1- Admitir nuestra impotencia, el poco control que tenemos sobre nuestra vida: Este es casi siempre el camino por el que empieza la conversión, el cambio de vida de una persona. La comprensión de nuestra impotencia se puede convertir en el firme cimiento sobre el cual podemos edificar una vida útil y feliz, una vida verdadera. Pero todos nuestros instintos naturales se rebelan ante la idea de que somos impotentes, frágiles, que hemos torcido nuestra vida, que estamos en un camino destructivo. Nos es difícil reconocer nuestro fracaso. Sin embargo, nuestra fe nos habla siempre de que Dios ama a los pobres y pecadores; Dios ama al que reconoce su pobreza y su impotencia frente al mal. Un camino basado en la vanagloria de la propia rectitud no da resultados satisfactorios, y conduce a la ruina. El camino del crecimiento espiritual y la fortaleza interior es un camino de sencillez y abajamiento, al estilo de Jesús.
2- El segundo paso de AA tiene que ver con el reconocimiento de un Ser Superior: Para ello es muy importante tener una mente abierta, pues los caminos de la fe son innumerables. Hay una frase en el libro de AA que dice: No se puede creer en Dios y desafiarlo a la vez. La fe es confianza y no desafío. Es una frase hermosa, pero verdadera a medias. También el desafío, la lucha, puede formar parte del camino de la fe. Es muy importante que tengamos humildad y una mente libre de prejuicios e ideas preconcebidas acerca de Dios, pues solo así podemos encontrar la fe. Es importante creer en Dios, pero más importante es saber que Dios cree en ti, que está a tu puerta, llamando, y sobre todo, que somos amados por Él desde la eternidad.
3- El tercer paso tiene como elemento clave la buena voluntad. Es necesario que se abra una puerta para entrar en el camino de liberación, crecimiento y desarrollo espiritual, y la llave de esa puerta es la buena voluntad, los buenos deseos, que han de ser grandes, al decir de Santa Teresa. En los dos pasos anteriores era importante reflexionar. El tercer paso requiere ACCIÓN FIRME. Uno puede decir que tiene fe y sin embargo mantener a Dios fuera de su vida, de ahí que este es el paso en el cual debemos encontrar como y por qué medios podemos lograr que él entre (o también, reconocer que ya está dentro). ¿Qué hace falta? UN PRINCIPIO, por insignificante que sea, un paso, un deseo, una obra. Puedes hacerte un propósito fácil y sencillo, por ejemplo: levantarte un poco más temprano y tener unos minutos de oración, rezar diariamente el rosario, visitar algún enfermo semanalmente, leer la Biblia, rechazar alguna acción que te aparte de Dios. Aquí es también importante saber que mientras más ponemos nuestra vida en las manos de Dios, más independientes y libres somos. Para desarrollar la cualidad de la buena voluntad se requiere un ESFUERZO INDIVIDUAL SOSTENIDO. Esto significa: una disciplina espiritual que abarque TODA y no una parte de nuestra vida. Hoy en día hemos perdido de vista la importancia de la disciplina, tanto en el crecimiento humano como en el crecimiento espiritual. Sin disciplina no hay madurez.
4- En el cuarto paso se nos pide hacer un minucioso inventario moral de nosotros mismos. Partamos de una afirmación: Todos tenemos deseos e instintos naturales; estos deseos, vinculados con la seguridad, la sexualidad, las emociones, las relaciones, son justos y necesarios, y siempre DONES DE DIOS. Pero: cuando estos dones se desbocan o nos tiranizan nos ocasionan graves dificultades. Este cuarto paso es un esfuerzo laborioso y vigoroso para descubrir cuáles han sido y son esos riesgos en nosotros. Descubriendo cuáles son nuestras deformaciones podemos corregirlas. Sin este examen es imposible avanzar en la senda espiritual. Y es que cuando un ser humano se vuelve el campo de batalla de sus instintos, nunca tendrá paz en su corazón.
5- ¿Cuáles son los sentimientos que nos llevan por las sendas del mal? El miedo, la frustración, la depresión, los sentimientos de culpa, la autosuficiencia, la envidia, el rencor, la mentira, el odio. Es importante enfrentarse a todo esto, y saber reconocer que hay mucho que está mal en nosotros; al aceptarlo y llamarle por su nombre, crecemos en perspectiva y humildad. Es importante decir aquí: NO al resentimiento, NO a sentirnos lástima, NO al orgullo injustificado. Es importante NO FLOJEAR, no dejar las cosas para después, no vivir a media capacidad, pues esto corroe los cimientos del edificio que intentamos levantar. El cuarto paso es el comienzo de una costumbre para toda la vida, es crearnos buenos hábitos para vivir, es poner los cimientos de una vida justa. Tratemos de examinar primero nuestros defectos más notorios, y e irnos creando una autodisciplina. Es de gran ayuda el poner por escrito nuestras reflexiones.
6- En el quinto paso de AA es importante señalar la importancia de encontrar a alguien con quien compartir nuestras luchas, nuestras dificultades en el camino espiritual. Podemos señalar aquí la importancia para los católicos de ser iglesia, del sacramento de la confesión y de la dirección espiritual (“No mires nuestros pecados- decimos en la misa- sino la fe de tu iglesia”). Aquí es entonces cuando sentimos que pertenecemos a algo o alguien, porque somos capaces de hablar con claridad de nuestros defectos y oímos a otros hacer lo mismo, y así podemos perdonarnos mutuamente y recibir el perdón de Dios. Aquí en este paso ganamos en REALISMO Y HONRADEZ, y entendemos que podemos recibir y otorgar perdón. Reconocemos lo que somos, y nos esforzamos por llegar a ser lo que podemos ser. En el camino espiritual contra el mal NECESITAMOS DE DIOS Y NECESITAMOS DE LOS OTROS. Airear nuestras oscuridades interiores, recibir consejos y aceptar la ayuda de otro son aspectos básicos en esta etapa. En cuestiones espirituales es peligroso conducirse solo. (Ejemplo de los santos). Es importante para la guía espiritual encontrar a la persona idónea, con experiencia y espíritu, no es cualquiera.
7- En el paso 6 se nos recuerda que es importante mirar hacia la perfección o el mejoramiento constante, y estar preparados a marchar en esa dirección: no importa si tropezamos una y otra vez, lo importante es perseverar en el propósito. Decía Teresa: Tengan grandes deseos. La llamada a ser santos es vocación para todos. Podemos decir: Este problema no lo puedo superar todavía, pero no digas: Esto no lo podré superar nunca.
8- En el séptimo paso es importante descubrir el valor de la humildad, y practicar esta virtud. Humildad, dijo Teresa, es ANDAR EN VERDAD, e insistía en que lo primero era CONOCIMIENTO DE UNO MISMO. Lo primero no ha de ser la confianza en nosotros, sino la CONFIANZA EN DIOS, Hacer siempre su voluntad. La humildad es el camino a la verdadera libertad del espíritu humano. RECORDAR SIEMPRE: los fracasos y desgracias pueden transformarse en bienes inestimables con la ayuda de la humildad y aceptación. Segundo: No hay que temerle al dolor: puede ser la entrada a una vida espiritualmente superior. Decía Teresita que a veces no podemos dar el gran salto para superar un obstáculo, y entonces podría ser que lo consigamos pasándole por debajo; esto es humildad.
9- Los pasos 8 y 9 tratan de las relaciones personales. Es un aspecto fundamental del crecimiento espiritual. Aquí se prueba la autenticidad de nuestros propósitos, y la verdad de nuestros buenos deseos de cambio y conversión. Lo primero es mirar atrás y descubrir nuestros errores; lo segundo, hacer un esfuerzo para enmendar el daño que hemos causado, y en tercer lugar, considerar como establecer con los otros relaciones sanas que propicien el crecimiento mutuo. Es una tarea grande y difícil, pero necesaria: el aprender a vivir con los demás. Descubrir nuestros propios fallos nos dispone para ser más comprensivos con los demás, y nos hace más dispuestos para perdonar. Las malas relaciones personales pueden llegar a ser la causa de nuestra perdición, por eso es básico el establecer relaciones con los demás fundadas en el respeto mutuo, la comprensión, y el perdón. El perdón es el cemento de toda comunidad humana. Perdonar es el comienzo del fin de una vida individualista y aislada, es la apertura de un mundo de intimidad y fraternidad, un mundo de maduración humana y espiritual. Por eso se debe escoger el momento propicio para restaurar las relaciones rotas, reparar el daño que hicimos, y hacerlo siempre con cautela, prudencia y amor. Asumir responsablemente, además, las consecuencias de nuestros actos pasados.
10- El paso 10: Convertir el examen de sí mismo en un hábito, una costumbre y corregir con insistencia y paciencia cada dificultad, cada fallo, cuidándonos de la cólera, el mal humor, los resentimientos, pues ellos tienen el poder de hacernos retroceder en el camino espiritual. Es importante insistir aquí en la disciplina, la constancia, la paciencia para con nosotros mismos, pues a menudo caemos en los mismos errores, y nos sentimos desanimados. PROCURAR EL PROGRESO es lo primero, crecer día a día; todo lo que alcanzamos es pura GRACIA DE DIOS, también una vida perfecta. Dedícate a Cultivar la bondad, la cortesía, la justicia. Haz el propósito de aspirar a: Un arrepentimiento sincero de las faltas cometidas, una genuina gratitud por las bendiciones que recibimos y una buena voluntad para el logro de metas superiores.
11- En el paso 11: La oración y la meditación son los principales medios que tenemos para comunicarnos conscientemente con Dios. Ellas nos sostienen, y van siempre junto al examen de conciencia de que hablamos en el paso anterior. A través de la meditación recibimos la luz del sol, que es Dios. Vale aquí entender la oración en sentido teresiano: Amistad con Dios, cultivar el trato con Él, escucharle, mirarle y dejarnos mirar por Él. Dios es Padre y es amigo, y su llamada es la guía que ha acompañado el camino de superación que hemos emprendido, tal vez con múltiples motivaciones, pero es su voz la que resuena en nuestro interior, es la luz que nos está ayudando a despertar. También es importante la lectura espiritual, tanto de la Biblia como de otros libros, y leer espiritualmente que viene a ser de algún modo un dejarse leer por lo que se lee. Los buenos libros son una inestimable ayuda en este camino, como lo son los buenos amigos y los buenos maestros.
12- El paso 12 tiene como tema fundamental la alegría de vivir. Es el modo de devolver cuanto hemos recibido en el camino, es el momento de amar desinteresadamente, de dar la vida, de la compasión. Aquí también caemos en la cuenta de que estamos viviendo el DESPERTAR ESPIRITUAL. Aquí podemos detenernos para comprender mejor en qué consiste este despertar, meta de todo camino de crecimiento humano y espiritual.
P. Manuel Valls.
(Resumen y apropiación de comentarios)
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