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sábado, 21 de marzo de 2009

TM: Una simple fidelidad a su voluntad en la vida ordinaria.


"El tramo final en el camino hacia la santidad en Cristo consiste en abandonarse por entero, confiada y gozosamente, a la aparente locura de la cruz. "La palabra de la cruz es necedad para los que están en vías de perdición; pero para los que están en vías de salvación, para nosotros, es fuerza de Dios" (1 Co 1, 18). Esta locura, la necedad de renunciar a toda preocupación por nosotros mismos tanto en el orden material como en el espiritual, para poder confiarnos a Cristo, equivale a una especie de muerte de nuestro yo temporal. Es un acto de total abadono, pero es también un salto definitivo hacia el gozo. La capacidad de realizar este acto, de abandonarnos, de zambullirnos en nuestro propio vacío y encontrar allí la libertad de Cristo en toda su plenitud, es algo inasequible a todos nuestros esfuerzos y planes meramente humanos. No podemos lograrlo relajándonos ni esforzándonos, pensando o no pensando, actuando o dejando de actuar. La única respuesta es una fe perfecta, una esperanza exultante, transformada por un amor absolutamente espiritual a Cristo que es puro don suyo, pero que nosotros podemos disponernos a recibirlo con fortaleza, humildad, paciencia y, sobre todo, con una simple fidelidad a su voluntad en todas las circunstancias de nuestra vida ordinaria".


Thomas Merton. "Vida y santidad".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Abandonarnos en Él en el silencio, y recoger Sus frutos... que son alimento para nuestra humanidad, siempre reflejada en el espejo de nuestra vida.
Fe, misterio, don y esperanza.

"La preguna del ateo,
la oración del creyente,
un amor en crecimiento,
un relato que se agota,
se encuentran un día
con el silencio,
como única respuesta
del misterio.

Cuando no soportamos
el silencio del misterio,
convertimos impacientes
la cruz en espada,
y la media luna en alfanje;
comparamos el agua del Jordán
con la del Ganges
para abluciones rituales,
y apretamos el catecismo
como un pasaporte exclusivo.

Cuando no soportamos
el silencio del misterio,
no permitimos gestaciones
en la noche
en lo diferente,
y abortamos
preguntas y oraciones,
amores y relatos.

Pero toda pregunta humana,
toda inquietud verdadera,
tenga el color que tenga,
es una siembra
en el silencio…

… Desde el misterio
brotará a su hora exacta
un alimento para todos…"
Benjamín González Buelta

Anónimo dijo...

Me he quedado con esta frase: "Un salto definitivo hacia el gozo". Qué buena descripción de la experiencia espiritual, de esa total entrega y disponibilidad que nos une al Trascendente.

Anónimo dijo...

También me quedo con esa frase: "un salto definitivo hacia el gozo". Pero como descripción de la vida humana, indisolublemente unida siempre a la trascendencia, si es consecuente a su Voluntad. La vida así es un camino gozoso y feliz em el ahora vivido y en el después esperado.
Luis

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.