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lunes, 27 de septiembre de 2010

MERTON HABLA DE...Luis MASSIGNON

“Louis Massignon es un hombre de rara e importante vocación: el diálogo con el Islam. No un diálogo bien arreglado, con tazas de té o en la TV, sino el diálogo como compasión, sustitución, identificación, el asumir sobre sí mismo los defectos de lo que “los nuestros” les han hecho, sabiéndolo o no, a “ellos”, sea en África del Norte, o en el Próximo Oriente, o en otro sitio.
Mejor que nadie, Massignon entiende la peculiar arrogancia de un apostolado que sin tratar de entender en profundidad el significado del Tawhid, se lanza sobre la fe del musulmán con la acusación de que es inferior, pidiéndole que traiciones a su suprema concepción de la pureza y la unidad de Dios el Santo, a cambio de lo que afirmamos que es más santo. El musulmán piensa que tratamos de poner otra cosa en el lugar del Dios único y de convencerle de que el Dios Único todavía no es bastante santo. No es extraño que no traicione a una verdad por la cual, después de todo, nosotros mismos deberíamos morir” (137).

“He esperado una oportunidad de decir misa por Louis Massignon y por su proyecto para muchachos africanos, bajo el patronato del Beato Carlos Lwanga. De modo curioso y casi arbitrariamente el 3 de junio, y solo hoy descubrí por casualidad que el 3 de junio es la Fiesta de los Mártires de Uganda (entre ellos, el Beato Carlos Lwanga). Mientras, Louis Massignon me escribe que la no violencia recibe burlas en París y la jerarquía se opone a ella” (138).

"Conjeturas..."

1 comentario:

San dijo...

Massignon, gran islamólogo del XX, fue uno de los asiduos participantes en las reuniones del grupo Eranos, fundado por Jung, en el que también participaba (lo comenté en otra entrada) Dürckheim. Los coloquios de ese círculo no debían tener desperdicio, de los que no me importaría asistir y dedicarles varios días…
Creo muy importante la propuesta de una coexistencia étnica y religiosa pacífica, y una acogida al diferente (incluido el diferente credo) sin deseo, ni intento, de cambiarlo. Nunca es demasía todo lo que se haga, diga y escriba para hacer real el diálogo entre judíos y palestinos, cristianos y musulmanes.
TM deja muy clara su adhesión y reconocimiento a la figura y actuación de Massignon. Mentes abiertas y flexibles que proponen el encuentro y la aceptación de otras formas de entender y vivir lo divino y lo humano, la vida y el mundo.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.