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martes, 5 de mayo de 2009

Santidad: ver el bien y no juzgar.

Seguimos compartiendo algunas ideas sobre la santidad que aparecen en el libro "Semillas de contemplación", de Thomas Merton.
4- El pecado tiene que ver con el falso yo: “Cada uno de nosotros lleva la sombra de una persona ilusoria: un falso yo”. (Es el hombre que yo quiero ser, pero que Dios no conoce). “El secreto de mi identidad está oculto en el amor y misericordia de Dios”. “Ruega por hallarte a ti mismo”, “Somos un hombre”. Esto se realiza saliendo de nosotros, muriendo al hombre viejo, para nacer a una vida nueva. Obstáculo: “El orgullo espiritual”, el aislamiento.

5- “Debo buscar mi identidad, de algún modo, no sólo en Dios, sino también en otros hombres. Nunca podré hallarme a mí mismo si me aíslo del resto de la humanidad como si fuera un ser de otra clase”. La santidad no requiere huir de otros hombres; la soledad es válida cuando te ayuda a mar más no sólo a Dios, sino también al prójimo. “Ve al desierto, no para huir de los otros, sino para hallarlos en Dios”.
6- “Los santos aman su santidad, no porque los separe del resto de nosotros y los ponga sobre nosotros, sino al contrario, porque los acerca a nosotros y en cierto modo los pone debajo de nosotros. Su santidad les es dada para que puedan ayudarnos y servirnos; pues los santos son como médicos y enfermeros, que son mejores que los enfermos en el sentido de que están sanos y poseen el arte de curarlos y sin embargo hácense sirvientes de los enfermos y les dedican su salud y su arte”.
7- “Los santos no están contentos de ser santos porque su santidad los hace admirables para los demás, sino porque el don de la santidad les permite admirar a todos los demás. Los dota de una vista capaz de hallar el bien en los más terribles criminales. Los libra de la carga de juzgar al prójimo, de condenar a otros hombres”.

4 comentarios:

SAN dijo...

Aspirar a la santidad tal vez consista en desear lograr Ser en clave de Amor. Sólo amar nos puede liberar de juzgar. Sólo amando y amados podemos salir de las sombras.
Despejaríamos la vida de muchas sombras, si hiciésemos menos juicios y ofreciésemos más servicio. Viendo el rostro de Dios a la vuelta de cada esquina, en cada voz, en cada risa, en cada llanto, en cada alegría, en cada herida, en cada hombre. Detrás de todo, en todos, Él.

El hombre no ha nacido
para tener las manos
amarradas al poste de los rezos.
Dios no quiere rodillas humilladas
en los templos,
sino piernas de fuego galopando,
manos acariciando las entrañas del hierro,
mentes pariendo brasas,
labios haciendo besos.
Digo que yo trabajo,
vivo, pienso,
y que esto que yo hago es un buen rezo,
que a Dios le gusta mucho
y respondo por ello.
Y digo que el amor
es el mejor sacramento,
que os amo, que amo
y que no tengo sitio en el infierno.
“Digo” de Jorge Debravo

Anónimo dijo...

Muy buena frase "ve a desierto no para huir de ellos, sino para hallarlos en Dios". Aplicarla, ya es otra cosa. Luis

Anónimo dijo...

Reflexionando sobre el tema se llega a la conclusión de que la santidad solo la pueden poseer y experimentar los hombres amantes-amados.

Manuel dijo...

Por su supuesto que el amor es la clave del proyecto cristiano, y que la santidad no es más que una vida de amor. No has podido decirlo mejor.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.