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domingo, 27 de abril de 2008

Thomas Merton habla de RESURRECCIÓN.


"Un sacerdote da testimonio de la Resurrección teniendo en sus manos a Cristo Resucitado, elevándolo sobre su cabeza para que todo el mundo lo vea. Y ninguno de nosotros ve, excepto por la fe. La fe misma es la luz de la resurrección, nuestra participación en la Resurrección. Es el efecto de la Resurrección en nuestra alma. Mediante ella somos enterrados y resucitados de la muerte en Cristo"

. (Thomas Merton, 24 de febrero de 1953)


"Todos hemos de resucitar de la muerte. La resurrección es nuestro destino. La vida es nuestro destino lo queramos o no. Pero ser resucitado sin quererlo, odiar la vida, es la resurrección del juicio. El hombre no es ni puede ser algo meramente efímero. Pero si desea desvanecerse, quedarse en lo que no es, es una contradicción viviente". (Thomas Merton, 7 de mayo de 1961)


"En el sermón pascual de Isaac de Stella hay una profundísima intuición de la fe como resurrección por ser un acto de obediencia a Dios considerado como la vida suprema. Lo que importa es el acto de sumisión a la vida infinita, a la autoridad de la Vida Creadora y Redentora, al Dios Vivo. La fe es este sometimiento. La rendición interior de la fe no puede tener pleno sentido más que como acto de obediencia, es decir, compromiso personal en el sometimiento a la verdad de Dios en su poder de dar vida, y de ordenar vivir.

De ahí que la fe no sea simplemente un acto de elección, una opción por una cierta solución al problema de la existencia, etcétera, sino un nacimiento a una vida más excelsa mediante la obediencia al Dador de la Vida, obediencia a la fuente de vida.

Creer es consentir a una orden creadora que nos resucita de entre los muertos".

(Thomas Merton, 5 de diciembre de 1960)

3 comentarios:

Pequeño Ayudante dijo...

La resurección de los muertos ¿afectará también a los gatos? Hace cinco años se me murio mi querido gato Garfield despues de diecisiete años de disfrutar de su compañia. Ahora tengo una gata preciosa de dos años que es la alegria de la casa. Cuando ella muera ¿dejara de existir para siempre?

Inés García, aci dijo...

La fe en la Resurrección y en la Eucaristía nos la regala el sacerdote que celebra la Misa cada día. Cuesta creerlo pero es cierto, Dios confía en nuestra fragilidad humana para manifestar a todos su Resurrección.

Inés

Manuel dijo...

En estos días no tengo tiempo para sentarme a escribir, estaré más libre después del jueves. Creo que resucitamos nosotros, pero con todo lo que amamos, y también nuestros gatos, por qué no. Soy un amante de los gatos, tengo una increíble llamada Vico. La resurrección tiene que ver con toda nuestra vida.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.