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miércoles, 30 de enero de 2008

La poesía de Thomas Merton.


“Emblems of a Season of Fury”. La poesía de Thomas Merton.

Al año siguiente de la publicación de Original Child Bomb, aparece Emblems of a
Season of Fury,
obra que nace en medio de una vigorosa producción de carácter
social a favor de la paz y en contra de la beligerancia y en la que persiste e incluso
se agudiza el interés y la inquietud de Merton por los problemas sociales y
dificultades de su tiempo. La decisión del poeta de
comprometerse con la situación de crisis internacional de un tiempo de guerra fría le
confrontaría con su siempre latente contradicción interna entre su vocación solidaria
y su deseo de mayor soledad contemplativa, paradoja que a pesar de todo había
nutrido y seguiría nutriendo su creatividad durante los años siguientes. El compromiso social de Merton se acrecienta en un tiempo histórico en el que las
tensiones de la Guerra Fría estaban provocando una situación cada vez más límite, un contexto en el que “the nuclear testing” estaba aumentando y en el que el sentimiento anticomunista en América ganaba nueva fuerza, todo ello junto a la invasión de Cuba
Este libro incluye una gran variedad de géneros: lírica, prosa, epístola y hasta incluso
algunas traducciones de poetas sudamericanos como Pablo Antonio Cuadra, Ernesto
Cardenal, Jorge Carrera Andrade, Cesar Vallejo, y Alfonso Cortés. Sin apenas
puntuación, los versos fluyen libremente y el estilo es cada vez más coloquial.
Además, cabe destacar el hecho de que Merton empieza a utilizar una nueva técnica
que ya había introducido en Original Child Bomb y empleará posteriormente en sus
antipoemas, consistente en introducir citas de diversos textos que recrea con un estilo
propio.
Como en colecciones anteriores, los poemas de Emblems of a Season of Fury
pueden dividirse en varios grupos atendiendo a la temática: poemas de crítica social,
poemas contemplativos y poemas de influencia Zen. Dentro del primero destacan
“Why Some Look Up to Planets and Heroes”, “Chant to Be Used in Processions
around a Site with Furnaces”, “A Picture of Lee Ying”, “The Moslem´s Angel of
Death”, “And the Children of Birmingham”, “There Has to Be a Jail for Ladies”,
“And So Good Bye to Cities” o “Gloss on the Sin of Ixion”. Todos ellos reflejan el
compromiso del monje con lo que pasaba a su alrededor y están impregnados de un
gran descontento ante un mundo caótico que se consume en las llamas de su propio
infierno, necesitado de voces discrepantes que se opongan a él:
Junto a estas composiciones destacan otros poemas de carácter contemplativo que
expresan cierto matiz edénico como “A Song for Nobody”, “O Sweet Irrational
Worship”, o “Hagia Sophia”. En ellos, el poeta, lejos de predicar un aislamiento del
mundo a través de la contemplación, reflexiona acerca de nuevos caminos que
faciliten al ser humano el acceso a un auténtico conocimiento basado en la
percepción de la unidad de todo lo real. Se vuelve a insistir en la recuperación de la
inocencia en “Grace´s House”y en un proceso de vaciamiento, de despojo en poemas
de influencia Zen como “ “Night Flowering Cactus” o “Love Winter When the Plant
Says Nothing”.
Otro de los conflictos que preocupaban a Merton por estas fechas era el conflicto
racial
presente en el Sur de los Estados Unidos. En “And the Children of
Birmingham”, Merton denuncia la acción violenta e injusta de representantes de la
ley y el orden sobre niños y jóvenes manifestantes de raza negra que, siendo víctimas
de la discriminación racial, política, y económica, se manifestaron en febrero de
1963 en la ciudad de Birmingham (Alabama), con Martín Luther King como líder,
convirtiéndose en ejemplo vivo de la revolución no violenta. El poeta utiliza una
ingeniosa metáfora al identificar a la policía con la inocente abuelita de la fábula de
Perrault y critica la falta de escrúpulos con que ésta se ensañó con niños que eran
incluso menores de edad.
Thomas Merton se interesó también por las mujeres víctimas de la prostitución y a
ellas les dedica su poema “There Has to Be a Jail for Ladies”, ejemplo excelso de
una poesía comprometida con esas damas sobornadas, utilizadas, arrinconadas y
olvidadas. Estamos, por tanto, ante un monje que, como Jesús, se puso siempre de parte del
marginado, del desarraigado, del exiliado.
Los poemas de Emblems of a Season of Fury despiertan de forma emotiva el ojo
de la contemplación, nos invitan a salir de la caverna, allí donde las cosas son en
verdad lo que son y el hombre puede gozar del descubrimiento de la otredad
mediante un conocimiento que es amor.
Por tanto, para concluir, diríamos que este volumen de Emblems of a Season of
Fury es representativo de dos tendencias aparentemente contradictorias pero
finalmente integradas en la vida y obra de Thomas Merton: por una lado su
compromiso con un silencio contemplativo y por otro lado su responsabilidad como
crítico social, profeta que anuncia y denuncia las horas crepusculares de la historia.

(Extracto de algunos pasajes de la tesis de Sonia Petisco sobre la poesía de Thomas Merton).

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Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.