Pero los santos hacen más que ofrecemos un ejemplo edificante. Hay, en verdad, un aura de trascendencia y poder sagrado que rodea sus vidas. Esto tiene poco que ver con un muestrario de milagros, en el sentido tradicional. Tiene más relación con una cualidad del misterio que se ve reforzada sólo a través de sus idiosincrasias. Como las figuras en el vitral, los ilumina una fuente más allá de ellos mismos. De este modo, si les permitimos, nos ayudan a despertar a la comprensión de que nuestras vidas se hallan iluminadas por la misma fuente. Como observara el Cardenal Suhard, ser santo significa "vivir de una manera tal que no tendría sentido si Dios no existiera."
L0 que me ha sorprendido (de los santos) es el carácter inflexible de su compromiso, su voluntad para sacrificado todo por su vocación. Algunas veces, l0 que ahora los hace aparecer heroicos o admirables, en su momento y a los ojos de sus contemporáneos los volvió difíciles de tolerar. Esto también debe ser reconocido. La santidad no es sinónimo de "gentileza" o "bondad", en el sentido usual.
Por otra parte, qué humanos que son. A pesar de los efectos sobrenaturales con que las leyendas puedan adornarlos, lo que aparece una y otra vez, es su humanidad. Experimentaban dudas, debilidades, soledad, y miedo, al igual que todos nosotros. Pero finalmente sus vidas estaban organizadas alrededor de los principios más elevados: la capacidad humana para amar, para sacrificarse, y la generosidad. "Pureza de corazón" decía Kierkegaard, "es desear una sola cosa." Esta unidad de intención es una de las características que unen a muchas de estas figuras. Lo que no significa estar libres de la ambigüedad que vuelve difícil reducir cualquier vida a una sola significación o mensaje. Pero bajo la mirada de
la contemplación, hay algo que emerge a la superficie: sus faltas, debilidades o limitaciones, no son su mensaje esencial ni su legado.
¿Qué tenían en común? No se esforzaban por ser "santos." Quizás se dedicaron seriamente a la tarea de ser humanos, comprendiendo esta vocación en el sentido profundo reflejado en las viejas fórmulas del catecismo: "¿Quién nos ha creado? Dios nos creó. ¿Para qué nos creó Dios? Para conocerlo, amarlo y servirlo en esta vida y gozar de Él en la vida eterna."
No, los santos no son seres humanos perfectos. Pero a su propia manera particular, se volvieron auténticos seres humanos, dotados de la capacidad de despertar esta vocación en otros. A Dorothy Day, como ya he dicho, no le gustaba que la llamaran santa: "Cuando te llaman santa, significa, básicamente, que no debes ser tomada en serio." Este libro ofrece un argumento diferente: que llamar a alguien santo o santa, significa que su vida debe ser tomada con la mayor seriedad. Es una prueba de que el evangelio puede ser vivido".
3 comentarios:
Ayer celebramos la solemnidad de SAn José. Aunque no soy muy dado a devociones tengo una particular afinidad por la figura de San José; a él estuvo dedicada mi primera comunidad parroquial, y también a él la última en la que he trabajado. En el cánon de la misa siempre le menciono, aunque no aparece, porque lo veo de justicia. San José es el símbolo del hombre sencillo, cuya fe, en medio de la oscuridad, pone una luz para el vivir cotidiano. Como Abraham, él "creyó contra toda esperanza". Los Carmelitas Descalzos además recibimos de Teresa el amor por San José, de quien ella decía, se podía acudir en cualquier circunstancia, pues nunca nos dejaría de oir. Este blog y todos los que pasan por él, quedan desde hoy encomendados a San José.
Hola Padre Manuel, creo que la felicidad tiene que ver mucho con la santidad de vida...voy a encargar el libro para comprarlo en Barcelona de España.
En mi pequeño jardín tengo un jasmín de azahar y todos los años florea para el día de San José. Se llena de flores que perfuman la casa. Los sacerdotes de mi parroquia nos rocían con agua bendita empleando un ramo de jazmín de azahar...bueno, es un verdadero regalo de San José el perfume de las flores en su día.
Me encanta la espiritualidad carmelita, por el amor que profesan a la Madre de Jesús. Por su abnegación y por ser tan humanos...bendiciones,
Carmen
saludos en la luz..
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