Thomas Merton fue, durante toda su vida, un viajero, un peregrino del Espíritu, siempre en camino:
"En cierto sentido, estamos siempre viajando, y viajando como si no supiéramos adonde vamos. En otro sentido, ya hemos llegado. No podemos llegar a la perfecta posesión de Dios en esta vida, y por eso estamos siempre viajando y en tinieblas. Pero ya lo poseemos por la gracia, y por eso, en este sentido, ya hemos llegado y habitamos en la luz. ¡Pero cuan lejos tengo que ir para encontrarte a Ti, en quien ya he llegado!".
La montaña de los siete círculos, p. 419
(Diálogos con el Silencio, p. 13).
No hay comentarios:
Publicar un comentario