De la voz "Eucaristía", en el Diccionario de Thomas Merton, varias ideas que me resultan interesantes y provocadoras para la reflexión:
En una carta de junio de 1960 a Jacques Maritain, Thomas Merton reflexiona brevemente sobre el papel central desempeñado por la Eucaristía en su propio desarrollo espiritual. Escribe: "Mi primera experiencia de comprensión y sabiduría estuvo relacionada con la Misa y la Sagrada Eucaristía. Para mí la Eucaristía ha sido siempre luz, iluminación...". Su camino cristiano, el que le condujo finalmente a una abadía trapense en Norteamérica, comenzó al asistir a una misa en la Iglesia católica de Corpus Christi, aunque no estuvo más que parte de la celebración. Al comulgar por primera vez, describe ese momento también con frases exaltadas.
Tratemos de resumir el pensamiento de Merton acerca de la Eucaristía en unas pocas frases:
1. Desde el mismo comienzo de su vida como católico, Merton hace hincapié en la realidad pascual de la Eucaristía, no meramente como doctrina, sino como experiencia.
2. La Eucaristía es más que un acto formal de culto: es un lugar privilegiado de encuentro con los acontecimientos de la redención.
3. La Eucaristía es la vía normativa por la que uno entra en la vida del amor divino.
4. El objeto de la Eucaristía es transformar al cristiano en Cristo, lo cual es al mismo tiempo un descubrimiento de la identidad propia más profunda.
5. La adoración del Santísimo Sacramento no debe ser separada de la presencia dinámica de Cristo en la misa.
“El corazón de toda vida no está meramente en la presencia estática del Santísimo Sacramento, aunque Cristo vive verdaderamente en nuestros sagrarios, sino, por encima de todo en la acción de la misa, que es el centro de toda contemplación; una acción en la que la familia cristiana se reúne alrededor de Cristo y en la que Cristo, en su Cuerpo, glorifica a su Padre. Cuando la misa descubre su significado, entonces la devoción al Santísimo Sacramento reservado en el sagrario adquiere su propio y verdadero significado y comienza a vivir” (Thomas Merton).
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