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sábado, 3 de enero de 2009

Psicología y espiritualidad 1.




Tema: Psicología y espiritualidad en dos autores contemporáneos.
En los últimos años la Psicología y la Espiritualidad han ido encontrando causes comunes de expresión, no solamente como ciencias autónomas que se ayudan mutuamente, sino en la expresión concreta de algunos autores contemporáneos de espiritualidad cristiana, que han estudiado la psicología y, superando prejuicios y sospechas mutuas, la han utilizado para ensanchar los horizontes de la espiritualidad, con un propósito pastoral concreto. Menciono dos en particular, cuyos títulos tienen amplia presencia en librerías de todo el mundo, y a los que reseñamos y citamos habitualmente en este blog: Henri Nouwen y Anselm Grün.


Henri Nouwen: (1932-1996) Nació en los Países Bajos, donde se ordenó sacerdote. Enseñó en diversas universidades norteamericanas. Más tarde se trasladó a la comunidad de “El Arca” en Daybreak (Toronto). A través de sus más de veinte títulos publicados se ha convertido en un importante escritor de espiritualidad.


Anselm Grün: Nació en 1945. Es monje benedictino, Doctor en Teología y reconocido consejero espiritual. Dicta cursos sobre oración, contemplación, psicología profunda y espiritualidad. Ha publicado también numerosos libros de amplia resonancia.


En este trabajo queremos reseñar dos textos de cada uno de ellos. En el caso de Nouwen, ambos tratan acerca del ministerio ordenado en la Iglesia, y se ayudan de la psicología para proponer una espiritualidad más acorde con las necesidades actuales del sacerdocio. En los dos libros de Anselm Grün se intenta proponer una visión global del hecho religioso, también auxiliándose de la psicología. Son ejemplos claros de cómo una combinación apropiada de ambas ciencias, teología y psicología, pueden aportar una riqueza valiosa a la espiritualidad... (Continuará)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por este aporte. Estoy esperando ansiosa la continuidad de la entrada.Por el hemisferio sur estamos en vacaciones y como docente tenemos alguito más que un mes. sería lindo poder leer a estos dos grandes profetas de nuestro tiempo y tan humanos.
Siempre paso por aquí, aunque no comento mucho, y me gusta leer todas tus entradas.
Gracias Manuel!

Anónimo dijo...

Considero a Grün como un buen teólogo espiritual contemporáneo, inscrito en una línea auténtica y honesta en la interpretación y vivencia del cristianismo. Por tanto beneficioso, también, en su repercusión divulgativa e influencia en todo lo humano, a través de su actividad psicoanalítica.
Es un hombre de ideas claras, que se ha fundamentado en profundas y múltiples fuentes filosóficas, teológicas y psicológicas. Creo que gracias a Grün y a otros mucha gente ha podido descubrir que la trascendente está en lo inmanente; que lo espiritual está en lo material; que lo divino está en lo humano. Sólo hay que saber descubrirlo y vivirlo.
Me gustó mucho su “Libro del arte de vivir”, en el que nos dice que de nosotros depende ser felices o no, porque vivir es un arte. Y este arte hay que aprenderlo y ponerlo en práctica. Tenemos que prestar atención a lo verdaderamente importante, entrar a fondo en la vida y permanecer abiertos a todo cuanto de sorpresivo la vida nos depara cada día. Hallar la decisión y el empuje para renovar todo lo vacío de nuestras vidas, única forma útil de salir de nuestras sombras. No busquemos la espiritualidad fuera de la realidad, porque nos engañamos a nosotros mismos. Dejémonos desnudar…. Como dice este poema de Dulce Mª Loynaz:

YO TE FUI DESNUDANDO...
Yo te fui desnudando de ti mismo,
de los "tús" superpuestos que la vida
te había ceñido...
Te arranqué la corteza, entera y dura,
que se creía fruta, que tenía
la forma de la fruta.
Y ante el asombro vago de tus ojos
surgiste con tus ojos aun velados
de tinieblas y asombros...
Surgiste de ti mismo; de tu misma
sombra fecunda, intacto y desgarrado
en alma viva...-

Anónimo dijo...

Ciertamente que Anselm Grün es un autor de moda, con muchísimos títulos en los escaparates de las librerías. Pero a veces también, cuando le he leído veo que no dice lo mismo que escucho yo en las predicaciones de los sacerdotes cuando voy a misa. ¿Quién tiene la razón? ¿No tendrían que ponerse de acuerdo?

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.