio esté guiado por el Espíritu Santo, en cuanto se decide algo que ellos no aprueban. Están tan convencidos de que ellos son la Iglesia que casi están dispuestos a declarar virtuales apóstatas a la mayoría de los obispos, antes que obedecer al Concilio y al Papa. Al mismo tiempo, claro, su histerismo hace pensar que les cuesta algún trabajo arreglárselas con los remordimientos que esto provoca inevitablemente en ellos".
 Thomas Merton
"Conjeturas de un espectador culpable", 289-290.
No termina aquí; aun falta un poco más.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Progresistas y conservadores I.

"Junto con la gran obra del Concilio,  ha habido un hecho concreto muy conturbador, el del endurecimiento de la división entre progresistas y conservadores. Esa división es algo más de lo que uno espera naturalmente donde hay hombres que, por temperamento y por sociología, tienden a alinearse a derecha e izquierda. La división es lo bastante profunda y agria como para que algunas personas muy sanas y responsables, obispos incluidos, mencionan aun la posibilidad de cisma.
 Eso a primera vista parece increíble, pero he visto algunas cosas que se han escrito en ambos bandos, y no hay duda de que existen profundas incomprensiones, hondas divisiones, tercas negativas e incluso odios.
 Por desgracia, nada de eso es nuevo. Tenemos la historia de la Iglesia y de la civilización cristiana para demostrar que eso tiene una larga genealogía. Pero no se puede despachar con ligereza.
 En todo caso, uno de los grandes problemas después del Concilio será sin duda la división entre progresistas y conservadores, y eso puede resultar bastante feo en algunos casos, aunque quizá sea también una fecunda fuente de sacrificio para quienes están decididos a buscar la voluntad de Dios y no la suya propia. No hablo aquí de obispos, sino de sacerdotes corrientes, teólogos y pueblo seglar, y todos los que manifiestan sus opiniones de un modo u otro.
 Por mi parte, no me considero ni conservador ni progresista extremado. Me gustaría pensar que soy lo que fue el Papa Juan, un progresista con profundo respeto y afecto a la tradición; dicho de otro modo, un progresista que quiere conservar una continuidad muy clara y señalada con el pasado, y sin hacer compromisos tontos e idealistas con el presente, pero estar completamente abierto al mundo moderno a la vez que conservar la posición claramente definida como tradicionalmente católica".
 Thomas Merton.
"Conjeturas de un espectador culpable", 289.

jueves, 3 de septiembre de 2009

SIMONE WEIL: CIEN AÑOS.

Alicia Gómez de Pablos es la autora del siguiente comentario sobre una escritora del pasado siglo de la que he hablado en este blog; el siguiente texto lo he tomado de "El Ciervo" (Blog), y quiere servir de motivación para quienes no le conozcan.

"A un siglo del nacimiento de una de las pensadoras más importantes que
ha dado Europa, he aquí algunas claves para conocer quién fue esta
peculiar mujer que ocupa un puesto privilegiado en la historia del
pensamiento crítico del siglo xx.
De dónde procede: nació en París, en febrero de 1909, en el seno de
una culta familia burguesa y agnóstica de origen judío. Su padre fue
un afamado médico y su hermano un brillante y genial matemático.
Cuál fue su formación: se la considera discípula de Alain desde los 16
años. A los 19 ingresa en la universidad con la nota más alta –seguida
de Simone de Beauvoir– para estudiar filosofía, literatura clásica y
griego. Se interesó de forma notable por la política y las religiones,
especialmente la católica.
A qué se dedicó: recién graduada, trabajó como profesora en varios
institutos femeninos pero también fue sindicalista, obrera de la
Renault, periodista en Alemania, cocinera en la Guerra civil española,
campesina en Marsella y voluntaria en Londres durante la Segunda
Guerra Mundial.
Cómo y cuándo murió: en agosto de 1943, cuando contaba 34 años, murió
de tuberculosis en un hospital de las afueras de Londres. Se
encontraba sola pues su familia había tenido que huir a Estados Unidos
tras la ocupación nazi de Francia.
Cuál es su legado: desde su desafío a la ortodoxia, dejó multitud de
escritos en los que se revela la inteligente filósofa, la rebelde
mística y la radical crítica social que fue. Casi todas sus obras
fueron recopiladas y publicadas póstumamente. Los libros más
interesantes son La gravedad y la gracia, A la espera de Dios y
Pensamientos desordenados".
(Los tres son de Editorial Trotta y cuestan
entre 10 y 15 euros).

miércoles, 2 de septiembre de 2009

NUEVO LIBRO DE THOMAS MERTON.


Un nuevo libro de Thomas Merton, en Sal Terrae, recomendado a todos los que pasan por el blog:
«Este libro, imaginado y dado a luz por Kathleen Deignan, reúne algunos de los más bellos y reveladores pasajes de las obras de Thomas Merton, dispuestos a modo de oraciones para rezar cada día de la semana al amanecer, por la mañana, por la tarde y por la noche. El resultado es una versión contemporánea de la tradicional forma de libro de oración que llamamos “Libro de las Horas”.
Tienes en tus manos un libro que no es sino un modo de unirte a Merton en la senda de la escucha. Tengo la sensación de que Thomas Merton está cerca de alguna manera, esperando, con cada una de las cosas que dice, animarte a no dudar de lo que Dios puede hacer contigo, de lo que Dios puede expresar a través de ti, si te entregas a Él en el silencio».
(Del Prólogo de JAMES FINLEY)
El Libro de las Horas es la primera obra que organiza enteramente los escritos de Merton como fuente para la oración y la contemplación. Maravillosamente concebido e inteligentemente realizado, El Libro de las Horas es un manual de mística y una guía para la formación de la conciencia

Un cuerpo sin hogar.


"Mi primera obligación es ser yo mismo y seguir la gracia de Dios y no permitirme convertirme en cautivo de alguna idea idiota sobre la vida eremítica o de cualquier otro tipo. Lo que importa no es la espiritualidad ni la religión ni la perfección ni el éxito o el fracaso en esto o en aquello, sino simplemente Dios y la libertad en Su Espíritu. Todo lo demás es pura estupidez. Qué a menudo veía esto el último año y anteriores simplemente con salir por la tarde, porque entonces estaba desligado, desidentificado, y la ermita era una especie de lugar de nadie. Ahora lo terrible es que se ha convertido en un hogar muy definido. Pero, dado que soy un cuerpo sin hogar, estar atado a un lugar me desasosiega. Pero estoy seguro de que, con la gracia de Dios, todo ello se asentará por sí mismo, y puedo tratar el lugar como cualquier otro hueco en el muro que "no es mío". Aunque debo admitir que está lleno de un montón de libros y tonterías. Aquí es donde pienso que el ayuno será importante. Simplificar las comidas que tomo aquí ya ha ayudado bastante.
 No tengo paciencia con los deseos. ¡Ojalá el Espíritu Santo me dé verdadera libertad!
  Thomas Merton.
Diarios: 28 de agosto de 1965
En este texto podemos intuir el trabajo interior de  TM, para discernir lo verdadero de lo transitorio. Hay una intuición importante acerca de la superación de los conceptos, que son parte de una complejización racional de la realidad para alcanzar la simplicidad, que es el camino común de todos los maestros espirituales. También está lo refererido a la propia identidad, y la pertenencia a un lugar, a un "hogar". Estas no son recetas, que pueden asumirse de hoy para mañana, sino luces para acompañar el itinerario personal de cada uno.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.