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domingo, 30 de mayo de 2010

LIDERAZGO

“¿Quién puede librar a alguien del sufrimiento sin meterse de cabeza en él?”
“La gran ilusión del liderazgo es pensar que el hombre puede ser sacado del desierto por alguien que nunca ha estado en él. Nuestras vidas están llenas de ejemplos que nos dicen que el liderazgo requiere compartir. Mientras definamos el liderazgo en términos de prevenir o de impedir que se instalen en las almas ciertos antecedentes, o en términos de ser responsables, de alguna forma, del bien abstracto, hemos olvidado que ningún Dios puede salvarnos, salvo el Dios sufriente, y que ningún hombre puede guiar a las personas que le han sido encomendadas de algún modo, salvo el que se siente aplastado por sus pecados”.

Henri Nouwen.
El sanador herido, 90.

3 comentarios:

San dijo...

Un planteamiento inteligente, al que Nouwen llegó a través de su propia experiencia personal: las heridad propias como instrumento de sanidad para el sufrimiento del otro. También se puede aplicar al amor: irradia amor, enseña a amar el que tiene la experiencia de ser amante y amado.

Rougek dijo...

Hola, qué bendición es este lugar!! Lo leo siempre con agrado.

Qué cierto es esto, lo del sanador herido. Hace poco leía que Dios no usaba Su poder para atraer el amor del hombre, porque sabía que quería que el hombre lo amara libremente. Por eso para atraer su amor, se entregó así mismo en la muerte de la cruz.

Eso me gustó mucho, y ahora que lo pienso es verdad, creo que ni el más grande milagro de Dios podría hacer devoto a nadie, sólo Su total entrega podría lograr que el ser humano se identificara con él en Su sufrimiento y le amara como a alguien a quién puede entender así.

Saludos cordiales!!

Inés García, aci dijo...

"NUESTRAS VIDAS ESTÁN LLENAS DE EJEMPLOS QUE NOS DICEN QUE EL LIDERAZGO REQUIERE COMPARTIR"H. NOWEN.

Pienso que el líder espiritual o guía espiritual es necesario para entrar cada uno personalmente en el camino de la oración y no perderse, o estancarse en la vida espiritual, como lo explica Nowen en el libro que menciono,y así poder recibir cada uno en particular la sanación que nos trae el Corazón de Jesús, que es el Sanador Herido, y la pertenencia cordial a la comunidad por parte del líder es importante, para que el que no se pierda sea el líder o guía de los demás:
...."nuestros ojos no deben permanecer fijos los unos en los otros, sino dirigirse hacia adelante, a la luz que empieza a brillar en el horizonte de nuestra existencia. Nos descubrimos unos a otros siguiendo la misma vocación y ayudándonos mutuamente en la misma búsqueda. Por tanto, la comunidad cristiana no es un círculo cerrado de personas que se funden en un abrazo total, sino un grupo de compañeros que avanzan unidos por la misma voz que les exige esas atenciones mutuas.
Es comprensible que en nuestras enormes ciudades, que sufren del anonimato, busquemos a personas en nuestra longitud de onda para formar pequeñas comunidades. Grupos de oración, clubes de estudios bíblicos y casas donde el grupo celebre la eucaristía son todos caminos para restablecer o profundizar nuestra conciencia de pertenencia al pueblo de Dios. Pero a veces un falso concepto puede hacer estrecha nuestra idea de comunidad. Todos tenemos que tener la mente de Jesucristo, pero no todos tenemos el espíritu de carpintero, de profesor, de director de un banco, de congresista o de cualquier grupo socioeconómico o político. Hay una gran sabiduría escondida en la hermosa campana que convoca a las personas con una formación muy diferente a que salgan de sus casas para formar un solo cuerpo en Jesucristo. Precisamente trascendiendo las múltiples diferencias es como podemos llegar a ser testigos de Dios, que hace brillar su luz de igual manera sobre pobres y ricos, sanos y enfermos. Pero también en este encuentro en el camino hacia Dios es donde nos hacemos conscientes de las necesidades de nuestros vecinos y empezamos a curarnos mutuamente las heridas".
("Tres etapas en la vida espiritual", un proceso de búsqueda. Henri Nowen.ed.PPC.-1997)

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.