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domingo, 12 de julio de 2009

TM: una visión más amplia.


Acerca de las causas que permitieron el cambio en TM, desde una espiritualidad tradicional y pietista a una visión más amplia y honda de lo espiritual, escribe F. Beltrán, en un libro publicado en 1996:


"Diversos factores pueden explicar el desplazamiento de posturas de Merton desde su paradisus claustralis hasta un profundo interés por las cuestiones sociales. En primer lugar, la naturaleza profética de la profesión monástica, entendiendo como profesía no una predicción de los acontecimientos del futuro, sino, en sus propias palabras, una comprensión directa de la realidad en su momento de mayor tensión y pulsión hacia lo nuevo, y ello a la luz de la experiencia cotidiana, es decir, una lectura de la noticia evangélica entre las líneas de las noticias del mundo.

En segundo lugar, su reconsideración de la sociedad, que corrió una suerte paralela al cambio de percepción sobre sí mismo; como crítico implacable de su propia persona, Merton estaba acostumbrado a cuestionar las motivaciones últimas de su conducta y eso le ayudó a discernir sutiles mecanismos de comportamiento social extremadamente estereotipados y rutinarios, en suma, el conformismo tibio y acomodaticio de los bien pensantes.

En tercer lugar, la propia definición del cristianismo obliga a la Iglesia y a sus creyentes a tomar parte responsable en el curso de la historia. Un cuarto factor de no pequeña importancia fue el deseo ardiente, expresado de manera explícita en su joven autobiografía, de alcanzar la santidad; en sus estudios hagiográficos, Thomas Merton descubrió como un distintivo común a los santos de todos los tiempos su inmensa compasión hacia sus semejantes, a la vez que definía la santidad como el proceso de conversión en uno mismo, en el yo verdadero.

También fue decisiva en su proceso de apertura la propia liberalización del monasterio y el acceso gradual en sus confines a cada vez mayores fuentes de información del otro lado del espejo monástico".


Fernando Beltrán.
"La contemplación en la acción", 114.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy interesante la comprensión que nos da de TM este autor, da pautas para seguir adentrándonos en la experiencia de Dios que tuvo Merton y en la llegada a la realidad que le tocó vivir.
Ayuda a comprender nuestra propia experiencia personal, el conocimiento de la vida de Merton, de sus obras y de lo que fue su entrega a Dios como cristiano, monje y sacerdote es como un río que da vida a la Iglesia por su caudal tan hondo de oración, contemplación y solidaridad con los demás, sobretodo en estos tiempos de cambios, o de cambio de época...

Gracias, y buen domingo,
inés

Carmen dijo...

¡Hola Padre Manuel,feliz día! Este estudio que realiza Beltrán sobre la persona de Thomas Merton es muy interesante; creo que ese sentimiento de compasión hacia sus semejantes y su apertura a la vida aceleró su conversión y su encuentro consigo mismo...es un signo de la presencia de Cristo en él. Este Amor lo hizo santo, lo hizo persona humana...

Carmen

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.