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martes, 17 de junio de 2008

Semillas de esperanza.


Este es un artículo de Francisco R. de Pascual, monje trapense español, gran conocedor de Merton, en el que aparecen muchos datos de interés sobre la vida y la obra de Merton, por lo que he querido compartirles parte de él.


"No hace mucho un corresponsal de prensa del The Courier Journal de Louisville, en Kentucky (USA), difundía en su columna periodística unas notas sobre la vigencia de la obra y vida del monje trapense americano Thomas Merton. En parte nos servimos de ellas para nuestra propia nota.
Thomas Merton murió en Bangkok el 10 de diciembre de 1968. Ingresó en el monasterio a la edad de 26 años, siendo objetor de conciencia y converso al catolicismo. Había viajado a Tailandia para asistir a una conferencia sobre el fomento para el entendimiento entre las religiones de Oriente y Occidente.
Su prematura muerte no ha disminuido en absoluto su influencia como ferviente defensor de la paz, justicia social y al diálogo interreligioso. Su reputación de erudición bien fundamentada y profunda interpretación de la teología le ha merecido la fama de ser uno de los pensadores espirituales de mayor influencia de los tiempos modernos. Tampoco le han faltado, ni le faltan, críticas y censuras a sus obras, especialmente desde los movimientos religiosos más conservadores.
El Hno. Patrick Hart, monje también de Gethsemani, fue nombrado secretario de Merton cuando éste se vio ya metido de lleno en su tarea de escritos y difusor del pensamiento religioso de su tiempo.

Patrick Hart estaba trabajando en un despacho de la Abadía de Nuestra Señora de Getsemaní cuando recibió un aviso del abad dándole noticias procedentes de Tailandia que jamás olvidaría. El mismo cuenta que, cuando entró en la habitación de su Abad, “éste estaba pálido como un fantasma, y recuerdo pensar si el abad estaría… Tomé un asiento, y él me dijo: -Tengo algunas noticias para ti, el Padre Louis ha muerto. Lo dijo tal cual, y yo no me lo podía creer".
Aún ahora, estando los Estados Unidos en la guerra de Irak, Afganistán, etc., el pacifismo de Merton provoca cartas de protesta y correos electrónicos, dice Paul Pearson, director del THOMAS MERTON CENTER, en Bellarmine University (Louisville), donde se guardan los archivos y escritos de Merton. "Hemos recibido cartas amenzantes (este año) de personas que han leído los escritos de Merton sobre la guerra," dice Pearson. "Algunos mensajes son terribles, y he tenido la sensación de que no estaba muy lejos el tiempo en que algunas personas quemaban los libros de Merton estando él en vida”.
La Abadía cisterciense de Gethsemani, conocida por su soledad y la estricta observancia de la disciplina monástica, sus quesos y su “bourbon fudge”, fue donde Merton permaneció casi todos los días de su vida desde 1941. El sentimiento de dolor reinante en la Abadía por su pérdida fue profundo, recuerda el P. James Conner, monje de Gethsemani desde 1949.
Aunque Merton es muy conocido, sobre todo por su autobiografía, publicada en 1948, La Montaña de los siete Círculos, sus hermanos lo recuerdan por su trabajo en la abadía como maestro de novicios, el monje que enseña nuevos monjes, y las charlas semanales que impartía a toda la comunidad o a grupos de la misma.

Pero Merton dejó un legado de miles de cartas y casi cien libros, entre ellos sus famosos Diarios, y cientos de horas de conferencias grabadas, además de manuscritos originales de obras publicadas, dibujos, esbozos y fotografías. En total, el archivo del TMC tiene más de 45,000 documentos. Pearson ha dicho que las obras de Merton han sido publicadas aún más después de su muerte que antes de su muerte. "En el mundo académico existe la idea de que o bien publicas o pereces, pero en el caso de Merton parece todo lo contrario: pereces, entonces publicas”.
Patrick Hart era secretario desde hacía sólo seis semanas cuando Merton falleció. Y supuso que no sería nuevamente asignado para esa función después del funeral: -"Pensé que el trabajo había terminado", comentó. "No tenía idea de que había dejado detrás tanto material. Así que el trabajo continuó por 35 años, y aquí estoy. Nunca me he arrepentido”. Durante todos estos años el Hno. Patrick ha sido responsable de editar, controlar, supervisar y animar publicaciones de Merton y sobre Merton". (Continuará...)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si que aparecen algunos datos sobre Merton que no conocía y que me resultan iluminadores. Gracias, Manuel, por compartirnos este texto, y ya estoy deseoso de leer lo que falta.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.