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miércoles, 28 de marzo de 2007

Lecturas de Merton en el Carmelo.




En REVISTA DE ESPIRITUALIDAD, 57(1998):

En las páginas 691 a 702, un artículo de Matías del Niño Jesús, ocd, titulado “San Juan de la Cruz en Merton”. Algunos datos que complementan lo que conozco sobre Merton; otros carecen de fundamento o son falsos. Visión incompleta de la obra mertoniana. Más que hablar de Merton, lo utiliza para realzar el valor de Juan de la Cruz y del Carmelo.
1- Merton fue bautizado en el anglicanismo; por eso fue bautizado luego bajo condición en la Iglesia católica. Vivió sin religión, “ dado a la lectura de novelas con las ambiciones más descabelladas”
2- Encuentro con profesor de Columbia (New York), que no era católico, pero sí “persona de gran belleza moral”. Influyó en su conversión.
3- Compara el itinerario y conversión de Merton con los de San Pablo. Es un gran converso.
4- Cuando T.Merton entré en Getsemaní, esta era la única abadía del Cister existente en los Estados Unidos. Luego se fundaron otras seis, gracias al despertar vocacional que provocó su autobiografía.
5- Escribe el P.Matías: “Con su autobiografía su fama se hizo universal y se veía agobiado por cartas y peticiones de escrito, pero no se dejó envolver y obtuvo de su abad permiso para vivir en una ermita en el huerto del monasterio, y llegó a ser nombrado abad”. Pág. 692. ESTO NO ES CIERTO.
6- Matías resalta: -Cierto conservadurismo en la liturgia postconciliar en la que prefería el uso del latín. Dice que “Anhelaba y envidiaba los desiertos carmelitanos... “Aprecio por las normas religiosas”. “Amor al retiro y un mayor deseo de soledad”. Es evidente que el autor del artículo pretende convertir a Merton en justificación de sus propias posturas.


Las obras de Merton que reseña el P.Matías pertenecen todas a su etapa más devocional e intimista (antes de 1960); insiste varias veces en que “Ascenso a la Verdad” es la mejor obra de Merton. Es evidente el interés de Merton por lo carmelitano, en este artículo aparece un esquema del libro de Merton (Ascenso…) que puede resultar de interés para su mejor comprensión. También interesantes los criterios del P:Segundo Llorente. Alguien habla de Merton como “el gran especialista en temas sanjuanistas”. En su ermita tenía Merton 10 reliquias, entre ellas una de Santa Teresa y otra del santo.
Matías concluye su artículo, llamando a Thomas Merton “eminente discípulo y comentarista de San Juan de la Cruz y buen conocedor y admirador de la Orden del Carmen”.
Tengo pendiente leer y estudiar texto sobre espiritualidad carmelitana en “Cuestiones Discutidas”.



En el libro “Semillas de Contemplación” (ED. Sudamericana, 1952) Merton escribe en la nota del autor: “Los que conocen la obra de San Juan De la Cruz verán que prácticamente todo lo que aquí se dice acerca de la oración contemplativa sigue líneas marcadas por el carmelita español” (16). Leyendo las primeras páginas de este libro vuelvo a notar la capacidad de Merton para escribir en un lenguaje que el mundo puede entender; es capaz de traducir las afirmaciones teológicas en palabras, frases y párrafos cargados de luz y sentido para el hombre común. Además, sus intuiciones y vivencias más profundas tienen que ver con la de otros conversos, que sienten que las verdades de fe han de proclamarse de otra manera, para que sean comprendidas y acogidas por sus contemporáneos. A pesar del estilo devoto con que desarrolla estos temas, el contenido sigue siendo fresco y motivador. Especialmente iluminadora para mí es esta frase:

“? Cómo puedo recibir las semillas de la libertad si estoy enamorado de la esclavitud y cómo puedo acariciar el deseo de Dios si estoy lleno de otro deseo opuesto? Dios no puede plantar en mí su libertad, porque estoy preso y ni siquiera deseo ser libre. Amo mi cautiverio y me encarcelo yo mismo en el deseo de las cosas que odio y he endurecido mi corazón contra el verdadero amor” (19).

1 comentario:

Manuel dijo...

Estas son notas de lectura, escritas hace ya un tiempo, pero que considero útiles todavía e interesantes para ir descubriendo la personalidad de Merton y los entresijos de su espiritualidad. Tengo un gran respeto por la persona del venerable padre Matías, y sólo intento adentrarme en la búsqueda de la verdad sobre el tema.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.